La iniciativa “Diálogos sobre el futuro de Uruguay” impulsada por Naciones Unidas promueve la creación de un espacio de reflexión e intercambio reflejando su mandato de promoción de desarrollo sostenible y contribuyendo a una mejor comprensión de los desafíos y oportunidades sociales, económicas y ambientales que el país afrontará durante las próximas décadas.

Estos diálogos identifican así los temas que son clave para que el país consolide un salto al desarrollo, entendiendo como tal un proceso que contemple un mayor bienestar económico y social para sus habitantes, en armonía con el ambiente.

El objetivo de este ciclo es convocar a todas las partes de la sociedad uruguaya, incluyendo al gobierno, sector público, sector privado, academia, sociedad civil, sindicatos y jóvenes, entre otros.

En el marco de este proceso, hoy se estará realizando el encuentro sobre “Economía circular e industria 4.0” en el teatro Politeama de Canelones. Esta actividad pondrá de relieve la importancia de la transformación productiva como elemento central para alcanzar un elevado nivel de desarrollo en nuestras sociedades.

En efecto, la economía circular, modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes para crear un valor añadido, constituye una oportunidad para el desarrollo de nuevas capacidades productivas en Uruguay y la región.1

La transición hacia una economía más circular podría así aumentar la competitividad, estimular la innovación, impulsar el crecimiento económico y generar nuevas fuentes de trabajo.

El rediseño de materiales y productos para un uso circular permitiría por otra parte impulsar la innovación en diferentes sectores de la economía. La cuarta revolución industrial –también conocida como Industria 4.0– se deriva principalmente de la utilización de tecnologías digitales avanzadas y de la generación y análisis masivo de datos, y las nuevas tecnologías que se encuentran bajo el paraguas de la Industria 4.0 también contribuyen como facilitadores de la economía circular.

Es importante que los esfuerzos de producción sostenible se consoliden como políticas de Estado, y que cuenten con apoyos institucionales que trasciendan los diferentes períodos de gobierno.

Como lo ha señalado la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la transición justa hacia un modelo de desarrollo inclusivo, productivo y ambientalmente sostenible supone una serie de oportunidades y desafíos, con implicaciones directas para el mundo del trabajo.

La economía circular es considerada así una herramienta clave para contribuir a la reactivación económica pospandemia y a la posible generación de empleos verdes.

A nivel nacional, promueve la diversificación mediante el establecimiento y la consolidación de nuevos sectores y actividades. El avance de esta agenda puede impulsar sectores relevantes para la industria como la gestión de residuos, la reparación, el mantenimiento, la refabricación y el reciclaje.

Del mismo modo, la circularidad puede diversificar la canasta de exportaciones promoviendo el comercio de materias primas secundarias y residuos industriales de alto valor añadido. A nivel empresarial, las diferentes industrias pueden generar nuevas fuentes de ingresos a través de actividades como la recuperación y reutilización de flujos de residuos en sus propios procesos.2

El éxito de la transición hacia la economía circular requiere de políticas coherentes que abarquen los ámbitos de la fabricación, la innovación y el comercio. El reto último del desarrollo sostenible es la disociación del crecimiento económico del uso intensivo de los recursos naturales, lo que probablemente tendrá un impacto positivo en el medioambiente.3

Existen numerosas aristas y retos por abordar en materia de economía circular e industria 4.0 en Uruguay y la región. La sesión de hoy en Canelones permitirá profundizar algunas de estas dimensiones y próximamente, en Florida, se abordarán las transformaciones productivas que conciernen al sector agropecuario.

En este sentido, es importante que los esfuerzos de producción sostenible se consoliden como políticas de Estado, y que cuenten con apoyos institucionales que trasciendan los diferentes períodos de gobierno, siendo este además un aspecto crucial para el logro de los objetivos de desarrollo sostenible, a los que se comprometieron Uruguay y otros 192 países.

El estado de avance del cumplimiento de dichos objetivos será evaluado en una cumbre en setiembre de este año en Nueva York y estos diálogos permitirán así contribuir a enriquecer el aporte de nuestro país a esta importante cumbre global.

Sebastián Torres es economista de la Oficina de Coordinación de Naciones Unidas en Uruguay..


  1. De esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende y en la práctica implica reducir los residuos al mínimo. 

  2. Por ejemplo, las granjas lecheras pueden diversificar sus fuentes de ingresos generando bioenergía a partir de los residuos animales. Albaladejo, Henau y Mirazo (2021), La economía circular: un motor de desarrollo industrial inclusivo y sostenible

  3. Albaladejo y Mirazo (2023), Cerrando el círculo: qué es la economía circular y por qué es importante