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Ciencia

Investigación científica

Investigadores del CURE tomando muestras en tajamar. · Foto: Clementina Calvo
Investigación científica

La charcología, o cuando Uruguay le abre los ojos a Europa

Trabajo realizado en países de Europa y Uruguay muestra que mientras allá lo que más se valora de charcos, lagunitas y tajamares son sus servicios ecosistémicos, aquí son los beneficios para la producción; el contraste ayuda a incorporar en Europa la dimensión productiva y en Uruguay la idea de que los tajamares podrían ayudar al ambiente y la biodiversidad
Cuevas de Santa Elina. · Foto: Vilhena Vialou
Investigación científica

Los humanos llevaríamos viviendo en Sudamérica al menos unos 25.000 años, según cuentan colgantes hechos con huesos de perezosos gigantes hallados en Brasil

Un trabajo publicado sobre estas artesanías realizadas con osteodermos de perezosos, encontradas en las cuevas de Santa Elina, en el estado de Mato Grosso, invitan a rever la idea imperante de que los humanos llegamos al continente hace unos 16.000 años y, al mismo tiempo, propone que estas piezas serían los artefactos personales más antiguos conocidos hasta ahora de toda América
Imagen tomada por lentes con seguimiento de mirada. Gentileza Gastón Ares
Investigación científica

Falsa paradoja: mientras que 56% de las personas cambió sus hábitos de compra por los octógonos, sólo 7% se fija en ellos en la góndola del súper

Un estudio realizado en supermercados a 19 meses de implementada la política de etiquetado frontal con octógonos que marcan los excesos de grasa, azúcar y sal muestra que fueron efectivos para modificar hábitos de consumo y que son útiles para ayudarnos a tomar decisiones de compra más saludables que, una vez que adoptamos, no requieren que nos andemos fijando en ellos
Valentina Paz. · Foto: Mara Quintero
Investigación científica

Sueño antiage: dormir siesta frecuentemente ayudaría a evitar que el cerebro se achique con el paso de los años

Una investigación realizada con datos de unas 350.000 personas de Inglaterra, pero liderada por una investigadora de la Facultad de Psicología de la Udelar, encuentra que quienes duermen siesta regularmente tienen el cerebro unos 15 cm³ más grande que aquellos que no, algo relevante dado que el cerebro se encoge con el paso de los años