Porque no llueve lo suficiente y por “la gran disminución de agua dulce del embalse de Paso Severino”, ubicado en el departamento de Florida, OSE resolvió días atrás agregar agua del Río de la Plata al proceso de potabilización, según informó la empresa estatal en un comunicado. Esto implicó un aumento de la cantidad de cloruro y sodio en el agua que consume la población de Montevideo y el área metropolitana.
Con el respaldo del Ministerio de Salud Pública (MSP) y otros organismos públicos, OSE recomendó a la “población general” seguir bebiendo “las cantidades recomendadas de agua necesarias para el organismo”. Pero con una aclaración: las personas con “hipertensión” y “enfermedades renales”, así como las personas que por recomendación médica llevan “una dieta restringida en sal”, deben “extremar los controles de presión arterial, no descuidar sus controles médicos y, en caso de ser posible, consumir agua embotellada”.
La ministra de Salud Pública, la cabildante Karina Rando, dijo el viernes en rueda de prensa que por el momento el incremento de cloruro y sodio en el agua de OSE no supone “un problema de salud para la población general”, e indicó que la empresa estatal le solicitó al MSP –como medida excepcional– elevar el nivel de cloruro a 700 miligramos por litro y la cantidad de sodio a 400 miligramos por litro.
La normativa vigente establece como valores máximos permitidos 250 y 200 miligramos, respectivamente. Sin embargo, Rando señaló que “hay muchos países, como por ejemplo Estados Unidos y países de la Unión Europea, que ni siquiera ponen tope en la regulación de estos valores” y son considerados valores “secundarios”.
Rando también recomendó a “aquellos pacientes que tengan hipertensión arterial, sobre todo severa, que tengan que hacer dietas muy estrictas en cuanto a su consumo de sodio”, que “en la medida de lo posible, tal vez puedan tomar agua que sea embotellada”, pero dijo que se trata de una “pequeña fracción de la población”. Sin embargo, la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular, integrada por representantes del Poder Ejecutivo, la Facultad de Medicina y la Sociedad Uruguaya de Cardiología, señaló a través de un comunicado que “casi el 37% de los uruguayos tiene presión arterial elevada”, de los cuales un tercio “no lo sabe”.
La comisión advirtió que la hipertensión arterial es “el factor con mayor impacto” en la mortalidad de las enfermedades cardiovasculares, que a su vez representan la principal causa de muerte en el mundo, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda ingerir menos de 5 gramos de sal por adulto por día, esto es, menos de 2 gramos de sodio. En Uruguay, sin embargo, “se estima que el consumo aparente de sal [en promedio] es de 8,3 gramos”, lo que “equivale aproximadamente a 3,4 gramos de sodio”, advierte la comisión en el comunicado. El consumo promedio “es 66% superior a la recomendación para personas sin enfermedades vinculadas a su ingesta”.
En cuanto a la “asociación” entre la cantidad de sodio en el agua y su posible “efecto cardiovascular”, la comisión menciona que “un documento de la OMS de 1996” concluye que no hay evidencia entre “el contenido de sodio en el agua y el riesgo de hipertensión o eventos cardiovasculares”. No obstante, “en base a la evidencia actual”, sostiene que “el aumento en el contenido de sodio en el agua de consumo poblacional debe ser considerado como un aporte significativo diario de sodio”. En tal sentido, “la precaución en el volumen de su consumo deberá enfocarse en el grupo poblacional de mayor riesgo”, es decir, “añosos e hipertensos”.
Ortuño propuso bajar la tarifa de OSE
En este contexto, el director de OSE en representación del Frente Amplio (FA), Edgardo Ortuño, advirtió en un documento presentado ante el directorio de la empresa estatal, al que tuvo acceso la diaria, que en el porcentaje de personas con hipertensión en Uruguay hay “numerosos ciudadanos y ciudadanas que no pueden comprar agua embotellada”, tal como recomendaron OSE y el MSP. A su modo de ver, esto exige implementar medidas “que atiendan la vulnerabilidad social, como [un eventual] subsidio para la compra de agua embotellada en caso de necesidad”.
El FA planteó un conjunto de acciones para acompañar la “medida aislada” de tomar agua del Río de la Plata. Pidió elaborar un “plan de contingencia”, una campaña de comunicación para “sensibilizar” a la población y también “una compensación económica por la disminución de la calidad del servicio mediante un descuento en la tarifa de un 50% o de la totalidad para toda la población de la zona metropolitana financiada de cargo de Rentas Generales”. Apuntó que esto ya se hizo en 2015 cuando se registraron “eventos de olor y sabor” en Canelones y Maldonado.
Por otra parte, el FA propuso crear un “comité de crisis” con participación de los ministerios de Economía y Finanzas y Desarrollo Social, y también avanzar en “las obras de infraestructura necesarias” para garantizar el suministro de agua potable, como por ejemplo, “realizar un shock de inversiones en reparar las roturas y evitar las pérdidas visibles”.
Al respecto, Ortuño aseguró a la diaria que si no se hubiese detenido el proyecto de la represa de Casupá, incluso “no estando completo el llenado de la represa más que en un 15%”, actualmente la obra “estaría aportando más de 15 millones de metros cúbicos de agua para potabilizar”. En comparación a “los 9 millones que disponemos en estos días en Paso Severino”, afirmó que “realmente aportaría un alivio y postergaría la necesidad de adoptar estas medidas tan drásticas de emergencia”.
Consultado sobre las medidas que podría adoptar OSE en el corto plazo en caso de que no se registren suficientes precipitaciones, Ortuño señaló que “lo primero” sería “un aumento aún más significativo de la salinidad en el agua”. Mencionó que además podrían implementarse medidas restrictivas, como por ejemplo, cortes programados del servicio, porque “estaríamos en un escenario de merma casi total de las reservas de Paso Severino”.
“Uruguayos bebiendo sal con agua” y OSE “lo más campante”
Luego de la renuncia de Irene Moreira al Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial, después de que se supo que adjudicó una vivienda de forma directa a una militante de Cabildo Abierto, el diputado cabildante Álvaro Perrone expresó en Twitter su “total respaldo” a Moreira, quien, a su juicio, “actuó con una transparencia jamás vista”. Perrone aseguró que “esto sigue” y agregó: “Ahora faltan las renuncias por gestión, por ineptitud, gran parte de los uruguayos bebiendo sal con agua y las autoridades de OSE lo más campante”.
En una fecha que se determinará esta semana, el FA interpelará a Rando, al ministro de Ambiente, Robert Bouvier, y convocará al directorio de OSE por su gestión de la crisis a causa de la sequía. El encargado de la interpelación será el senador Enrique Rubio, quien dijo a la diaria que tanto las declaraciones como las decisiones de las autoridades “no solo dejan mucho que desear sino que están incurriendo en situaciones cada vez más graves”.
Según Rubio, “es claro” que existe “una situación de niveles críticos” en el suministro de agua potable que “no se quiso reconocer en los meses anteriores” por parte de la mayoría del directorio de OSE. “Por los datos que hemos recabado, hoy hemos llegado a una situación de niveles críticos. Las perspectivas son extremadamente complicadas”, afirmó.
Al igual que Ortuño, el senador frenteamplista cuestionó que hasta ahora no haya “ninguna medida de tipo social” que acompase el deterioro de la calidad del agua de OSE. “Si uno está afirmando, a través de comunicados públicos, que los hipertensos deben cuidarse en los niveles de consumo, entonces debería haber medidas que desde el punto de vista social hagan accesible el agua embotellada para sectores que no pueden financiar esto”, expresó.