El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, se refirió este miércoles a la represión de la Policía hacia trabajadores del transporte que se manifestaron hace unas semanas en la terminal de Tres Cruces. En particular afirmó que haber disparado con munición menos que letal hacia los manifestantes “fue un error evidente”.
El jerarca comparte que el Ministerio del Interior (MI) reconociera “el error”: “Hubo un efectivo policial que no actuó de acuerdo a lo que estaba pautado, al protocolo que se tenía previsto; ese disparo de salva no debería haber salido, es clarísimo”, dijo a Desayunos informales. Agregó que es un hecho que “siempre puede ocurrir, y uno lo que tiene que estar es pendiente de que no ocurran esos errores, y en ese sentido el MI actúa en sintonía con el Ministerio de Trabajo”.
Para Mieres, prueba de que se trató de una equivocación es cómo se desarrolló la desocupación del puerto la semana pasada. En ese caso, comentó, “fue bien distinta la situación” y no hubo acciones “de ese tipo”. El ministro profundizó sobre la intervención policial en el puerto: a su entender, “los trabajadores no aceptaron la intimación, no aceptaron alternativas de negociación en el ministerio, y por lo tanto tiene que haber una intervención, pero fue que se los llevaran aúpa”.
“Se les planteó que fueran al ministerio a negociar y hubo siempre una respuesta negativa, no nos dejaron más remedio. El gobierno lo que tiene es una voluntad de negociación absoluta, pero tiene una obligación ineludible que es hacer cumplir la ley”, manifestó Mieres. Sin embargo, tras el desalojo forzado, desde el PIT-CNT habían dicho que se trató de una “brutal represión” con lesionados, y se señaló que la ley de urgente consideración (LUC) “dinamita” el reclamo sindical.
En esta línea, Mieres dijo que desde que se aprobó la normativa sobre ocupaciones incluida en la LUC se trató de “cumplirla sobre la base del diálogo; lo que pasó el otro día en el puerto es una excepción, llevamos un año y medio y muy pocas veces hemos tenido que apelar a que el MI intervenga, porque los trabajadores acuerdan el retiro ante la intimación. En un año y medio de la vigencia, la mayor parte de las situaciones que ha habido se resuelven por la vía del diálogo e intimación”.
Más temprano en el mismo programa, Fernando Pereira, expresidente del PIT-CNT, se mostró preocupado por la situación vivida tanto en Tres Cruces como en el puerto. A su entender, “no es la fuerza de choque la que tiene que desalojar. La propia OIT [Organización Internacional del Trabajo] dice que hay que tener dimensión, dimensionar cuál es la actitud de la fuerza represiva. Lo que más me preocupa es hacer normal que la fuerza de choque desaloje a trabajadores que están luchando por derechos”. En respuesta, Mieres le aseguró que la normativa uruguaya está totalmente respaldada también por lo dispuesto por la OIT.
Para el ministro hay un buen clima general con los sindicatos y se ha demostrado la voluntad de diálogo que hay entre los trabajadores y el gobierno. Sin embargo, resaltó “las salidas de tono del movimiento sindical en algunas medidas que no están en línea con otra forma de trabajo”. Por ejemplo, mencionó la decisión del sindicato de bancarios de no reponer dinero en los cajeros automáticos los dos primeros fin de semana de enero: “¿A quién perjudica eso? yo creo que se equivocan, va a haber un montón de gente que se queda sin la plata en los balnearios, eso es un daño a la gente”, planteó. Agregó que en su opinión “hay medidas que van mucho más allá de una reivindicación de un colectivo de trabajadores, están perjudicando a la ciudadanía en general. Tienen el derecho a hacerlo, pero sí estoy cuestionando el clima que generan”.