Varias zonas residenciales de la capital, Kiev, pero además Járkov, Jersón, Yitomir y otras ciudades ucranianas estaban siendo bombardeadas en la noche del martes, sobre el final de una jornada marcada por el recrudecimiento de las acciones bélicas del Ejército ruso sobre el país vecino. Además, el avance ruso continúa en la zona del Donbás, en el este del territorio ucraniano, donde se está ampliando el dominio que las milicias prorrusas ya tenían en las repúblicas de Donetsk y Lugansk y también en el sur, sobre la costa del Mar de Azov y la del mar Negro, donde los soldados del Kremlin ya tomaron numerosas localidades.
Lejos del anuncio realizado cuando comenzó lo que Moscú denominó como una “operación militar”, en la que los objetivos serían únicamente minimizar todo lo posible el poderío militar ucraniano y “desnazificar” el país, el gobierno de Vladimir Putin está desplegando un ataque masivo, causando obviamente numerosas muertes de civiles. Si bien estas informaciones son minimizadas por los medios rusos, y en algunos casos amplificadas por medios occidentales, el punto medio no deja lugar a dudas sobre la dramática situación que están pasando buena parte de los algo más de 44 millones de habitantes que viven en el país.
El martes comenzó con malas noticias, porque temprano en la mañana un ataque con misiles rusos alcanzó el edificio de la sede de gobierno de la ciudad de Járkov, la segunda más importante del país, causando la muerte de diez personas e hiriendo a 35, de acuerdo a lo que informó personal de emergencias que acudió a prestar asistencia al lugar.
Mientras esto sucedía, imágenes satelitales daban cuenta de un avance de numeroso armamento pesado ruso en dirección a Kiev, lo que evidenciaba que la capital iba a ser objetivo de un ataque intenso y presumiblemente de un intento de invasión, intentando romper la resistencia que están presentando el Ejército regular y también las milicias ucranianas, además de ciudadanos que se alistaron en forma voluntaria.
En este marco fue que el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, informó que algunos de los objetivos que se iban a atacar eran instalaciones tecnológicas situadas en la capital ‒desde las cuales según Moscú se desataron ataques informáticos y de informaciones falsas‒, por lo que se exhortaba a la población que viviera en dichas zonas a abandonar sus hogares. Entre los puntos de ataque estaba la torre de telecomunicaciones más importante de Kiev, que horas más tarde fue alcanzada por misiles, provocando la muerte de al menos cinco personas.
Las autoridades ucranianas repudiaron el ataque, que además tuvo una carga simbólica particular, porque se produjo en una zona aledaña al centro memorial de la masacre de Babi Yar, lugar en el que los nazis asesinaron a más de 33.000 judíos ucranianos en dos días en 1941 durante la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, en el mismo lugar, que en aquel momento era un suburbio despoblado de Kiev, los nazis continuaron con su campaña de exterminio y se estima que durante su ocupación de la zona asesinaron a aproximadamente 150.000 personas, entre las que se contaban además de judíos, soldados soviéticos, gitanos y otros opositores.
“Al mundo: ¿de qué sirve decir ‘nunca más’ durante 80 años, si el mundo se queda en silencio cuando cae una bomba en el mismo sitio de Babi Yar? Al menos cinco muertos. La historia se repite...”, escribió el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en su cuenta de Twitter.
Nueva reunión en suspenso
En el correr del martes, medios rusos informaron que este miércoles se realizaría en Bielorrusia la segunda reunión entre las comitivas de ambos países con la intención de lograr un alto al fuego, luego de que la primera reunión, realizada el lunes, finalizara prácticamente sin avance alguno.
Pero algo que los medios rusos no informaron es que el presidente Zelenski puso como condición para este segundo encuentro entre delegaciones que las tropas de Moscú “dejen de bombardear a la gente”. Hablando desde Kiev en una entrevista con la cadena CNN y la agencia Reuters, Zelenski dijo: “Es necesario que al menos dejar de bombardear a la gente. Que paren el bombardeo y después nos podremos sentar a negociar”.
