El Poder Ejecutivo prepara el proyecto de ley de Rendición de Cuentas que debe enviar al Parlamento antes del 30 de junio, en el que se definen los cambios presupuestales y las eventuales nuevas partidas para cada área del Estado. En el caso de la salud, varios temas dominarán la agenda: las carencias materiales y de recursos humanos, las áreas de fiscalización del sistema mutual, y los proyectos que pretende impulsar el Hospital de Clínicas.

En primer lugar, las dificultades con los recursos humanos en diferentes centros de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) es uno de los temas de agenda en la previa de la Rendición de Cuentas. Sobre todo a partir de abril, cuando el gobierno cesó la emergencia sanitaria y comenzaron algunos cambios y dificultades con los contratos del personal de salud que se habían efectuado en el marco del Plan de Contingencia por Covid-19. Por ejemplo, con los cambios en 17 cargos de la guardia interna del Instituto Nacional de Ortopedia y Traumatología.

Al respecto, Leonardo Cipriani, el presidente de ASSE, declaró este martes a la prensa que los recursos humanos son un tema “presente para esta Rendición de Cuentas, e incluso ya hemos trabajado con [el Ministerio de] Economía sobre qué servicios consideramos que son importantes y los vamos a dejar en funcionamiento”.

Por otra parte, también vinculado con los recursos humanos y según informó el semanario Búsqueda, el gobierno evalúa incluir un artículo en la Rendición de Cuentas para contratar a casi 100 trabajadores del MSP que no entraron por concurso. El subsecretario de Salud Pública, José Luis Satdjian, aclaró a la prensa que por el momento lo que hay es “un estudio exploratorio” para presupuestar 96 cargos, de los cuales “la mitad ingresó en el año 2000”. Resaltó que “no hay vinculación partidaria”, luego de que Búsqueda informara que varios de los posibles beneficiados ocupan cargos de confianza por Cabildo Abierto. A su vez, Satdjian dijo que aunque la consulta a los funcionarios se dio ahora en el marco de la Rendición de Cuentas, “la intención de presupuestar está desde que comenzó el mandato”.

“¿Con qué se va a cubrir la atención?”

En la previa de que el proyecto de ley ingrese al Parlamento, la diputada por el Frente Amplio (FA) Lucía Etcheverry, presidenta de la Comisión de Salud y Seguridad Social de la Cámara de Diputados, repasó en diálogo con la diaria algunos de los temas vinculados con la salud que a su entender deberían ser centrales en la próxima Rendición de Cuentas.

En primer lugar, Etcheverry mencionó aspectos vinculados con el Ministerio de Salud Pública (MSP) como organismo rector. “Esperamos recibir información, por ejemplo, de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, porque en el Presupuesto [Nacional para el período 2020-2024] se le asignaron 20 millones de pesos”; sin embargo, hasta la última Rendición de Cuentas “no se notificaron avances”.

En términos de rectoría también espera conocer datos de la Dirección General de Fiscalización del MSP. Según la diputada, “el ministro [de Salud Pública, Daniel Salinas,] en aras de fortalecer el rol de la rectoría del ministerio, ponía en la creación de esta dirección un punto importante que hacía a su competencia”; “si bien se crearon cargos no hubo avances y no se sabe bien qué pasó”.

En cuanto al límite de un año que el Poder Ejecutivo fijó para que los 14 ministerios hagan una reestructura en lo organizacional y en los puestos de trabajo, que abarca al MSP, Etchverry consideró relevante observar cómo van a quedar “los cargos creados y planteados en el Presupuesto Quinquenal”, ya que de por sí el tema de los recursos humanos dentro del MSP “ha sido complejo”. “Es un ministerio con muchos contratos por comisión de apoyo, hay que ver cómo el decreto reestructura y condiciona los cargos a futuro”, consideró.

La diputada del FA también se refirió al interior del país. Dijo que en sus recorridas por el territorio nacional “da la impresión de que se debilitaron las direcciones departamentales de Salud” y lo asoció con la falta de recursos, así como con el debilitamiento de algunos espacios de convocatoria y participación. “Los usuarios expresan esas faltas, sobre todo en temas como el de los medicamentos”, sostuvo.

En la misma temática, habló de los medicamentos de alto costo. “Según la última Rendición de Cuentas, si analizamos la evolución desde 2019 a 2020, el aumento de la demanda de medicamentos de alto costo es resultado de las acciones de amparo”, explicó Etcheverry. Para la diputada, el dato evidencia que en los últimos dos años “no hubo una política dirigida a incorporar otros recursos económicos para algo que, mientras estuvo en campaña, para el gobierno era un compromiso permanente”.

Por otra parte, se refirió a los temas que llegan a la Comisión de Salud del Parlamento y se vinculan con ASSE: dificultades con los recursos humanos, escasez de medicamentos y algunos problemas de infraestructura.

“Las problemáticas permanecen día a día, el tema medicamentos es uno: ya vamos en la quinta explicación [de las autoridades] de por qué hay faltas”, dijo Etchverry. “Primero la distribución, luego laboratorios que no entregaban, después médicos que no estaban respetando [un procedimiento con] las recetas y, por último, de nuevo los laboratorios”, pero lo cierto es que “no se soluciona y los medicamentos siguen faltando”, afirmó.

