Entre autoridades de la Junta Nacional de Drogas (JND), el Ministerio de Turismo, y por parte de activistas, autocultivadores y miembros de clubes cannábicos, ronda desde hace ya un tiempo la idea de que en Uruguay se comience a fomentar el turismo relacionado con el consumo de marihuana.
Este viernes se dará un paso cuando se presente al Parlamento un proyecto de ley impulsado por el diputado del Movimiento de Participación Popular (MPP) Eduardo Antonini, que busca introducir cambios en la legislación respecto del tema y permitir a los turistas acceder a cannabis de forma legal.
El proyecto, al que accedió la diaria, especifica en su primer artículo que “las personas no residentes que se encuentren legalmente dentro del territorio de la República podrán acceder, durante el tiempo que dure su estadía, a los mecanismos de expendio de cannabis y sus derivados para consumo personal” previstos en la Ley 19.172 de regulación del cannabis.
A su vez, los emprendimientos turísticos “que se encuentren acreditados ante el Ministerio de Turismo” podrán asociarse con los clubes de membresía “o contar con ellos dentro de sus instalaciones”. De aprobarse la ley, además, se modificaría la cantidad de plantas y de miembros que pueden tener estos clubes de membresía: de 45 miembros se pasaría a un máximo de 200, y la cantidad de plantas sería de 300 y no de 99 como es hasta el momento.
De acuerdo a la exposición de motivos, el proyecto busca potenciar el turismo debido a “la importante crisis que sufre” tras los dos años de emergencia sanitaria por la pandemia de covid-19.
Según un informe de Uruguay XXI que cita el legislador, hoy en día son “más de 120” las empresas vinculadas a este sector, “de las cuales más de 80% son mipymes”. En Uruguay, “el sector cannábico genera más de 1.000 puestos de trabajo directos, ampliándose significativamente en épocas de zafra y cosecha”.
“A nivel internacional el turismo cannábico abarca diversas ramas de actividad que exceden ampliamente la producción, distribución y venta de cannabis; tiene incidencia en todos los rubros beneficiados por la afluencia de turistas: transporte, hotelería, gastronomía, comercio en general, actividad cultural”, continúa el texto de la exposición de motivos. También cita el “ejemplo pionero” de los Países Bajos, “donde la existencia de los coffee shops desde hace décadas ha promovido un muy importante y regular caudal de visitantes a dicho país en razón de dicha actividad”, en lo que consideran que es “un atractivo diferencial a la hora de elegir un destino de los y las viajantes”.
Posturas desde el oficialismo
La marihuana y el acceso legal a esta es un tema que divide a la interna de la coalición de gobierno, ya que Cabildo Abierto y otros grupos lo rechazan. En su momento el secretario general de la JND, Daniel Radío, sostuvo durante una comparecencia en la Cámara de Diputados, tener “la genuina sospecha” de que los turistas que llegaban a Uruguay adquirían marihuana en el mercado ilegal, por lo que “sería buena idea explorar la posibilidad” de que pudieran hacerlo dentro de la norma.
El propio Radío dijo también a la diaria que existen “varios aspectos” para instrumentar una política de venta de cannabis a turistas: por un lado, “un tema cultural”; por otro, las “modificaciones jurídicas”, y por último, “cómo lo operativizamos”. Esto abre una serie de interrogantes: “¿Qué cannabis se va a vender a los turistas? ¿Es todo igual de aquí para adelante o podemos pensar una solución provisoria para después ir teniendo otro tipo de alternativas? ¿Quién lo va a vender? ¿Cómo va a ser el tema del registro?” Todas estas, indicó, “son discusiones que tenemos que dar”.
El exministro de Turismo Germán Cardoso también apoyó la idea cuando se encontraba al frente de la cartera, cuando durante una comparecencia ante los medios dijo observar que “permanentemente llegan turistas, y tanto en hoteles como en comercios legales establecidos para la comercialización de productos derivados del cannabis ingresan solicitando la compra de marihuana”. Ante eso, se preguntó “si es lógico que un uruguayo pueda comprar para consumir y un extranjero no lo pueda hacer. Estamos impulsando al extranjero a que vaya a la ilegalidad”.
Sin embargo, desde Cabildo Abierto se impulsó un proyecto que fue criticado por el propio Radío y que buscaba fomentar la “internación compulsiva de adictos”; a principios de este año, el diputado Martín Sodano, respondió a las críticas de Radío, a quien acusó de “promocionar el consumo turístico y el ingreso del cannabis a las cárceles”.