“Cumplimos el compromiso de comenzar la recuperación en 2022”, afirmó a través de Twitter el ministro de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Pablo Mieres. El jerarca comentó que como la inflación cerró en 8,3% y el Índice Medio de Salarios (IMS) en 9,6%, “el poder adquisitivo del salario promedio aumentó más de un punto” en 2022. Así comenzó un proceso de aumento del poder de compra que “seguirá recuperándose en 2023, como prometimos”, aseguró el miércoles.
La afirmación del jerarca recibió cuestionamientos y algunos matices. En diálogo con la diaria, Daniel Olesker, economista y presidente de la Comisión de Asuntos Sociales del Frente Amplio (FA), sostuvo que “no puede decirse que el salario real creció en 2022” y agregó que la utilización por parte de Mieres de los datos de noviembre –en el caso del IMS– y de diciembre –en el caso de la inflación– “es inconsistente, teóricamente inadecuada y políticamente oportunista”. En Twitter, planteó: “Si fuera alumno de Economía Laboral, perdería el curso”.
Según Olesker, se observa una pérdida de 0,4% al comparar el salario real promedio de 2022 con el salario real promedio de 2021, lo que representa “el tercer año consecutivo de caída del salario real”. El “más de un punto” a favor al que alude Mieres, sostuvo, refiere a la comparación entre diciembre y diciembre, y a que “en los últimos meses la trayectoria del salario real está creciendo”, pero no así en el promedio de 2022.
Con base en datos del tercer trimestre, el Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT informó que el poder de compra del salario real promedio se ubicaba 3,5% por debajo del nivel que tenía en 2019. En su momento, el MTSS remarcó en un informe que entre julio de 2020 y julio de 2022 27,4% de los trabajadores del sector privado no tuvo pérdida salarial, en referencia a la heterogeneidad salarial de las ramas de actividad.
Olesker señaló que los sectores que no sufrieron pérdida salarial fueron aquellos que “tuvieron una fuerte organización sindical y lograron adelantar los correctivos”, como por ejemplo las industrias de la construcción y la metalúrgica. Indicó que el mantenimiento del poder de compra estuvo “mucho más vinculado a la lucha sindical que a una política deliberada” del gobierno, dado que algunos sectores que crecieron “muchísimo”, como los frigoríficos, no tuvieron la misma trayectoria salarial.
El dirigente socialista consideró que el hecho de que el proceso de deterioro del poder de compra se haya interrumpido al cierre de 2022 “no es casual”, así como tampoco lo es que probablemente “vaya a crecer en 2023 y 2024”. “La estrategia salarial del gobierno es hacer perder fuertemente dos años, hacer perder un poquito el tercer año y empezar una trayectoria de recuperación que permita recuperar antes del quinto año [del período de gobierno], con vistas a la perspectiva electoral de 2024”.
El efectivo cumplimiento de la estrategia, sostuvo, “depende de una cantidad de circunstancias, como la inflación, los acuerdos salariales que se negocien y otros factores”. Sin embargo, Olesker opinó que “lo importante es discutir que, aun si lo logran, sería en un contexto de una economía mucho más rica”.
Cuesta Duarte: el poder de compra “sigue siendo más bajo que en 2019”
“Podríamos decir que [Mieres] tiene razón”, comentó a la diaria Bruno Giometti, economista del Cuesta Duarte, pero agregó que también es cierto decir “que el salario real cayó en 2022”. Aunque parezca “una cosa contradictoria”, sostuvo, “esto tiene que ver con cuál es el período y cuál es la metodología que uses para el análisis; ambas [afirmaciones] pueden tener parte de razón”.
En el análisis de Mieres, “sería como comparar el salario real medio de un trabajador en diciembre de 2022 con el que tenía en diciembre de 2021”, lo cual, con base en los últimos datos de inflación, “da una mejora de un punto”, mientras que “en el global de 2022” el salario real de un trabajador promedio “estuvo peor que en el global del año 2021”, apuntó.
Giometti puntualizó que “para hablar de una recuperación completa, el salario tendría que crecer mucho más, de forma que compense esos meses durante los cuales estuviste perdiendo” con respecto a 2019.
Por eso mismo, para el economista del Cuesta Duarte no debería hacerse “tanto hincapié en la discusión técnica sobre si el salario empeoró o mejoró” en 2022 en comparación con 2021, dado que, aun en el mejor de los casos, “sigue siendo más bajo que en 2019”, mientras que “la economía es más grande”. “Esa es la comparación relevante en la discusión”.
Según datos de Uruguay XXI, en 2022 hubo récord de exportaciones, con un total de 13.356 millones de dólares, 16,5% más que en 2021. En tanto, el Banco Central estimó recientemente que en 2022 la economía uruguaya creció por encima de 5%, ya habiendo recuperado, tras la pandemia, el nivel que tenía en 2019.
En este contexto, Giometti subrayó que si bien “hay más para repartir”, la porción de los trabajadores “no solamente no subió en la misma proporción que la economía, sino que disminuyó en términos absolutos”.
En línea con esto último, Olesker resaltó que aunque el gobierno cumpliese su compromiso de recuperar el salario perdido antes del final del mandato, “sería de cualquier manera con un PIB 10% más rico”. Esto “quiere decir que en este período las ganancias del capital aumentaron muchísimo y hubo una gran concentración de la riqueza”.