Luego de que Luis Calabria renunciara como director general de Secretaría del Ministerio del Interior (MI) por haber utilizado el Hospital Policial para una consulta médica, este domingo se supo que para su lugar fue designado Nicolás Martinelli, quien desde febrero de 2021 trabajaba como asesor del presidente Luis Lacalle Pou en la Torre Ejecutiva. Durante el primer año de gobierno se había desempeñado como director general de Secretaría del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), donde ganó visibilidad mediática gracias a que fue el encargado de anunciar los resultados de las auditorías sobre la administración anterior en conferencias de prensa.

Martinelli es del “riñón” de Lacalle Pou y fue su asesor jurídico cuando el hoy presidente era senador –en el período pasado–, por ejemplo, para la preparación de proyectos de ley. En las elecciones nacionales de octubre de 2019 figuró como primer suplente de Martín Lema para la Cámara de Diputados por la lista 404. Esto marca una diferencia con Calabria, que integra el sector Alianza Nacional (AN).

Según el currículum de Martinelli disponible en la web de Lacalle Pou, donde se lo presentaba como parte de su equipo técnico, además de ser abogado, tiene “cursos de especialización en Administración Financiera y Comercio Exterior”. En el ámbito privado trabajó como “responsable del departamento jurídico de Teyma-Abengoa” (2013-2015) y fue abogado “en el sector societario y contencioso del estudio Posadas, Posadas y Vecino” (2007-2010).

Cuando Martinelli se alejó del Mides lo hizo en medio de rumores de una mala relación con el entonces encargado de la cartera, Pablo Bartol. Según supo la diaria en su momento, Bartol no estaba de acuerdo con la “notoriedad” que daba a las auditorías. En declaraciones a Desayunos informales, Martinelli había descartado que diferencias con Bartol o el resto del equipo hayan sido determinantes para su alejamiento del Mides, y señaló que Lacalle Pou lo llamó para trabajar con él porque necesitaba a alguien “que lo ayudara con los informes jurídicos, a ponerle pienso a los proyectos que llegan, a canalizar proyectos en los diferentes organismos y darles seguimiento”.

Tres meses después de que Martinelli se fuera del Mides, Bartol también dejaría su cargo y sería sustituido por Lema, quien justamente fue uno de los nacionalistas que saludó el nombramiento de Martinelli en su cuenta de Twitter en la tarde del domingo, apenas se conoció la noticia. El ministro escribió que tiene “toda la confianza” puesta en Martinelli, y “sus grandes atributos como persona y profesional harán que esté a la altura de la responsabilidad”.

Por otro lado, el diputado Mario Colman, de AN, dijo a la diaria que ya Lacalle Pou había señalado que Calabria estaba en ese puesto “no porque el cargo computara para AN” sino “por sus condiciones personales y profesionales”. Además, “era una persona de plena confianza” del ministro Jorge Larrañaga, “y después, obviamente, como había ejercido muy bien su cargo, continuó con el nuevo ministro”, Luis Alberto Heber.

Colman subrayó que el mecanismo no es “si sale uno de AN, entra otro de AN”, sino que seleccionan a “los que están mejor para desempeñar el cargo”, ya que si no fuera así, “la cuota de la 404 ya está más que pagada”. “No pasa por ahí, sino porque se necesita, y a esta altura del partido hay que dejar de pensar tanto en sectores, sobre todo en un ministerio que es tan importante para nosotros. Creo que pasa, incluso, porque es una persona de confianza del presidente. Pone un foco en eso”, sostuvo. Agregó que, en todo caso, mirándolo con la “teoría de las compensaciones”, el lugar para AN vendrá “en otro espacio”. 

“El peso del lacallismo es cada vez más grande”

La designación de Martinelli generó reacciones inmediatas en la oposición. El domingo de tarde, Eduardo Brenta, senador suplente del Frente Amplio (FA), escribió en su cuenta de Twitter que “sucedió lo previsible, el herrerismo se adueñó del MI”, y “el desplazamiento de Calabria será recordado como el fin de los restos de wilsonismo que aún sobrevivían en el Partido Nacional” (PN).

En diálogo con la diaria, Brenta dijo que no sabe el origen de la decisión pero sí “cuáles son las consecuencias”, ya que “lo que se suponía que representaba al wilsonismo en el PN, más allá de que fuera o no, es AN”, y la muerte de Larrañaga “claramente debilitó eso”. Recordó que hace pocos días el intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, se desvinculó de ese sector.

“Y ahora, en un ministerio donde Heber había mantenido al equipo, primero hicieron renunciar a Calabria, solamente para sostener la denuncia contra Charles [Carrera, senador del FA]; no hay otra explicación, porque echarlo porque hizo una consulta oftalmológica parece un exceso. Y al mismo tiempo, no lo sustituyen por alguien del mismo palo sino del entorno más cercano a Lacalle, y obviamente del herrerismo”, subrayó.

Por lo tanto, para Brenta, “el peso del herrerismo y el lacallismo en el gobierno es cada vez más grande”, y a eso hay que sumarle que el senador Guido Manini Ríos, líder de Cabildo Abierto, el jueves se reunió con Heber para que le informara el “famoso plan” contra el narcotráfico, así que “la coalición no conoce el plan”. En opinión de Brenta, el herrerismo “cada vez tiene más peso” en el gobierno, “asegurando lugares clave”, quizás “previendo el alejamiento de algún partido de la coalición”. 

A su vez, también en Twitter, la diputada suplente del Movimiento de Participación Popular Margarita Libschitz se refirió con ironía al nombramiento de Martinelli: “Por suerte arranca el clásico y ni prestamos atención a que el nuevo tres del MI fue el tres del Mides y después asesor de presidencia. Un todoterreno, digamos. Sigan en lo que estaban”.