Zaida Arteta asumió la presidencia del Comité Ejecutivo del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) este miércoles. Arteta encabezaba la lista Fosalba, de izquierda, que al igual que en el período anterior fue la más votada en las elecciones del SMU. La asunción se realizó durante la sesión del Comité Ejecutivo del SMU y coincidió con la conmemoración de los 101 años del sindicato.

El presidente saliente, Gustavo Grecco, se mostró complacido con el recambio y con la paridad de género del nuevo Ejecutivo: las representantes mujeres ocupan cinco de los diez puestos médicos en el órgano y uno de los tres cargos estudiantiles. Valoró, además, que por segunda vez el SMU tendrá una presidenta mujer; la primera había sido Graciela Dighiero, en 1989.

“Es un hecho más que significativo de un cambio que tenemos que imponer por los hechos más que por los dichos”, dijo Grecco, que recordó que 60% de los médicos son, en realidad, médicas, y que “la inequidad y las brechas existen”. Agregó que “las condiciones de trabajo, de salario, en oportunidades es motivo de lucha permanente de este sindicato”.

Nueva representación

En las elecciones, que se desarrollaron el 28 y 29 de julio, Fosalba obtuvo cinco puestos médicos en el Comité Ejecutivos, Juntos cuatro y Gremialismo Auténtico, uno. Por el orden estudiantil la Asociación de Estudiantes de Medicina (AEM) consiguió dos puestos y Estudiantes Independientes por el Cambio, uno.

Arteta fue votada por unanimidad como presidenta; de esa forma también fue designada la vicepresidenta, Verónica Pérez Papadópulos, quien encabezó la agrupación Juntos, que nació en estas elecciones y nucleó a tres listas (Médicos por el Cambio, Gremialismo Independiente y la Unión Gremial Médica). La propuesta de que Pérez Papadópulos ocupara ese cargo fue anunciada así por Arteta: “Hemos estado conversando y nos parece que es muy importante generar un cogobierno entre distintas visiones y agrupaciones dentro de este sindicato es algo fundamental y por eso vamos a hacer esa propuesta”.

José Minarrieta, de Fosalba -fue director del Hospital Maciel entre 2019 y 2020- asumió la secretaría médica y Álvaro Dendi (de Juntos, por Médicos Independientes) volverá a ocupar el cargo de tesorero, como lo fue en el período pasado. El resto de los cargos serán definidos el próximo miércoles, cuando el Comité Ejecutivo levante el cuarto intermedio que instaló en esta sesión.

Trabajo en equipo

La ceremonia fue breve, con un aforo limitado, y además de los referentes del SMU estuvieron el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, y el subsecretario, José Luis Satdjian, así como el presidente y el gerente general de la Administración de los Servicios de Salud del Estado, Leonardo Cipriani y Eduardo Henderson, respectivamente.

Pérez agradeció la confianza y que se haya considerado la proporcionalidad de votos al momento de conformar el Ejecutivo. Se comprometió a intentar “promover un ambiente de cordialidad con un trabajo en equipo”, “independientemente de algunas discrepancias”. Confió en que todos los integrantes están “en consonancia de seguir trabajando y de trabajar en grupo”, así como de “promover un ambiente de diálogo y de cordialidad en trabajo”.

Minarrieta dijo que el cometido de la gestión será defender los intereses de los profesionales, especialmente “de los médicos que trabajan para ganar su salario”. Adelantó que promoverá que los referentes firmen una declaración de conflicto de interés: “es clave”, subrayó. Además de “defender nuestras conquistas, profundizar otras y lograr nuevas” señaló que se defenderá y mejorará al sindicato como herramienta.

Arteta valoró que esta última elección se alcanzó “la mayor votación de los períodos posdictadura”. Anunció que su gestión se apoyará en cinco pilares que apuntan a “cuidar la salud y la vida”. Encabeza esa lista “la equidad de género en el ejercicio de la profesión y gremial”. Mencionó que en 2020 el SMU hizo una encuesta sobre violencia basada en género y que las respuestas mostraron “cifras muy altas y relatos que hemos naturalizado sin resistencia”. Eso “debe ser revertido con acciones positivas, no podemos tolerar ganar menos, no acceder a los lugares de dirección o de representación real, que se argumente que equis especialidad no es para las mujeres o que existan servicios donde sistemáticamente se contratan varones para el ejercicio de la profesión. Hago un llamado a las colegas a denunciar estas situaciones y a trabajar para revertirlas”, alentó.

“Generar mucho trabajo y austeridad en el sindicato” es el segundo pilar que mencionó. En tercer lugar nombró “el cuidado y la defensa de los médicos y médicas, su vida, su trabajo” para alcanzar la calidad de la atención que, según dijo, “debe ser medida y demostrada con indicadores de resultados, en el vínculo de las personas, en el acceso real a la atención sanitaria”. Para eso, dijo que es necesario continuar la reforma del trabajo médico, mejorar la dotación de las puertas emergencia, eliminar el trabajo precario y crear centros de referencia. La formación académica técnica y profesional es otro de los pilares; hizo énfasis en que no se trabaje sólo con “la población más vulnerada” y en que haya “formación continua y recertificación”. Por último, mencionó la necesidad de “eliminar la violencia” y “sustituirla por el diálogo permanente con todos y todas”.

Renovación

Sofía Figueroa, representante estudiantil por el lema René Favaloro de la AEM, mostró preocupación por “el marcado descenso” del voto estudiantil que hubo en las últimas elecciones y cuestionó el “alto valor” de la cuota social del SMU. Dijo que su agrupación hace énfasis en la salud colectiva y el derecho a la salud, con una mirada interdisciplinaria.

“El sindicato no debería permanecer disociado de la sociedad” dijo, y sugirió que salga “de las cuatro paredes y más allá del modelo biomédico, hegemónico, el cual desde un paradigma reduccionista, individualista, biologicista, mercantilista, ahistórico, jerárquico y patriarcal limita conceptualmente los procesos de salud, enfermedad, atención y prevención” negando los determinantes sociales de la salud, ligados a la “desigualdad económica y las decisiones políticas”.

Adelantó que “quienes aspiran a lucrar con la salud no cuentan con nosotres”, anunció su compromiso para trabajar con perspectiva de género y de generaciones, “por un sindicato que una e incluya y que reproduzca estas lógicas de opresión”.