El secretario general de la Intendencia de Canelones, Francisco Legnani, acusó al ministro de Ambiente, el colorado Adrián Peña, de impulsar la “pérdida de identidad de los colorados, mimetizándose con el herrerismo”. En su cuenta de Twitter opinó que “defiende celosamente el accionar de Álvaro Delgado, [secretario de Presidencia], sin escuchar las declaraciones de miembros de su partido. Admiten fuerte presión, hasta con 'tanques de guerra'”.

Se refería la entrevista en la que Heber Duque, dirigente del Partido Colorado en Canelones, insiste en que desde la coalición de gobierno, incluidos sectores del PC, “presionaron fuertemente” para que no se votara el fideicomiso de 80 millones de dólares destinados a obras de infraestructura en el departamento.

Duque, que es integrante del Consejo Ejecutivo Nacional del PC por el sector Batllistas, afirma en la entrevista con el medio local Región TV, que junto con el único edil colorado, Alberto Costa, elaboraron “proyectos, tareas, propuestas” que fueron aceptados por la intendencia para implementar si se contaba con los recursos. “Nos hacíamos la idea de tener los ingresos a los establecimientos en buenas condiciones, carreteras nacionales en buenas condiciones, algunas carreteras que interconectan las rutas nacionales bituminizadas. Se hizo un trabajo muy pormenorizado, con la posibilidad de generar muchos puestos de trabajo, con obras en las localidades, siempre apuntando más al sector productivo”.

Según Duque los colorados estaban “contentos porque lo íbamos a lograr, y luego hubo sectores, incluyendo de nuestro propio partido, que comenzaron a presionar fuertemente hasta llegar al más alto nivel, y ahí llegó el momento en que quedamos solos el edil [Alberto] Costa y yo, quedamos solos defendiendo la causa, y obviamente no queríamos ser nosotros los que originábamos un problema en la coalición. La realidad es esa y lo digo con tranquilidad y con seguridad”.

Duque afirmó que en un primer momento salieron “a pelear con un tenedor”: “Fuimos defendiendo las razones, al sector productivo del departamento, porque entendemos que es a quienes hay que defender, y cada vez nos iban atacando con armas más poderosas, igual seguíamos defendiéndonos, en las últimas instancias ya tuvieron que usar los tanques de guerra, igual nos enfrentamos a los tanques de guerra, pero nos sacaron el tenedor”.

Otros que también manifestaron las “contradicciones” del proceso fueron los alcaldes nacionalistas del departamento. Gonzalo Melogno, alcalde de San Ramón e integrante de la lista 33 del Partido Nacional, contó a la diaria que en el sector le preguntaron su opinión, que era favorable a la aprobación del fideicomiso. “Estoy para defender al vecino y que se hagan obras; si el instrumento es un préstamo, un aval para la solicitud de un préstamo, mi apoyo iba a estar, porque está en juego la calidad de vida de los vecinos”, señaló.

La discusión entre la intendencia frenteamplista de Canelones y los dirigentes blancos y colorados por la votación del fideicomiso rápidamente tomó estado nacional y, tras la fallida votación del martes de noche, se sucedieron los cruces entre dirigentes del gobierno y del Frente Amplio (FA). De las acusaciones contra el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, de “presionar” a ediles para que no votaran el plan del intendente canario Yamandú Orsi se pasó a una escalada que incluye menciones a la grieta política y la vuelta de “viejas prácticas”, según el FA. En respuesta, el intendente de Rocha, Alejo Umpiérrez, del Partido Nacional (PN), dijo que también hubo presiones a ediles por parte del FA para que no votaran un fideicomiso que promovía para el departamento.