El tema se tocó “de manera informal” durante la sesión del directorio del Instituto Nacional de Colonización (INC) del martes 4 de febrero, a la luz de las últimas novedades vinculadas a Conexión Ganadera. Uno de sus cofundadores, el fallecido Gustavo Basso, figura en los registros del INC como propietario de dos fracciones en la colonia Juan Antonio Lavalleja, en el departamento de Florida.

Los dos campos, uno de 156 hectáreas y otro de 217 hectáreas, fueron asignados a Basso en noviembre de 1995 y actualmente están hipotecados en garantía ante el banco Scotiabank Uruguay por un monto de hasta 1.350.000 dólares, según la información que surge en documentos que están publicados en el sitio web del organismo.

En el actual directorio del INC, que será renovado a partir del 1° de marzo, entienden que la suerte de ambas fracciones dependerá de los trámites sucesorios que inició la familia de Basso luego de su muerte en un accidente de tránsito, a finales de noviembre de 2024.

En paralelo, como se sabe, todas las propiedades que pertenecen a los responsables de Conexión Ganadera empezaron a ser objeto de una intervención judicial que se decretó a pedido de varios abogados de los damnificados, que buscan preservar los activos de 150 millones de dólares que dice tener la empresa. Este miércoles 5, el juez de concurso Leonardo Méndez decretó la “intervención urgente” de Conexión Ganadera y nombró como interventor al abogado Alfredo Ciavattone, también designado como síndico del concurso del Grupo Larrarte.

Teniendo en cuenta los tiempos de ambos procesos, todo indica que la situación de las dos fracciones de Colonización a nombre de Basso será tema de análisis para el futuro directorio del organismo, cuya integración completa todavía no ha sido oficializada.

Por otra parte, según pudo saber la diaria, en 2012 Basso se postuló ante el INC para comprar otro campo de más de 1.000 hectáreas en Paysandú, pero el directorio de la época le negó el pedido. En el proyecto que presentó ante Colonización, el cofundador de Conexión Ganadera manifestó que el dinero que pretendía invertir provenía de la venta de un campo en Paraguay, mientras que para la compra de ganado contaba con una línea de crédito en el Banco República por 900.000 dólares.

Basso quería comprarle el campo a otro colono propietario por 550.000 dólares. Ante la negativa y el intento de expropiación por parte del INC, Basso le trabó un embargo al propietario del campo.