El presidente Luis Lacalle Pou se reunirá este martes a las 18.00 en la Torre Ejecutiva con el senador Carlos Camy y el intendente de Soriano, Guillermo Besozzi, ambos dirigentes de Alianza Nacional, para evaluar la representación que tiene el sector que fundó Jorge Larrañaga en el gobierno.
El encuentro se da luego de la renuncia del director general de Secretaría del Ministerio del Interior, Luis Calabria, un dirigente de Alianza Nacional y hombre de confianza de Larrañaga. Su puesto fue ocupado por Nicolás Martinelli, que hasta ahora se desempeñaba como asesor de Presidencia y antes había sido el número tres del Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
Desde Presidencia aseguraron a El País y a Telemundo que se entiende que el cargo en el Ministerio del Interior no era un cupo de Alianza Nacional, sino que lo ocupaba Calabria a pedido de Larrañaga y luego se mantuvo en la gestión de Luis Alberto Heber. En ese entendido, el puesto bien puede ser ocupado por un hombre de confianza del nuevo ministro y del presidente, como lo es Martinelli. El exasesor de Presidencia fue suplente en la Cámara de Diputados del actual titular del Mides, Martín Lema, y también cuenta con el respaldo del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado.
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Calabria sobre su renuncia: “No sé si fue exagerado o no, yo era el dueño de mi reacción”
El exjerarca del Ministerio del Interior habló sobre su renuncia, que se precipitó luego de que se conociera que había ido al oftalmólogo en el Hospital Policial, en medio de la polémica por el uso que le dieron dirigentes frenteamplistas a la institución, cuando ocupaban cargos en el ministerio. En diálogo con El Observador Calabria apuntó: “No sé si fue exagerado o no, yo era el dueño de mi reacción y las consecuencias las corro yo. ¿Quién tiene un ‘reaccionómetro’? En todo caso exagerado fue usar a la familia para equiparar cosas que no son equiparables”.
“Fue la respuesta a mi manera de ver la vida y la política. Cuando vi que había expuesto a mi familia, que había expuesto mi historia de vida, mi vocación, que podía exponer a mi gobierno, no dudé ni un minuto, con la renuncia busqué cuidar lo que tenía que cuidar: mi familia y mi gobierno, y mi propia manera de ver las cosas y la dignidad de mi vocación”.
Consultado sobre si cree que actuó mal al haber utilizado el servicio del Hospital Policial, Calabria respondió: “Se juntaron dos planos. Uno es el hecho, y el otro es el del uso político del hecho. El hecho es si las autoridades del ministerio tenemos derecho o no a utilizar el Policial. Aun si fuera normativamente posible, la opinión política que tiene el gobierno es que está mal. El presidente lo dijo el lunes pasado en Rocha: ‘espero que no’. Por tanto, el único paso congruente fue el que di. Y no me permití exponer al gobierno a vivir una contradicción. No me lo hubiera perdonado y no me lo perdoné. Hice lo máximo que podía hacer. El otro plano, que era concurrente con el anterior, es cómo se manejan los hechos. Y en el manejo del hecho tocaron a mi familia y no lo admito”.
Calabria aseguró que la forma en la que se divulgó la noticia fue lo que lo llevó a presentar la renuncia. Sobre esto dijo: “Lo que me indignó fue que se evidenciaba que no habría escrúpulos. Porque metieron familia. Se vio que no iba a haber límites; bueno, el límite lo puse yo. Me salí de la cancha, no estaba dispuesto de exponer ni a mi familia, ni al gobierno ni a mí mismo al veredicto de nadie. No estaba dispuesto a validarles su mezquindad. La sola posibilidad de que eso pasara reafirmó una decisión ya resuelta”.