El presidente de la República, Yamandú Orsi, disertó este martes en un almuerzo de trabajo organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM). El mandatario inició su discurso refiriéndose a sus “tropiezos discursivos”. “Capaz que algunas de las noticias más importantes con respecto a la figura del presidente en estos últimos meses ha sido la cantidad de tropiezos discursivos y los desvíos comunicacionales”, señaló.
En la última semana de noviembre, el presidente debió salir a aclarar sus dichos en dos oportunidades: primero, al ser consultado sobre la muerte de un policía, algo acerca de lo que no tenía conocimiento en primera instancia; segundo, por sus expresiones sobre el modelo de seguridad del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, la cual, según sostuvo en una entrevista con Búsqueda, “es un ejemplo a analizar”.
En tal sentido, Orsi expresó: “Quiero que sepan que si ‘tropiezo discursivo’ es decir lo que uno piensa, si ‘tropiezo discursivo’ o ‘torpeza’ es decir cuando alguien no sabe algo ‘mirá, eso yo no lo sé’, [entonces] lo voy a seguir haciendo, y les adelanto –incluso a los editores– que hoy va a ser un gran porrazo discursivo, porque así va a ser mi tónica de acá hasta cinco años más adelante”. Esto último levantó los aplausos del público presente.
“Y si no se entiende, se explica, porque mi vocación docente y mi profesión de docente tiene eso: uno lo explica una, dos y tres veces. Si no se entiende, no se entiende”, señaló Orsi, y afirmó: “Lo políticamente correcto, confieso, me tiene un poco cansado”. “A mí me gusta provocar discusión y bueno, y a veces la discusión empieza cuando uno plantea lo que verdaderamente piensa. Y ahí aparece el tema de la corrección o la incorrección”, añadió.
“La herencia recibida no fue un desastre”, pero “tampoco fue el paraíso”
Luego de dicha introducción, el presidente se dispuso a “clarificar” en qué estado recibió el gobierno el país por parte de la administración anterior e hizo un repaso de las principales acciones que ha llevado adelante en sus primeros nueve meses de gobierno.
“Que quede clarísimo que acá, en ninguna de las palabras en este análisis, va a haber un traslado de culpas, sino que es aclarar”, puntualizó. En ese sentido, el presidente dijo que “la herencia recibida no fue un desastre”, aunque “tampoco fue el paraíso, porque así es siempre o casi siempre; así es en Uruguay”.
“Cuando llegamos al gobierno nos encontramos con un país que tenía fortalezas macroeconómicas, y es justo reconocerlas, pero también con una situación bastante más pesada y compleja de lo que teníamos o de lo que se nos había anunciado”, apuntó. La realidad que recibió el gobierno, según Orsi, “combinaba problemas fiscales, sociales e institucionales que, a su vez, condicionan la capacidad de acción inmediata”.
Sobre el déficit fiscal, el presidente sostuvo que “los números mostraban una realidad un poco más dura de lo esperado”. “El déficit real rondaba el 4% del PBI [producto bruto interno], bastante más por encima de lo que suponíamos allá en 2024, y junto con ese déficit aparecieron deudas postergadas, obligaciones que no estaban registradas con claridad, más de 160 millones de dólares en el Ministerio de Transporte [y Obras Públicas] o más de 100 [millones de dólares] en ASSE”, señaló.
“A esto se suma que varias decisiones presupuestales del último período implican ingresos adicionales por 970 millones de dólares para este año, justamente por haber postergado gastos y cargas que ahora el nuevo gobierno, como corresponde, tiene que asumir”, expresó. El presidente también mencionó el embargo de las cuentas del Estado uruguayo en Luxemburgo por el incumplimiento del pago de un laudo internacional y, si bien señaló que esto se superó en los primeros meses del gobierno, sostuvo que el tema “generó preocupación, más si tenemos en cuenta que no lo teníamos claro o no teníamos la información precisa”.
En el plano social, Orsi dijo que se asumió “una situación social compleja”, en referencia a la pobreza infantil, que “había crecido significativamente, llegando hasta el 20% en 2024”. Al mismo tiempo, “el país alcanzó un récord histórico de personas viviendo en situación de calle”, apuntó. “No son números, son rostros concretos, compatriotas que sufren aislamiento, abandono, problemas de salud mental, adicciones, etcétera”, resaltó.
En materia de salud, el presidente dijo que el punto de partida fue “un sistema tensionado al extremo”, con “mutualistas que estaban bajo situación financiera crítica, un récord de juicios contra el Estado y una población reclamando medicamentos y tratamientos que el sistema no estaba pudiendo garantizar”.
“Hay que ver de qué forma logramos el objetivo central, que es tener las patrullas”
El mandatario se refirió también a “los contratos que generaron una revisión inmediata”, entre ellos, el acuerdo suscrito con el astillero español Cardama para la construcción de dos patrullas oceánicas para la Armada uruguaya, que el actual gobierno denunció penalmente por indicios de “fraude” en torno a la garantía presentada. “Frente a eso hay dos caminos, pero es inevitable transitar uno: o miramos para otro lado y barremos bajo la alfombra, o encaramos el tema y actuamos; elegimos actuar resolviendo el problema”, afirmó el presidente, y aseguró “que las patrullas oceánicas van a estar”.
Ante una pregunta del público sobre si el gobierno pretende rescindir el contrato con Cardama o negociar las condiciones, el presidente dijo que, “ante las claras irregularidades que surgieron cuando tuvimos que hacer frente o echar mano a la garantía porque se vencían los plazos”, el gobierno decidió “entrar a caminar un proceso hacia terminar con eso, porque no íbamos a terminar bien”. “Lo que es cierto es que tenemos que cuidar los recursos”, agregó.
El presidente dijo que se trata de “un proceso que incluye de todo” y que, en primer lugar, implicó la presentación de una denuncia ante la Justicia, “pero después hay que ver de qué forma logramos el objetivo central, que es tener las patrullas”.
Señaló que la compra de las patrullas “fue una buena decisión en su momento”; no obstante, dijo que “la empresa elegida no nos parece –o no me parece– que sea la adecuada, a tal punto que creo que se corre un riesgo de no cumplir el objetivo”. “Dije, y sostengo, que las vamos a tener que tener sí o sí. Anunciamos un camino hacia frenar el proceso que venimos llevando adelante con esa empresa, tenemos que ver cuál es la mejor forma”, expresó.
Regulación de despidos: “Es bueno que se analice”
Consultado sobre el proyecto de ley anunciado por el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Juan Castillo, para establecer que las empresas deban informar a la cartera antes de ejecutar despidos masivos, Orsi dijo que “lo que está haciendo el ministerio es analizar una disposición de la OIT [Organización Internacional del Trabajo], que se traducirá en un proyecto de ley o no”.
“Se analiza, se ve, vendrá a consideración de Presidencia y después, por supuesto, el Parlamento es el que resuelve”, afirmó. “Llegado el momento, cuando el ministerio entienda que está en condiciones de presentarnos alguna propuesta, lo veremos y ahí resolveremos”, añadió.
Para Orsi, “es bueno que se analice, sobre todo teniendo en cuenta que son cosas que la OIT plantea”. De todos modos, puntualizó: “No estoy diciendo que haya un proyecto acá, que lo vaya a presentar, es un proceso que se está dando en el marco del ministerio y que después será elevado a consideración del Consejo de Ministros o del presidente”.