Las facultades de la Universidad de la República (Udelar) fueron desalojadas y se suspendieron momentáneamente las clases tras recibir una amenaza de “masacre” a través de un mail. El texto fue dirigido a la rectoría de la Udelar con copia a los correos del Frente Amplio y el Partido Nacional. El Ministerio del Interior (MI) está investigando el caso, según supo la diaria.
En el mail, que fue enviado a medianoche, un remitente denominado “Marcos Berber” sostiene que pertenece a un “grupo en línea llamado 764” y advirtió que este miércoles iría a una facultad de la Udelar a primera hora de la mañana para “cometer una masacre”, que transmitiría por Tik Tok. El mensaje iba acompañado con una foto adjunta con metralletas, armas y municiones, que juntas formaban el número 764.
Esta semana se registraron amenazas de bomba en distintos espacios públicos, entre ellos, los shoppings Montevideo, Punta Carretas y Portones y en el edificio anexo de la Facultad de Medicina. En todos los casos la Dirección Nacional de Bomberos desalojó e inspeccionó los lugares, pero no se halló ningún artefacto explosivo. En total fueron seis amenazas.
El caso está siendo investigado por el fiscal de 15° turno, Raúl Iglesias.
¿Qué es el “grupo 764”?
El grupo 764, al que el remitente dice pertenecer, es una red que fue creada en Estados Unidos y opera en todo el mundo. Según informó el FBI en un comunicado a la opinión pública en marzo de este año, el grupo utiliza “amenazas, chantaje y manipulación para coaccionar o extorsionar a las víctimas para que produzcan, compartan o transmitan en vivo actos de autolesión, crueldad animal, actos sexualmente explícitos o suicidio”. Las víctimas suelen tener entre diez y 17 años.
El número que los identifica fue utilizado por el adolescente que lo creó en 2021 y remite al código postal de su casa en Texas. Según el FBI, el grupo está presente en “plataformas en línea públicas, como redes sociales, plataformas de juegos y aplicaciones móviles comúnmente utilizadas por jóvenes”.
Según una investigación del Washington Post publicada en marzo del año pasado, si bien se identificó su presencia en varias redes sociales, particularmente se encuentra en Telegram, que tiene la posibilidad de hacer chats grupales y además su mensajería es cifrada, y Discord, una plataforma de videojuegos, que habilita el anonimato y la generación de salas privadas de mensajería.