Cultura
Cuando se cumplen ciento cincuenta años del nacimiento de Anton Chéjov (1860-1904) sigue intacto el fuerte influjo que ejerce su producción teatral. Desde la interesante Espía a una mujer que se mata estrenada en la Sala Zavala Muniz (versión de Daniel Veronese de Tío Vania) hasta el estreno de Percovich de una versión de Las tres hermanas, en el examen de egreso de los alumnos de la EMAD, las distintas variaciones del original son una prueba de la plasticidad de esos textos que se prestan dócilmente a los dobleces, cortes y adornos que se les realizan.