La compra de una planta desalinizadora, anunciada el 16 de mayo por el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, como una de las medidas adoptadas frente a la crisis hídrica, no llegará el lunes 24 de julio como estaba previsto, por problemas de logística en los puertos en los que ha hecho escala el barco que la traslada. Por ese motivo, se estima que la planta llegará a Uruguay a fines de julio, informaron a la la diaria fuentes de la Universidad Tecnológica (UTEC), institución que adquirió la planta para usufructo de OSE.

Desde UTEC explicaron a la diaria que “las navieras dan un tiempo estimado de llegada, que va variando. Un día más o un día menos según el congestionamiento del puerto”. Por eso “no es que haya un retraso”, sino que se trata de algo “típico del funcionamiento de una naviera”. De todas formas, la fuente aseguró: “En unos días va a estar acá”.

En la conferencia de prensa del 16 de mayo, Delgado había señalado que la planta “seguramente” iba a estar operativa en la semana siguiente, es decir, entre el 22 y el 26 de mayo. Sin embargo, pasó poco tiempo para que ese primer plazo se descartara, luego de que fracasara el plan de traerla en el avión Hércules de la Fuerza Aérea.

El lunes 22 de mayo, en una rueda de prensa, Delgado explicó que “por 15 centímetros” no era posible introducir la planta en la aeronave y por eso debía ser trasladada en barco. Desde que se habilitó el traslado desde Houston, Estados Unidos, viene lentamente en un barco que ha hecho varias paradas en distintos puertos.

En diálogo con la diaria, el director de OSE por el Frente Amplio, Edgardo Ortuño, sostuvo que si la planta se hubiera incorporado en mayo, como anunció el Ejecutivo, “hubiera realizado una aporte muy modesto, de 150 metros cúbicos al día frente a la demanda diaria de 530.000 que tenemos en la región, pero útil para el abastecimiento puntual de algunos hospitales”.

No obstante, con esta demora y la evolución de las reservas de la represa de Paso Severino, “cuando llegue tendrá una utilidad menor y será más una inversión para uso experimental que una solución para la crisis”, expresó. “Con el dato de esta demora la compra no se habría justificado. Faltó previsión en ese sentido”, agregó.

Por su parte, el presidente de la Federación de Funcionarios de OSE, Federico Kreimerman, dijo a la diaria que, “más allá de la demora”, la medida de traer la planta desalinizadora “es absurda”. “Por un tema de escala, eso no era una solución más que para algo puntual como los hospitales. El caudal de la desalinizadora es algo así como 15 veces menos que el de consumo de Montevideo”, manifestó.