La Coordinadora de Interdepartamental, Departamental Interurbano, Urbano del Interior, Internacional y Turismo de la Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte (Unott) se declaró en conflicto y planea hacer una serie de movilizaciones para poner al tanto a la población sobre la crisis que atraviesan los trabajadores.

En el comunicado, difundido este martes, hacen un punteo sobre los incumplimientos que, a criterio de los trabajadores, están cometiendo las empresas. Denuncian la violación de los acuerdos internos; cambios en el sistema de trabajo perjudicando a los trabajadores; abusos en el seguro de paro; despidos sin justificación; pérdida salarial por arriba de 15% (el último ajuste percibido fue en setiembre de 2019); y utilización de cámaras de seguridad para perseguir y sancionar trabajadores. Además, señalan que el 28 de febrero de este año venció el convenio colectivo, por lo que “no existen lineamientos [salariales] para el sector”.

Juan Arellano, integrante de la coordinadora, comentó este miércoles a la diaria que la idea es, en un principio, hacer alguna movilización con colocación de carteles y reparto de información en las inmediaciones de la terminal de Tres Cruces, pero si no hay respuesta por parte de las empresas se tomarán medidas más contundentes.

Arellano comentó que el conflicto se declaró después de un plenario virtual, en el que participaron más de 40 delegados de todo el país, y dijo que la experiencia en casi todas las empresas es la misma. Como ejemplo, contó que se está generalizando que no haya guardas en los viajes: “Esta es una práctica que se está dando en varias empresas”. En mitad de la pandemia, en 2020, hubo empresas que eliminaron a los guardas, “pero ahora lo hacen todas”. “Están rompiendo los convenios firmados. Para nosotros se trata de una manera de reformar el transporte desde las patronales. Qué casualidad que todas hagan lo mismo. Lo que creemos es que se está haciendo esa reforma sin la anuencia del gobierno ni de los trabajadores”, aseguró.

El integrante de la coordinadora explicó que el guarda es importante porque se hacen viajes largos, de entre 500 y 600 kilómetros. “Más allá de que nos tenemos que preparar cinco horas antes del viaje y descansar, tener un compañero es una seguridad”, subrayó, en especial cuando son trayectos en la noche. Además, ahora los conductores se están encargando de cargar la bodega y de completar el formulario con el nombre y teléfono de los pasajeros por si surge un caso de covid-19. “El guarda se encarga de cortar los boletos, de cargar la encomienda, tiene que guardar los bolsos, si se descompone una persona tiene que atenderla. Ya hemos tenido problemas [de salud] con pasajeros”, añadió, y se preguntó cómo pretenden que el conductor haga el control del uso del barbijo.

El dirigente sindical aseguró que mantuvieron reuniones con representantes de los ministerios de Transporte y Obras Públicas, y de Trabajo y Seguridad Social, pero aún no han recibido una propuesta de solución. Esperan ser llamados esta semana a una reunión tripartita porque “cuando termine esto habrá mucha gente en la calle. El gobierno, que tiene las potestades, tiene que decir: esto sí o esto no”.

Línea directa

Arellano calificó de positiva la decisión del gobierno de volver a un aforo de 50%, una medida que ya había sido tomada pero fue levantada en enero, pero aseguró que hubo poco tiempo para su implementación. “Hay gente que queda tirada en la calle porque las empresas cortaron turnos y acoplados [los coches que van directo]. Ya las líneas sociales no las están haciendo. Ponen turnos sólo donde les sirve”, dijo. Según el integrante del sindicato, las empresas no reciben las quejas de los clientes, o les hacen llenar “cualquier cuaderno”, por lo que la coordinadora decidió crear una línea telefónica para que las personas puedan plantear sus quejas, que después se encargará de hacer llegar al MTOP.

Otro de los pedidos del sindicato es que se retome a los trabajadores que están en el seguro de paro porque, además de tener pasajeros, el gobierno les está pagando a las empresas un subsidio por las eventuales pérdidas. “Siempre dicen que no les dan nada, pero están haciendo más plata que antes porque tienen los coches llenos con sólo un chofer, y el subsidio”, dijo.

Además, los trabajadores se oponen a la instalación de cámaras dentro de la cabina del conductor. Según Arellano, podría ser una medida de seguridad si la filmación se activara cuando se accionan las puertas, pero el sindicato considera que se trata de una forma de control si todo el tiempo los están vigilando. Dijo que Turil puso cámaras en los coches y de esa forma tiene monitoreados al guarda y a los pasajeros. “Lo que quieren es controlar lo que se hace en esas seis u ocho horas de viaje. Para nosotros es una locura, no te podés ni rascar porque te están controlando”, afirmó.