En el marco de la denominada Operación Foresis, que comenzó en febrero y se desarrolló esta semana en Rivera a través de la Dirección de Investigaciones de la Policía Nacional (DIPN) Regional Norte, la Justicia formalizó la investigación de una mujer que se desempeñaba como funcionaria del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) por medio de una empresa tercerizada y que suministraba drogas a las adolescentes institucionalizadas en el hogar femenino donde trabajaba.
Según comunicó el Ministerio del Interior (MI), se hicieron cinco allanamientos simultáneos en los barrios Cerro-Bella Vista y Pueblo Nuevo de la capital departamental, mediante los cuales se logró “establecer la participación de cuatro personas vinculadas al microtráfico de estupefacientes”. Además, las autoridades incautaron una balanza de precisión, cuatro teléfonos celulares, un envoltorio de “sustancia vegetal” con un peso de 2 gramos y 25 envoltorios de pasta base cuyo peso totalizó 3,3 gramos, según detalló la institución.
De acuerdo con lo informado en una rueda de prensa por la fiscal de tercer turno de Rivera, Alejandra Domínguez, además de la “vigilancia electrónica” y otras piezas de evidencia, “se recibió una denuncia desde el centro femenino del INAU”. La mujer fue formalizada por un delito continuado y agravado de suministro de estupefacientes por hacerse a menores de 21 años, y se le impuso una medida cautelar de prisión preventiva por 120 días.
Sin embargo, en el transcurso de la operación “fueron surgiendo evidencias de otras personas que también se dedicaban a esta actividad ilícita”, entre ellas, un recluso que “dirigía desde el centro carcelario la actividad en la venta de las sustancias”. Así, el hombre recibió una pena de cuatro años de penitenciaría y dos mujeres fueron condenadas a dos años: una por el delito de negociación de sustancias estupefacientes prohibidas y la otra por suministro.
El director departamental del INAU en Rivera, Marcio Pintos, compartió en una rueda de prensa más detalles sobre los intercambios. Dijo que se concretaban “por conversaciones vía Whatsapp” y que se constató que existía “intercambio de sustancias ilícitas a cambio de productos que ellos podían sustraer dentro del centro”, como “productos de limpieza, vestimenta nueva que está en stock, pero también de otras adolescentes que están residiendo”.
“A veces, algunas adolescentes con alguna salida no acordada, cuando volvían, notaban que había ropa que desaparecía. En los últimos días eso se empezó a constatar con más intensidad y se comenzó a desconfiar por los conflictos que tenían las adolescentes con esta funcionaria”, por lo que la denuncia partió “de las mismas adolescentes”, quienes a su vez manifestaron “cierto temor por alguna situación que se pudiera dar fuera de la institución”, comentó Pintos.
De acuerdo con lo informado por El País, la pareja de la funcionaria de limpieza en el hogar del INAU se encuentra prófuga y se sospecha que estaba al frente de la maniobra, por lo que podría haber nuevas detenciones relacionadas con el caso.