Darío Tassino, sobrino de Óscar Tassino, detenido desaparecido y asesinado el 21 de julio de 1977, denunció haber sido víctima de una amenaza en un supermercado.
En un video difundido este miércoles, Tassino cuenta que ese mismo día por la tarde fue a un supermercado, ubicado en avenida Italia y Santa Mónica, junto a su esposa, en su auto, que luce una bandera de la organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos. Al salir del local, apenas “diez minutos” después, se encontraron con una cinta pegada en el vehículo con el mensaje: “Yo sé dónde están y vos podés terminar igual”.
En la puerta del supermercado Tassino se encontró por casualidad con el ministro del Interior, Nicolás Martinelli, le planteó la situación y el jerarca le recomendó hacer la denuncia en la comisaría. “Es increíble que en pleno 2024 sigan pasando estas cosas”, agregó.
En diálogo con la diaria, Tassino confirmó que presentó la denuncia formal en la comisaría de la Seccional 14 unas horas después de lo sucedido, y comentó que el hecho fue catalogado como “delito de odio”.
A su vez, comentó que este jueves por la mañana Martinelli se puso en contacto con él y “se puso a las órdenes”, además le pidió el número de denuncia y le comunicó que personalmente se iba a hacer cargo del tema. También se comunicaron con Tassino el comisario de la Seccional 14, para informarle que ya se habían pedido las grabaciones de las cámaras, y un policía de investigaciones, para pedirle la cinta que pegaron en su auto.
Javier Benech, vocero de la Fiscalía, informó a la prensa que la denuncia presentada por Tassino fue trasladada a la Fiscalía de Flagrancia de 7º turno que está a cargo de la zona donde ocurrió el hecho. Según dijo, los fiscales a cargo le trasladaron que ya se realizaron las primeras medidas, que “básicamente es el relevamiento de las cámaras del lugar para ver si se puede, a través de las imágenes, identificar al autor de la amenaza”.
Tassino: “Me amenazaron de muerte”
El sobrino de Óscar Tassino relató que en un primer momento se “enojó mucho” y pensó que “alguien vio la bandera y pegó [el mensaje] para provocar o para hacer una gracia”. Con la adrenalina del momento, arrancó la cinta, la arrugó y la tiró en una papelera. Pero unos minutos después repasó la situación y se preguntó: “¿y si esto es algo más grave?”.
Entonces, decidió entrar al supermercado y pedir las grabaciones de las cámaras, pero no es posible acceder de esa forma a las cámaras de seguridad. De todas formas, con el encargado del local decidieron ir a buscar la cinta en la papelera para tener la prueba en el momento de denunciar, y lograron encontrarla. En ese momento se cruzó con Martinelli ingresando al lugar y le dijo: “Me amenazaron de muerte”. “Recién ahí caí en que podía ser una amenaza”, agregó.
Tassino sostuvo que, “tratando de ser un poco racional”, piensa que el “escenario más benévolo” de lo sucedido es alguien que “vio la bandera y se quiso hacer el gracioso, o que defiende a los torturadores, y le dio bronca ver la bandera”. El segundo escenario posible que imagina es que una persona supiera su identidad y haya dirigido el mensaje directamente a él. “Yo quiero creer que fue por la bandera”, expresó.
Más allá de eso, el hombre señaló que, “por donde lo mires, lo que pasó es horrible”, sea una broma o no, entre otras cosas, por el contenido del mensaje. “Si sabés dónde están [los restos de detenidos desaparecidos], no me lo digas a mí porque yo no voy a poder hacer nada. Si tenés información, dala donde corresponde”, dijo. Además, consideró que “hay temas con los que no podés bromear, y este es uno de ellos”.
Expresiones de odio recurrentes
Por otra parte, Tassino sostuvo que tampoco se puede desconocer el contexto en el que esto ocurre: en la previa del Día Internacional del Detenido Desaparecido, que se celebra el 30 de agosto, es decir, este viernes. Además, mencionó el reciente hallazgo de restos en el Batallón 14 aún sin identificar y, aún más cerca de su entorno, el hecho de que este viernes en Carrasco Norte se iba a bautizar un parque con el nombre de su tío, aunque por cuestiones climáticas la ceremonia se suspendió.
A su vez, el familiar planteó que hechos de este tipo ocurren “siempre” cerca de cada 20 de mayo, día de la Marcha del Silencio, y recordó que poco después del hallazgo de los restos de Amelia Sanjurjo, una militante de Casa de Óscar, un colectivo de derechos humanos, recibió en más de una oportunidad una bolsa con huesos con amenazas y la firma de la Juventud Uruguaya de a Pie. “Estas expresiones de odio son recurrentes, y es horrible”, afirmó.
No obstante, Tassino señaló que le gratifica “enormemente” la repercusión que tuvo el video. Contó que le llegaron muchos mensajes lamentando lo ocurrido y esto le parece relevante, no por él, sino porque “la gente está sensibilizada con temas de derechos humanos”.
“La gente está alerta con este tipo de cosas y se indigna. Eso me parece muy saludable para la democracia. Que la gente esté alerta con temas de derechos humanos me parece una cosa de buena salud democrática”, manifestó.
Familiares: “Este tipo de maniobras forman parte de un complejo accionar regresivo”
Horas más tarde, Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos publicó un comunicado en el que manifestó su repudio a la situación vivida por Tassino.
“Denunciamos que este tipo de maniobras forman parte de un complejo accionar regresivo que busca amedrentar y sostener la impunidad, acallando a quienes luchamos por la Memoria, la Verdad y la Justicia”, sostiene el texto.
La organización exigió que se “tomen todas las medidas necesarias para identificar a las personas responsables de este suceso” y que “se haga justicia conforme al debido proceso”.