Deporte

Una de las principales ciudades fronterizas de nuestro país, Rivera, se dio el gusto de despedir formalmente a la celeste. El estadio Atilio Paiva Olivera -escenario en el que se jugó una de las series de la Copa America 1995- con las tribunas colmadas, mucho color, la marca registrada del riverense (aunque también llegaron muchos hinchas de localidades cercanas) y bastante frío fueron el marco para la despedida de la selección nacional antes del debut en la Copa América, el 4 de julio frente a Perú.

Peñarol lo dejó todo en la cancha pero fue superado 2-1 por Santos, que se quedó con la Copa Libertadores.

Con la ilusión de volver a Montevideo con su sexta Copa Libertadores, Peñarol saldrá esta noche a la cancha del estadio Pacamebú a enfrentar al Santos en la segunda y definitiva final del torneo más importante del continente a nivel de clubes.

Juan Manuel Olivera está viviendo su tercera época en el fútbol profesional uruguayo. El flaco fue campeón con Danubio, club en el que surgió, pero ha sido en esta temporada con los carboneros que ha conseguido consideración y notoriedad. Con natural buena disposición atendió a la diaria, a pocos días del partido más importante de su vida y en medio de las dudas acerca de su presencia en el partido en Pacaembú por el golpe que recibió en el hombro en la primera final.

Uruguay debutó en el Mundial de México de la categoría sub 17 frente a Canadá y se llevó los tres puntos. Buen arranque de la celeste que dirige Fabián Coito en el marco del grupo C. Los goles los convirtieron Juan Cruz Mascia tras un tiro de esquina y buena media vuelta, Guillermo Méndez, de penal, y Elbio Álvarez, tras buen contraataque. Los chicos vuelven a jugar el miércoles a las 17.00 frente a Ruanda en la ciudad de Pachuca.

Peñarol, con firmeza y sin locura, intentó asfixiar al Santos. Quiso jugar rápido cerca del arco de Rafael, haciendo sentir el calorcito de esa brasa humana que bajaba de las tribunas. No había un vendaval de ataques pero se apreciaba firmeza, personalidad y seguridad.

No sé si al fútbol le corre sangre uruguaya o al uruguayo le corre sangre futbolera, pero entre sueños, pasión, juego y cotidianidad aldeana el pueblo oriental ha tenido un largo y feliz concubinato con el deporte más maravilloso del mundo.

Recién esta mañana las autoridades de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF) decidirán si el primer cruce entre Peñarol y Santos será tal cual estaba pactado inicialmente: mañana a las 21.50 en el estadio Centenario. Las cenizas provenientes del volcán chileno Puyehue -que están afectando el tráfico aéreo en buena parte del sur de nuestro continente- han llevado a la CSF a considerar la postergación del encuentro para el jueves, debido a los problemas que tendría la delegación del Santos para llegar a Montevideo.

Nacional venció 1-0 a Defensor y se quedó con el campeonato uruguayo 2010-2011.

La celeste de fútbol dio la talla contra la selección de Holanda, vicecampeona del mundo, en un buen apronte para la Copa América.