A casi cuatro años de que dos prevencionistas que trabajaron en la Dirección Nacional de Arquitectura (DNA) comenzaran una serie de acciones para denunciar irregularidades en obras a cargo de la cartera, el caso se encuentra en la órbita de la Justicia. En diálogo con la diaria, los prevencionistas Paolo Pintos y Marcelo Ghiringhelli contaron que demandaron a la cartera por daños y perjuicios. Además, hicieron una denuncia en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) por acoso laboral.
Actualmente, ambos trabajan en diferentes oficinas del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), pero al inicio de este periodo de gobierno se desempeñaban en la Sección de Seguridad e Higiene Ocupacional (SSHO), dependiente de la DNA. Sin embargo, luego de un largo periplo, fueron apartados de sus puestos por funcionarios con importantes cargos jerárquicos de la dirección, con el aval del director de la DNA, Santiago Borsari. El caso se originó producto de una serie de diferencias entre Pintos y Ghiringhelli con arquitectos y cargos jerárquicos de la DNA con respecto al rol que tiene un prevencionista en una obra. Por un lado, los arquitectos de la DNA argumentan que los prevencionistas son únicamente “asesores” y que la decisión y responsabilidad final de la obra es suya. Por otra parte, los prevencionistas plantean que su trabajo consiste en verificar si las condiciones de seguridad de una obra son óptimas y cumplen con la normativa en materia de seguridad laboral.
El detonante en el conflicto fue un accidente, que ocurrió el martes 12 de enero de 2021, en una obra que realizó una empresa tercerizada por el MTOP en la sede del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa), en la calle Belloni. Ese día, un albañil sufrió una fractura expuesta en una pierna luego de que se quebrara la escalera que estaba usando para trabajar. De acuerdo a los prevencionistas, el modelo de escalera que usó la empresa está prohibida para la tarea que estaba realizando el trabajador. El accidente fue la consecuencia de una serie de irregularidades que habían señalado los prevencionistas antes de que se empezara a trabajar en la obra.
Los prevencionistas le hicieron llegar a sus jefes las distintas irregularidades que vieron en esta obra y reclamaron que se les permitiera hacer inspecciones independientes. Al no encontrar respuestas entre los funcionarios de jerarquía del ministerio, denunciaron el accidente en Inisa ante el MTSS y elevaron un documento a Borsari, pero no recibieron respuesta.
Quien sí los recibió fue Carlos Scirgalea Poppa, que en ese momento era director general de Secretaría del MTOP. El 19 de marzo de 2021, Scirgalea Poppa dispuso una investigación administrativa y los transfirió a otro departamento de la cartera. Al momento en que ocurrió eso, el ministerio comenzó a implementar una reestructura que disolvió la SSHO. Pese al cambio de oficina, tanto a Pintos como a Ghiringhelli les asignaron cada vez menos inspecciones y las situaciones de acoso laboral continuaron. Eso motivó que los volvieran a trasladar de oficina.
Según informó la diaria en publicaciones pasadas, en octubre de 2021 la DNA arrendó los servicios de dos técnicas prevencionistas para sustituir a Pintos y Ghiringhelli. Lo hizo a través de una compra directa por excepción al Instituto Nacional de Calidad. Una de las prevencionistas tercerizadas es militante de la lista 71 del Partido Nacional (PN), la misma que integra Borsari. Además, 18 personas ingresaron al MTOP a partir de un convenio con la Fundación a Ganar. La gran mayoría son militantes del PN, específicamente de las listas 33 y 71.
De acuerdo a los prevencionistas, la administración contrata a gente vinculada al oficialismo para no tener oposición a la hora de llevar a cabo sus obras. En su caso, recordaron que los funcionarios con mayor cargo jerárquico de la Dirección les dijeron que si no acataban las órdenes de los arquitectos, se contrataría a gente que sí lo hiciera.
Obras maquilladas
Luego de que se dispusiera la investigación administrativa, el MTOP comenzó a indagar sobre el caso. la diaria accedió al expediente de la investigación, que en sus páginas tiene información relevante sobre cómo trabaja la DNA en sus obras. Por ejemplo, el expediente recoge el acta de una reunión del 19 de octubre de 2020 en la que estuvieron presentes autoridades como Evelyn Hackembruch, gerenta del área Gestión de Arquitectura; Ricardo Mackinnon, encargado del Departamento de Construcción C, José Vidal, jefe del Departamento de Coordinación y Control, Pintos y Ghiringhelli.
