El asesor del Ministerio del Interior Diego Sanjurjo fue quien recibió la información sobre la supuesta presencia de restos de detenidos desaparecidos de la última dictadura militar en el subsuelo del predio del Comando General de la Armada, en el puerto de Montevideo, y dio aviso a la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH), la cual definió la cautela de la zona y la activación del protocolo de actuación definido para estos casos.

Este martes, tras el Consejo de Ministros convocado por el presidente, Yamandú Orsi, el prosecretario de Presidencia, Jorge Díaz, anunció que la ministra de Defensa Nacional, Sandra Lazo, y el subsecretario, Joel Rodríguez, se ausentaron del encuentro porque se encontraban en el predio militar, luego de recibirse información considerada “verosímil”, que indicaría que “allí podrían encontrarse restos de personas desaparecidas relacionados con el pasado reciente”.

En rueda de prensa, este miércoles, el director de la INDDHH Wilder Tayler, que lidera los trabajos de búsqueda en la institución, apuntó que la información llegó “a través de un contacto político”, e identificó a Sanjurjo, quien “tuvo a bien comunicarse con la institución para transmitir la información que tenía, y de allí se pudo hablar con testigos”.

El director, que definió renunciar a la institución semanas atrás y se desempeñará en su cargo hasta el 31 de mayo mientras se resuelve quién lo sucederá, recomendó nuevamente “no subir mucho las expectativas en esta materia” ya que hay familiares de desaparecidos “que nos están observando y que no merecen enterarse de nada sin que esto sea hecho directamente con ellos”.

Los antropólogos del Grupo de Investigación en Antropología Forense trabajan en el predio este miércoles para hacer “las inspecciones que tienen que hacer”, acotó Tayler.

Al igual que lo sostuvo en diálogo con la diaria este martes, Tayler aclaró que se trata de una investigación “preliminar”, un “procedimiento de rutina” que suele realizarse y que podría, o no, “desembocar en una excavación”. Consideró que el hecho “trascendió mucho debido a la importancia de este edificio y al hecho de que alberga el Comando General de la Armada”, pero aseguró que “no es distinto de muchos otros procedimientos” que lleva adelante la institución.

“Estamos haciendo un reconocimiento de un área que es muy extensa, que está llena de materiales, de basura, donde hay oscuridad y hay material acumulado allí desde hace muchísimos años”, afirmó sobre el inicio del trabajo. En el predio cautelado funcionó el Cuerpo de Fusileros Navales de Uruguay durante la dictadura y hubo lugares de detención clandestinos.