Este lunes frente al Ministerio de Desarrollo Social (Mides), sobre la avenida 18 de Julio, se llevó a cabo una movilización contra la gestión saliente, encabezada por el ministro Martín Lema, que se dedicará a la campaña electoral. En su lugar quedará Alejandro Sciarra, actual director nacional de Gestión Territorial de esa cartera.

La movilización fue convocada por la Comisión de Trabajadores Tercerizados nucleados en el Sindicato Único de Trabajadores de Instituciones Gremiales y Afines (Sutiaga) y también participaron los trabajadores agrupados en la Unión de Trabajadoras y Trabajadores del Ministerio de Desarrollo Social (Utmides) y personas en situación de calle.

Además de manifestarse en contra de la gestión, la convocatoria apuntó contra la reestructura del programa Calle, que se encarga de atender y acoger a personas mayores de 18 años que se encuentran en situación de calle. Estos cambios, que se darán a partir de abril, afectan a los refugios nocturnos, que reciben a personas entre las 18.00 y las 9.00. Diego Andrade, dirigente de Sutiga, dijo a la diaria que estos centros pasarán de recibir 20 personas a 40, lo que a su entender genera “un problema de hacinamiento grande”.

“Es imposible trabajar con esa cantidad de población, con todas las problemáticas que tienen de salud mental, de adicciones, que el propio gobierno y el ministro reconocen. No se entiende el porqué de ese cambio”, resaltó Andrade. El dirigente sindical agregó que también se da “una desprofesionalización”, ya que va a haber menos horas de psicólogos y asistentes sociales, sacando a estos especialistas de los refugios, dado que se creará “un aparato externo”, explicó.

“Nos parece muy simbólico que las personas que están en situación de calle también hayan querido venir este mismo día a despedir a Lema, y eso da cuenta un poco de que no es sólo una cuestión de trabajadoras y trabajadores, esto también es una cuestión de las personas que utilizan los diferentes dispositivos y programas del Mides”, enfatizó en diálogo con la diaria Ana Casteluccio, secretaria general de Utmides. “Es una confirmación de lo que nosotros pensábamos: es una muy mala gestión la de este ministro”, agregó.

Por su parte, las personas en situación de calle que estaban manifestándose repartieron volantes con una serie de reclamos concretos. Solicitaron la apertura de más centros de acogida, ya que, según destacaron, “el cierre de centros de contingencia ha traído como consecuencia el aumento de la gente durmiendo en la calle”. Se pidió además que dentro de los centros haya “mejores condiciones humanas”, ya que sostienen que, en muchos casos, existen problemas de hacinamiento, higiene y presencia de insectos.

La alimentación también formó parte de los pedidos. Según relataron, la “mayoría de los días es mala” y provoca que “muchos usuarios deban atenderse por intoxicación”. Por último, se solicitó el trabajo en una “política de inclusión real para las personas trans y las personas con discapacidad”.

Las proclamas: las políticas fueron “insuficientes y precarias”

“Las políticas públicas desarrolladas por el Mides son insuficientes y precarias”, se señala en las primeras palabras del comunicado de los trabajadores de Sutiga. “Este modelo de refugios –aguantaderos– tampoco va a solucionar la falta de cupos: hay 2.700 usuarios de refugios y esta reestructura solamente es de 1.000 cupos, dejando como resultado más violencia en las puertas de estos centros”, agregó el Sutiga.

“Este tipo de decisiones lo único que provoca en la sociedad son discursos de odio y aporofobia, siendo los únicos responsables las autoridades del gobierno, que son quienes las toman”, se remarcó en referencia a las situaciones de violencia que se generan como consecuencia de la falta de cupos y el hacinamiento.

“Mientras Lema se dedica a inaugurar dispositivos nuevos para la prensa y a hacer campaña electoral, las políticas que están hoy trabajando con la gente hacen agua por todos lados, fruto de la improvisación y la mala gestión. Esto se ve reflejado en la calle, porque hay muchos cortes de cinta, pero pocos recursos y centros que funcionen de verdad”, se apuntó en la declaración.

Asimismo, se afirmó que “los pobres no pueden seguir siendo un trampolín para sus deseos de ascenso personal político”, en referencia a Lema, y se advirtió que “los números que dan cuenta del crecimiento del fenómeno de personas sin techo contradicen los discursos vacíos que hablan de libertad”.

Por otra parte, Utmides denunció que el ministerio “se fue replegando cada vez más puertas adentro”, dado que “progresivamente los programas que trabajaban en territorio” fueron “pasando a las oficinas y dejando los barrios”.