Sobre el tema de los recursos humanos resaltó dos cuestiones: las carencias de personal y la pérdida salarial de los funcionarios. “Los recursos humanos que faltan están vinculados con especialidades, a eso se le suma que también hay pérdida salarial”, explicó. Uno de los motivos es “el Fondo [Coronavirus] que ya no aporta, pero gracias a ese ingreso ASSE [durante la pandemia] contrató alrededor de 1.700 personas que ya están siendo desvinculadas”, detalló Etcheverry. “¿Con qué se va a cubrir la atención, si además [en ASSE] hay un aumento de usuarios?”, se preguntó.

Además de considerar fundamentales todos los temas desarrollados, la diputada del FA agregó que hubo “un recorte importante de recursos entre 2019 y 2020” para la salud, por lo que ahora se evidencian muchas pérdidas sobre las cuales será fundamental debatir.

Los pedidos para el Clínicas

Álvaro Villar, director del Hospital de Clínicas (HC), adelantó a la diaria que más allá de que el centro de salud universitario tiene algunas carencias y “sería necesario contratar más recursos humanos”, su prioridad para la Rendición de Cuentas –así lo llevará al Parlamento– es un pedido de recursos económicos para poder ejecutar tres proyectos.

El primero es un tratamiento integral para atacar patologías relacionadas con la próstata, “porque estas enfermedades son uno de los mayores debes de la salud pública, sobre todo en el interior”. Villar dijo que se busca incorporar el mismo sistema de rápida detección que ya se aplica en patologías de mama. “Contamos con un equipo de urólogos calificados y con el equipamiento necesario”, consideró. El presupuesto que se solicitará es para adquirir un robot, “dado que 80% de las cirugías de próstata se realizan con esa tecnología en los centros de referencia mundial”, según Villar. “Necesitamos que se nos otorgue el presupuesto y así realizar al menos 100 cirugías al año”, explicó.

Otro de los proyectos es sobre parto respetado en embarazadas de alto riesgo. Según Villar, la Cátedra de Ginecología del HC promueve “respetar los tiempos del parto natural, algo que implica no promover el pujo forzado”. Además, incorpora “permitir la deambulación monitorizada de la madre con equipos inalámbricos”, porque “si bien no hay condiciones para promover el parto en domicilio, sí las hay para construir tres salas en el hospital que simulen el domicilio”. Para esa construcción se solicitará presupuesto.

Por último, se solicitará otra partida económica para financiar el Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico que funciona dentro del HC. El centro brinda información sobre todos los productos que pueden llegar a ser nocivos, “funciona las 24 horas y te asesoran sobre qué hacer”.

Según Villar, los tres proyectos significarían una inversión de 70.000.000 de pesos.

Los problemas del SNIS

“No esperaría grandes sorpresas en el área de la salud en la próxima Rendición de Cuentas”, dijo a la diaria Bruno Gili, socio de CPA Ferrere y catedrático de negocios en la Universidad ORT. Según el especialista que realiza un seguimiento del área, todo seguirá “estable” porque “en cuestiones generales el Sistema Nacional Integrado de Salud [SNIS] se mantiene y no hay nadie que proponga modificarlo”. Además consideró que el gasto total en salud que Uruguay tiene, que “promedia entre nueve y diez puntos del PIB [producto interno bruto], es bueno”.

También evaluó que durante la pandemia, aunque evidentemente se requirieron algunos recursos especiales, “el sistema demostró tener un funcionamiento eficiente” y que en conclusión “hay un gasto país eficiente y un sistema de salud que responde y que evolucionó durante los últimos años”.

De todas maneras, planteó que si se observa el balance 2021 de las empresas de la salud, los datos de los resultados operativos muestran que hay un déficit. Generan “alrededor de 300 millones de dólares anuales” pero “los egresos son de 400 millones de dólares”, repasó. Para Gili ese déficit, que ronda los 100 millones de dólares, demuestra que dentro del SNIS “hay trabajo para hacer, que no se resuelve con plata, se resuelve con ideas”; en concreto, “con una segunda reforma del SNIS”.

Para el especialista aún es necesario trabajar en la eficiencia del sistema porque “en cobertura está bastante bien, cualquier uruguayo puede acceder a la salud”, pero el problema es de calidad en la atención, entre otras cosas, porque “la dispersión del sistema es muy amplia”. “Si tenemos un sistema es para que los uruguayos accedan, más o menos, a las mismas condiciones de atención de salud”, pero cuando se observan los indicadores por afiliados, según las edades “hay mucha dispersión en tecnología, medicamentos, recursos humanos”; es decir, “resultados distintos que se reflejan en la calidad de atención”.

Por otra parte, consideró que “dentro de las instituciones [de salud] hay incentivos económicos que no son del todo claros” y que se deben reorganizar porque “el eje debe ser el usuario”. Según Gili, hay que trabajar por una mayor claridad del consumo del dinero del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) y eso “no pasa porque el Estado ponga más plata o cobre más impuestos, pasa por regular la información, la fiscalización y la eficiencia de la gestión”.

Para lograr optimizar todos esos puntos, sugiere la creación de una entidad reguladora aparte. “El MSP debe definir los objetivos de calidad, de asistencia, indicadores y demás, pero los agentes deberían ser regulados por una institución más potente”, consideró. Para Gili, “aún estamos bastante alejados de esa dimensión”, y aunque en los últimos dos años se trabajó en algunos aspectos para la búsqueda de esos objetivos fiscales, “es difícil evaluarlos porque en el medio hubo una pandemia”.