En esa instancia, las jerarquías resolvieron que, en el caso de las obras del interior, quienes asistan “deberán coordinar los viajes con el arquitecto director de obras”, ya que los viáticos están “con cargo a la cuenta de la obra”. Este procedimiento generó que los prevencionistas no pudieran hacer inspecciones no programadas en el interior.
De acuerdo a Ghiringhelli, esto tiene como consecuencia que les “maquillaran la obra”, es decir, “hacer como que todo está bien, sin irregularidades. Tareas que normalmente se hacen en la obra no se hacían cuando nosotros íbamos. Por eso las visitas deben ser sin el profesional a cargo de la obra, y sin coordinar la visita”.
Pero, además de limitar la calidad de las inspecciones de los prevencionistas, también se empezó a reducir su cantidad. Esto se puede comprobar a través del registro de viáticos por viajes al interior que recibieron los prevencionistas. la diaria accedió al registro de Pintos y comprobó que desde 2021 a 2023 solo se le dio una inspección. Esto contrasta de forma significativa con el número de viáticos anteriores a 2021, ya que por año había al menos cinco o seis inspecciones en el interior.
El comienzo del juicio
La investigación administrativa que realizó el MTOP concluyó en que no había pruebas que validaran la versión de los prevencionistas, por lo tanto, se resolvió el archivo del expediente. El 29 de noviembre de 2023, Pintos y Ghiringhelli presentaron una demanda penal contra el ministerio, ya que entienden que la investigación estuvo direccionada en su contra.
El juez del caso es Alejandro Martínez, pero durante gran parte del proceso actuó la jueza Lorena Juliano como subrogante. Nueve meses después de la denuncia, la jueza comenzó a tomar declaraciones a los implicados. Por parte de los prevencionistas declararon dos testigos: un excompañero jubilado y un analista político, pareja de Pintos, que hizo hincapié en la dimensión política del caso.
El 2 de setiembre de 2024, declaró Jorge Castillo, jubilado y excapataz de obra del MTOP. Durante esa instancia, afirmó que a los prevencionistas se les limitó la posibilidad de hacer inspecciones e indicó que el responsable fue José Vidal. De acuerdo a Castillo, no se les asignaba inspecciones a los prevencionistas porque “hacían observaciones” sobre situaciones de inseguridad en las obras.
Según Castillo, desde la perspectiva de los arquitectos, cumplir con las observaciones generaba retrasos en las obras, por eso limitó a los prevencionistas. Además, indicó que hubo situaciones de discriminación contra Paolo por su sexualidad y que eran comunes otro tipo de situaciones de agresión hacia él.
Con contradicciones
Los testigos del MTOP, que declararon el 3 de setiembre, son tres de los principales acusados por los prevencionistas: Vidal, Mackinnon y Hackembruch. Según consignaron los prevencionistas en los alegatos del juicio, y confirmó la diaria comparando diferentes declaraciones, los tres indagados incurrieron en numerosas contradicciones a la hora de brindar sus testimonios.
Uno de los puntos en los que hay diferentes versiones refiere a un sistema de seguridad que elaboraron los prevencionistas. Esta herramienta consiste en una serie de documentos donde se registra todo lo que va sucediendo en una obra, la forma de trabajo que se va a aplicar y sus requisitos. Según Ghiringhelli, cuando empezaron a implementar el sistema, comenzaron las diferencias, ya que dejaban expuestas las irregularidades que existían en las obras. Por eso, los arquitectos intentan negar la existencia del sistema.
Sobre este tema, Vidal dijo que el sistema con el que cuenta el ministerio es “contable” y sirve para el “manejo financiero de obra”; “No tiene que ver con la seguridad, eso es resorte del arquitecto”. Sin embargo, en su declaración judicial, Hackembruch admitió que sí existía un sistema de seguridad. Vidal también afirmó que durante el tiempo en que los prevencionistas estuvieron en su departamento “no hubo ningún accidente”; sin embargo, como ya se mencionó, en enero de 2021 ocurrió un accidente laboral grave en una obra a su cargo.
Hackembruch también incurrió en incoherencias al hablar sobre el accidente. Dijo que la obra se desarrolló en “forma correcta, como cualquier otra obra”. Acto seguido, la gerenta reconoció que en la obra hubo “un accidente” en el que una persona se “quebró el pie”. En realidad, como ya se mencionó, el trabajador sufrió una fractura expuesta en una pierna.
