Dar respuestas claras, generar un marco de acción común, cuidar la desvinculación y salvaguardar a nuestros estudiantes de la soledad y la endogamia familiar parecen ser hoy imperativos que no admiten demora.
La centralidad del mundo ya no girará en torno a Occidente sino que tendrá su epicentro en el sudeste asiático. La covid-19 nos está dejando un mundo en clave de preguntas y redireccionamiento geopolítico.