La Unidad Temática de Salud del Frente Amplio (FA) elaboró un informe en el que analiza y sugiere medidas para afrontar la nueva ola de covid-19, ante una etapa que caracterizó como de “rápido crecimiento exponencial” de los casos, vinculados al predominio de la cepa de coronavirus ómicron. Como respuesta a este escenario, además marcado por una “baja percepción de riesgo”, propone “adecuar la comunicación hacia la población” por parte de las autoridades; “promover medidas tendientes a disminuir la circulación y los contactos”; asegurar la vacunación, y garantizar y agilizar la certificación de los trabajadores, “asegurando el aislamiento desde el momento de sospecha de caso”.

El informe número 96 de la Unidad Temática (UT) sobre la situación de la covid-19 fue difundido el lunes por El País, y este martes el FA publicó en su página web una versión sintetizada, pero con nuevos elementos de análisis. En el informe de la UT, en formato Power Point, se señala que “las opiniones y juicios de valor” que allí se expresan “no comprometen la posición oficial del FA”. Se plantea que en la semana del 10 al 16 de enero hubo 9.070 casos diarios en promedio, lo que se señala como un “promedio de casos significativamente mayor al de la semana anterior”, que era de 4.913,9.

Se compara con el período que fue hasta el 12 de octubre de 2020, en el que “no se habían superado los 20 casos de promedio diario”, y se indica que en abril de 2021 se estuvo cerca de un “promedio de 4.000 casos diarios”. En el análisis del grupo, estos datos demuestran que “se consolida un escenario de incremento radical de los contagios que expresa transmisión comunitaria intensa como nunca se produjo en toda la epidemia”. “Estos indicadores de transmisión comunitaria de la variante ómicron superan ampliamente los que teníamos la primera quincena de mayo de 2021, que fue el punto más alto de la primera ola provocada por la variante P1”, se agrega.

Asimismo, se señala que “el promedio de casos diarios indica una tendencia creciente vertical”, con casi 10.000 casos diarios en promedio, que duplican los de la semana anterior y multiplican por diez a los de dos semanas atrás. Por otro lado, se resalta que el porcentaje de casos “sin nexo epidemiológico es seguramente superior al 90%”.

En el informe publicado en la página del FA, se hace énfasis en que el “incremento muy alto de casos, con un rápido crecimiento exponencial”, presenta como población de mayor riesgo de generar enfermedad grave “aquella que no se ha vacunado, aquellos en los que por estar comprometida su respuesta inmunitaria recibieron la vacuna y no generaron inmunidad, y los que presentan comorbilidades importantes”. Se resalta como “un tema a tener en cuenta” a “las personas que recibieron las vacunas hace más de 180 días”.

“Aun cuando esta variante, así como el hecho de ocurrir esta ola luego que un gran porcentaje de la población se encuentra vacunada, parece determinar un menor número de hospitalizaciones, ingreso a CTI y fallecidos (como se vio en países que transcurrieron antes que Uruguay esta ola de ómicron), de todos modos, un cierto número de pacientes pueden presentar complicaciones y cada vida importa”, sostiene el informe. Asimismo, destaca que “es muy pronto para saber si esta nueva cepa puede producir efectos post covid-19 o reacciones del tipo de síndrome inflamatorio multisistémico diferido”.

Saturación

Por otra parte, el informe de la UT hace hincapié en que “el aumento vertiginoso de casos, y el hecho de que muchos de ellos se estén verificando en departamentos como Rocha y Maldonado, los cuales aumentan su población en meses de gran afluencia turística”, ha provocado un “desborde del sistema asistencial”, sobre todo a nivel de emergencia, urgencias y primer nivel de atención, así como en la capacidad de testeo. “Esto último dificulta el seguimiento de los contactos, y el establecimiento de los adecuados aislamientos, siguiendo los protocolos del MSP [Ministerio de Salud Pública]”, añade.

Se sostiene que esta “saturación” del primer nivel de atención de la salud “no sólo dificulta la atención de los pacientes covid-19, sino que complica aún más la atención de pacientes con otras patologías, controles de enfermedades no transmisibles, salud mental, controles en salud, que ya venían con una atención deficitaria acumulada desde el año anterior”. Además, repercute en la situación del personal de salud, que “se ha visto afectado, contando con un número muy alto de trabajadores cursando covid-19 o aislados en este momento, lo que profundiza aún más las dificultades de atención a los usuarios”, agrega.

En la opinión de la UT y del exsubsecretario de Salud Pública del FA Miguel Fernández Galeano “no hubo una adecuada previsión” por parte del gobierno nacional “en el aumento de recursos, tanto humanos como materiales, en departamentos que aumentan varias veces el número de personas a asistir en estos meses, lo que ha provocado una falta de capacidad de atención de los usuarios”, que se suma a una “ralentización de la aplicación de la dosis de refuerzo”, o tercera dosis, “lo que lleva a que Uruguay tenga una excelente cobertura de vacunación con una y dos dosis (cercana al 80% de la población), pero que la cobertura con dosis de refuerzo” se encuentre “aún por debajo de 50%”. Se subraya al respecto que esta dosis es “la única que realmente ofrece protección” frente a ómicron.