El jefe del Departamento de Coordinación y Control también aseguró que en el tiempo en que los prevencionistas estuvieron en su departamento, “nunca” dejó de darles trabajo y que no tienen que programar siempre sus inspecciones. Estos dichos se contraponen a la versión de los prevencionistas, de Castillo y al registro de viáticos de Pintos, que muestra que se dejó de asignar inspecciones en obras a partir de 2021, al menos en el interior.
En el caso de Mackinnon, encargado del Departamento de Construcción C, planteó que los prevencionistas fueron “observados” por el conflicto que mantuvieron con los arquitectos en torno a la obra en Inisa Belloni, pero no existe ningún documento que acredite esta versión, que los prevencionistas niegan.
Por otra parte, Pintos y Ghiringhelli señalaron que en el expediente que se generó a partir de la investigación administrativa, el profesional legal actuante realizó “una doble interpretación totalmente subjetiva” de sus declaraciones que “no responde a lo declarado”. Según ellos, el informe se armó de esa forma para que los prevencionistas queden como “conflictivos”. la diaria comparó las declaraciones de los prevencionistas con el informe que realizó el abogado que estuvo a cargo de la investigación administrativa del MTOP y, efectivamente, el documento omite parte de las declaraciones de Pintos y Ghiringhelli.
El ejemplo más contundente es una declaración de Ghiringhelli en la que se toma una versión descontextualizada que omite una parte significativa de lo que contó. Según el informe, Ghiringhelli dijo que no recuerda demandas judiciales ni accidentes graves en la DNA; sin embargo, el prevencionista hace referencia explícita al accidente laboral que ocurrió en la obra de INISA Belloni.
En cuanto a los alegatos que realizó el MTOP, la defensa de la cartera planteó que los arquitectos tienen la responsabilidad definitiva sobre la obra y que los prevencionistas solo se encargan de asesorarlos; por lo tanto, no pueden decidir si una obra se detiene por no cumplir con la normativa en seguridad.
Ese argumento se contrapone a una normativa a la que hacen referencia los prevencionistas. De acuerdo al artículo 408 del decreto 125/014, “el delegado de la obra en seguridad e higiene podrá detener una tarea o tareas de la obra para la que se encuentra trabajando, cuando presuma razonablemente la existencia de un riesgo grave e inminente para la integridad física de uno o varios trabajadores”.
Declaraciones de Paolo y Marcelo
Luego de que declararon los testigos del MTOP, la abogada de la cartera resolvió renunciar a la declaración de parte que convocaba a Pintos y Ghiringhelli a contar su versión, a pesar de que sus declaraciones fueron a pedido de la propia asesora del ministerio. La jueza del caso resolvió cumplir con el pedido y no le dio la posibilidad a los prevencionistas de contar su versión antes de tomar una decisión final el miércoles 27 de noviembre. Por eso, los prevencionistas relataron a la diaria lo que pensaban declarar.
Ghiringhelli manifestó que en la DNA hay un grupo de funcionarios en cargos jerárquicos que cometen todo tipo de irregularidades en pos de su beneficio personal. Estos funcionarios operan de forma independiente del gobierno de turno, pero en este caso los prevencionistas entienden que también hay un interés político partidario, ya que muchos de esos funcionarios de carrera están vinculados con partidos políticos de la coalición de gobierno; por lo tanto, en este periodo “tuvieron mayor respaldo”.
Actualmente, Ghiringhelli trabaja en la sección de Hidrografía, donde hace trabajo administrativo, pero muy poco como prevencionista. Por otra parte, Pintos se desempeña en la Unidad de Controles e Inspecciones, donde no le asignan ninguna tarea. “Hacen reuniones, coordinaciones y a mí me dejan afuera de todo. Desde hace tres años que no tengo tareas”, contó. Añadió que sus compañeros de oficina le hacen “chicanas” continuamente y lo tratan de vago por no trabajar, aunque él quiere que le asignen tareas.
Debido a esta situación, Pintos acude a terapia psicológica, ya que las situaciones de destrato que vive repercutieron de forma negativa en su salud mental. Esto está consignado por un informe que realizó su psicóloga y que se puede encontrar en el expediente de la causa judicial.
Esta forma de proceder no es un caso aislado dentro del ministerio, ya que, como publicó la diaria anteriormente, un funcionario de la DNA afirmó que fue apartado de su trabajo por denunciar que fue agredido por un jefe. En su caso, lo dejaron sin acceso a herramientas de trabajo y a internet, además de decirle que tenían orden expresa de no darle tareas.