Mientras sigue la preocupación por lo que está pasando en Rafah, dentro de Israel aumenta la presión sobre Netanyahu para que negocie la liberación de cautivos
Kayed Hammad, periodista y traductor gazatí que estudió en España, es uno de los muchos habitantes de la Franja que han perdido su hogar, está desplazado y le cuesta conseguir comida y bebida