Durante seis horas, la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Senadores recibió este miércoles a las autoridades del Consejo Directivo Central (Codicen) y de la Dirección General de Educación Secundaria (DGES), a raíz de la convocatoria de la bancada del Frente Amplio (FA), que pidió respuestas sobre los hechos ocurridos en el liceo IAVA. En la reunión también participaron integrantes de la comisión homónima de Diputados, que concurrieron a escuchar las explicaciones sobre uno de los temas que cobró mayor relevancia en la agenda pública en los últimos días.

Una vez acordada la comparecencia, el senador del FA y presidente de la comisión, Sebastián Sabini, había manifestado en una rueda de prensa que la solución “es volver para atrás” con el sumario que la DGES impuso al director del IAVA e implicó la separación del cargo con retención salarial por seis meses. El otro camino posible, según el senador, era “establecer un camino de diálogo con los estudiantes”.

Sin embargo, la senadora nacionalista Graciela Bianchi dejó en claro que el sumario no es reversible y señaló que el conflicto deberá dirimirse en las instancias de negociación que el martes inició el Codicen con los profesores sindicalizados. Bianchi defendió el uso del término “insubordinación” que incluyó Secundaria entre las supuestas faltas que cometió el director del IAVA. En primer lugar, manifestó que la directora del organismo, Jenifer Cherro, se limitó a “transcribir” las conclusiones primarias de la División Jurídica de la DGES, a la que le solicitó un informe aunque podía haber definido la instrucción del sumario sin necesidad de hacerlo.

La legisladora afirmó que “eso está en el decreto 500”, de 1991, pero la norma no menciona la palabra “insubordinación”. En suma, apuntó que “hay muchas leyes que usan ese término”, que “no está dicho en un sentido castrense” sino de “obedecer las normas”. Por su parte, Bianchi cargó contra el Gremio Estudiantil del IAVA y aseguró que “no son representativos” de los 1.965 alumnos que concurren al liceo y, además, afirmó que hicieron “papelones” con su protesta, ya que “gritaban cualquier cosa”.

En cambio, desde la oposición no se mostraron conformes con las explicaciones de Cherro. Sabini señaló que “la única salida posible a este conflicto es el diálogo” y que “los que tienen que propiciar ese diálogo son las autoridades”, especialmente cuando se trata de adolescentes. Como Cherro se refirió a la violencia de las canciones de los estudiantes que protestan contra ella y las inspectoras de la DGES, el senador manifestó que “no puede ser que una directora de Secundaria diga que se asusta por cánticos”.

En una línea similar, la senadora Liliam Kechichian apuntó contra las inspectoras que semanas atrás visitaron el centro educativo y, según la directora general, se sintieron retenidas contra su voluntad en el centro educativo porque afuera del salón en el que estaban había una protesta estudiantil. “Nos dejó muy sorprendidos que personas con 30 o 40 años de experiencia en la educación se sintieran en una asonada, se sintieran copadas, casi secuestradas”, apuntó, en función de lo que explicó Cherro.

Los senadores cuestionaron que la DGES se escude en los informes jurídicos para justificar el sumario, ya que estos no son preceptivos sino “un elemento más que tienen que valorar las autoridades” para tomar decisiones que son políticas. Al respecto, Sabini y Kechichian señalaron que “no queda claro cuál es el motivo” por el que se sumarió al director y que, de las explicaciones que dieron las autoridades, concluyeron que “no hay ninguna insubordinación”. En cambio, los senadores se quedaron con la impresión de que a la DGES “no le gustó” el accionar del director, que “estaba tratando de articular con los muchachos”, dijo Kechichian. La senadora consideró que se trata de un conflicto que fue “sobredimensionado por las autoridades de la educación, que no lo han sabido manejar”.

Por su parte, el FA marcó la contradicción entre, por un lado, el discurso de los jerarcas de la ANEP sobre la necesidad de dotar de mayor autonomía a los centros educativos y de fortalecer el rol de las direcciones, y, por otro, lo ocurrido en el IAVA. Según plantearon, desde la DGES respondieron que la autonomía “no es para hacer lo que los chiquilines quieran”, por lo que, para los senadores, pareciera que las autoridades quieren “autonomía, pero siempre que no les cuestiones nada”. Sobre este tema, Sabini señaló que “la educación no es un ejército” y que “ni siquiera” en ese ámbito “hay que cumplir todas las órdenes”. “Las órdenes se valoran en función de un contexto, en este caso educativo, y si el director no siguió una orden verbal tendría sus razones educativas para hacerlo”, manifestó.

Durante la sesión, las autoridades políticas de la ANEP pidieron que el conflicto “no se politice”, a lo que desde el FA respondieron “que le avisen al presidente de la República”, que el miércoles se pronunció sobre el tema y respaldó el accionar de Secundaria. En suma, lamentaron que Secundaria no reconozca ningún error en su actuación en el conflicto y que sostenga que los únicos equivocados son los estudiantes y los docentes.