Por otro lado, el informe resalta una “disminución en la percepción del riesgo de esta etapa de la epidemia que estamos cursando, que ha sido mantenida en lo discursivo por las autoridades en las últimas apariciones, deslindando responsabilidades, entrando en contradicciones entre MSP y Presidencia en cuanto a saturación del sistema sanitario”. Además, cuestiona que se haya incursionado en críticas al “accionar de la oposición, la comunidad médica y sociedades científicas, intentando ponerlos como culpables y agoreros del desastre”.

Al final de este apartado, el grupo reconoce que se trata de “un momento de gran incertidumbre”, en el que “es difícil balancear el sentir de la población, que no admitiría de buen grado nuevos confinamientos o cierre de actividades”; de “descontrol y laxitud en la aplicación de protocolos y aforos”; y de “imprevisión en mantener la capacidad de respuesta desde el SNIS [Sistema Nacional Integrado de Salud], sobre todo en el primer nivel y en los prestadores de departamentos que reciben gran afluencia turística”.

Propuestas

Como respuesta al escenario descrito, la UT de Salud del FA entiende que “es imprescindible un plan de respuesta a la coyuntura crítica”. En ese sentido, propone “adecuar la comunicación hacia la población, con énfasis en el cuidado de los grupos vulnerables, respeto de los protocolos y aforos, equilibrando la necesidad del lógico descanso y disfrute con el cuidado personal y de la comunidad”, y “promover medidas tendientes a disminuir la circulación y los contactos”; esto último de mano de la promoción del teletrabajo “en todas aquellas tareas en que este pueda realizarse”. Asimismo, se plantea “favorecer la vacunación de quienes aún no han recibido la dosis de refuerzo”, y para esto, “analizar las causas que llevan a que muchos uruguayos no se hayan agendado aún, estableciendo estrategias para lograr se vacunen”.

También se insta a “garantizar la atención correcta de todos los uruguayos y uruguayas en el SNIS, tanto los que cursan o son contactos covid-19, como asegurar la atención adecuada en todos los niveles, de todas las patologías y controles de salud” y “trabajar en la racionalización del uso de métodos diagnósticos”, como los test antigénicos y PCR. Se llama a asegurar que “todos puedan cumplir con las medidas de aislamiento en caso de necesitarlo, más allá del tipo de trabajo, formalidad o informalidad, garantizando su sustento” y, en esa línea, “agilizar y asegurar la certificación de los trabajadores, asegurando el aislamiento desde el momento de sospecha de caso”.

El texto finaliza con un nuevo llamado al gobierno y a las autoridades sanitarias nacionales a “generar espacios para un gran diálogo nacional con participación de la academia, las organizaciones sociales y los partidos políticos”, con el fin de construir la “viabilidad de las medidas necesarias para enfrentar esta nueva etapa de la ya prolongada y desgastante crisis sanitaria”.

Los cruces de miradas

Referentes de la oposición han comenzado a expresar su posicionamiento sobre la política llevada adelante por el gobierno en las últimas semanas, desde que comenzó la nueva ola de contagios. La semana pasada hubo un cruce de declaraciones entre el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y el presidente electo del FA, Fernando Pereira, luego de que las autoridades ratificaran la estrategia ante la ola de coronavirus. En esa ocasión, el mandatario pidió a quienes cuestionan la estrategia del gobierno que expliciten “qué medidas quieren” y habló sobre “los padres de la cuarentena obligatoria” de forma irónica, mientras que Pereira pidió volver a convocar al Grupo Asesor Científico Honorario.

En tanto, el diputado del Movimiento de Participación Popular Daniel Caggiani compartió en Twitter una entrevista al virólogo Gonzalo Bello en la radio Sarandí, y destacó sus declaraciones en el sentido de que “no implementar medidas es de hecho un lockdown técnico, ya que no sólo hay casi 50.000 personas cursando la enfermedad sino que 150.000 personas pueden estar en cuarentena esperando el testeo”. En la misma línea, el edil frenteamplista Nicolás Lasa aseguró en esa red social que “no tomar medidas es dejar morir”, y que “mueran personas sin vacunas no hace que las lloremos menos”. “Justificar la muerte es una forma de crueldad más propia de unas formas de relacionarnos que del comportamiento de un virus”, reflexionó.

En diálogo con la diaria, la diputada Lucía Etcheverry, integrante de la Comisión de Salud de la cámara baja, apoyó el posicionamiento de la UT de Salud, y afirmó que hay “una necesidad de una comunicación diferente por parte del gobierno, no sólo en términos de llevar tranquilidad a la gente, con claridad de la situación en la que estamos, sino con algunas medidas que es importante que se tomen”. Mencionó, por ejemplo, reforzar el primer nivel de atención, algo que “vienen planteando las sociedades científicas y los trabajadores de la salud también”, destacó.

Etcheverry se refirió también a las declaraciones del ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, quien aseguró este martes que a su criterio “tiene escaso sentido” seguir informando a diario la cantidad de nuevos contagios de coronavirus. Al respecto, coincidió en que “quizás habría que reverlo y ajustarlo, a los efectos de que sea una información útil para la ciudadanía”, pero opinó que “tiene que haber un estado de situación permanente para la gente”, con el fin de que la gente “tome las medidas no farmacológicas de cuidado: tapabocas, la distancia, evitar aglomeraciones, porque son las medidas que hoy van a permitir contener la situación”.