El mandatario, de 44 años, les pidió a los países integrantes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que impongan una zona de exclusión aérea para detener los aviones de combate rusos. Zelenski explicó que él no pretende llevar a los países de la OTAN a una guerra, culpó al gobierno ruso por la situación que se está viviendo y pidió garantías de seguridad para su país.
“Si nuestros socios no están dispuestos a integrar a Ucrania a la OTAN porque Rusia no quiere, deberían elaborar garantías de seguridad comunes para Ucrania”, expresó.
Al respecto agregó: “¿Qué es lo que estamos pidiendo? Que tengamos nuestra integridad territorial, que nuestras fronteras estén protegidas, que tengamos relaciones especiales con todos nuestros vecinos, que estemos completamente seguros y que tengamos las garantías que nos den la seguridad y la garanticen legalmente”.
También este martes Zelenski participó de forma virtual en una sesión del Parlamento de la Unión Europea (UE), que se reunió en Bruselas. Cuando la imagen del mandatario apareció en las pantallas del hemiciclo, muchos legisladores se pusieron de pie y se produjo un gran aplauso, tras el cual el presidente ucraniano pidió que no dejen solo a su país en este momento.
“No nos dejen solos. Demuestren que la UE está con nosotros”, expresó Zelenski, quien posteriormente hizo referencia a las víctimas civiles que va sumando Ucrania en estos seis días de conflicto y, en particular, apuntó a que varios fallecidos son niños y jóvenes: “Ayer fallecieron 16 niños, y seguirán diciendo que están atacando infraestructuras militares. ¿Cómo pueden hablar de una intervención sólo militar si mueren niños y jóvenes lanzando misiles? Dos misiles de crucero impactaron en la Plaza de la Libertad, en Járkov. Decenas de víctimas. Este es el precio de la libertad para nosotros”. “Los ucranianos se sienten motivados a defenderse y luchar por nuestra libertad, pero ahora ya luchamos por la supervivencia, este es el motivo que nos mueve”, dijo Zelenski.
Asimismo, volvió a hacer referencia al pedido de ingresar a la UE que realizó formalmente el lunes: “Luchamos también para ser miembros de pleno derecho de Europa. Estoy convencido de que hoy mostramos al mundo lo que son los ucranianos, lo que es Ucrania. Con nosotros, la UE cada vez será más fuerte; pero sin ustedes, Ucrania se va a quedar sola. Demuestren que la UE está con nosotros y no nos dejen caer; demuestren que son europeos, y así la vida vencerá a la muerte, y la luz, a la oscuridad”.
Mientras tanto, en la noche, durante el discurso del Estado de la Unión que brindó desde Washington, el presidente estadounidense, Joe Biden ‒quien había hablado en el correr del día con Zelenski‒, se refirió a la guerra en Ucrania y dijo que Putin no logrará dividir a Occidente.
Refugiados y audiencias de la Corte Penal Internacional
En su última actualización de datos, la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados estimó que aproximadamente 700.000 personas se fueron de Ucrania desde que comenzó el ataque ruso. La mayoría de las personas se fueron hacia países cercanos como Polonia, Rumania y Hungría, pero algunos decidieron seguir hacia naciones del occidente del continente. Desde la Organización de las Naciones Unidas se pidió ayuda a los países para poder solventar las necesidades diarias de las personas que dejaron Ucrania, que de acuerdo al organismo internacional pueden llegar a ser cuatro millones si el conflicto bélico se prolonga algunas semanas más.
Por su parte, la Corte Penal Internacional de Justicia con sede en la ciudad neerlandesa de La Haya, anunció que el lunes y el martes de la semana que viene tendrá lugar una audiencia sobre la invasión que Rusia lanzó la semana pasada contra Ucrania.
“Las audiencias se dedicarán a la solicitud de medidas cautelares presentada por Ucrania”, informó mediante un comunicado la Corte, en referencia a los alegatos de genocidio cometidos por Rusia durante la actual invasión, informó AFP.