Marcela Barrios es la primera mujer designada como titular de la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra) al comienzo de una gestión. Tiene 46 años, un hijo de nueve y es frenteamplista independiente. Es de San José, donde vive y donde en 2021 fue electa presidenta de la departamental del Frente Amplio (FA).
Barrios, que es socióloga con una maestría en Sociología, es además funcionaria del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y se desempeñó durante 17 años como negociadora en los Consejos de Salarios hasta 2021, cuando pasó a trabajar en diversas tareas en la oficina del MTSS de San José de Mayo.
En diálogo con la diaria en el despacho de la Dinatra, contó que en esta transición de administraciones el nuevo equipo de autoridades del ministerio ya mantuvo 72 reuniones con actores sociales, además de las instancias con los jerarcas salientes. Pero en estos días también empezaron las reuniones por situaciones puntuales en las que su rol es fundamental para evitar que desemboquen en conflictos.
Como una de las seleccionadas, ¿qué pensás de la política ejecutada por esta nueva administración, encabezada por el presidente Yamandú Orsi, de designar en algunos cargos de confianza a funcionarios de los ministerios?
No hay una única regla para hacer las designaciones. En mi caso, estuve acompañando el proceso de la formación de este equipo que conformó el ministro, Juan Castillo, y hay una complementación entre personas que tenían más experiencia política y varios dentro del equipo que somos funcionarios. Sin duda, te da una visión, sabés a lo que venís, sabés de qué se trata la tarea. Yo hice la transición conociendo hasta físicamente el lugar, conociendo a los demás funcionarios. Eso te da un conocimiento más en profundidad que capaz que si venís de afuera pasás seis meses de adaptación o teniendo que estudiar hasta los organigramas. Pero entiendo también que en algunas otras cosas está bien venir de afuera y poder tener una mirada más elevada de ciertas cosas. La complementariedad sirve y en este equipo del ministerio está presente: distintos perfiles, distintas edades, distintas trayectorias, es un equipo que quedó potente con toda esa heterogeneidad.
¿Cuáles son los cometidos específicos de la Dinatra?
La Dinatra tiene tres divisiones: la división Consultas, la división Negociación Individual y la división Negociación Colectiva. La primera consiste básicamente en profesionales que atienden a trabajadores que tienen consultas con relación a su vínculo laboral, a su situación laboral; puede ser sobre un salario, sobre una situación que estén atravesando y necesiten asesoramiento. Muchas veces están vinculadas a una liquidación. Te despidieron, precisás que te hagan la cuenta de cuánto te tienen que pagar y entonces te agendás en la división Consultas y ahí hay profesionales que están todo el tiempo, cada 15 minutos, atendiendo. Esto es muy importante, porque hay muchísimo desconocimiento, hay muchísimos trabajadores que no tienen protección y no tienen las posibilidades de contratar un abogado. Esta es la puerta de entrada de asesoramiento a la ciudadanía del MTSS y ahí hay un rol social bien importante. A su vez, negociación individual es cuando ya hay una instancia para negociar, que puede ser por un egreso, una liquidación por despido, alguna aclaración de situación laboral y también como previo a la vía judicial. Y después está la negociación colectiva, que es la más conocida, la que más trasciende, y donde funcionan los Consejos de Salarios y todas las negociaciones entre sindicatos y empresas que se dan cuando interviene el ministerio actuando como organismo de conciliación.
Ahora se viene la undécima ronda de los Consejos de Salarios...
Sí, en julio vencen un montón de acuerdos y vamos a estar convocando a una nueva ronda. Ahí hay una instancia de negociación fija en la que se convoca primero al Consejo Superior Tripartito, después se abren las mesas de negociación y ahí empieza la ronda. A los Consejos de Salarios la ley les otorga la potestad de actuar como órganos de conciliación, entonces a veces actúan como eso en conflictos que tienen las partes. A veces también quedan comisiones funcionando u otro tipo de instancias, que no son estrictamente para negociar salarios, pero de repente sí para negociar categorías u otras cosas por fuera de la ronda. Y, después, está la negociación colectiva entre una empresa y un sindicato con la intervención del Estado como mediador, que es básicamente el grueso del trabajo que hay en la división Negociación Colectiva fuera de lo que es la ronda. Hay como 2.000 instancias de negociación colectiva que se toman en el año, que es el trabajo que hacen cotidianamente los negociadores cuando no están en ronda. Generalmente, son los sindicatos los que piden la conciliación ante el ministerio, pero la puede pedir la empresa o a veces acuerdan venir juntos. También el ministerio puede, eventualmente, citar de oficio. En algunos casos hay medidas adoptadas que generan conflictos, otras son instancias de intercambio que no llegan al conflicto, que es la prevención de conflictos, espacios de intercambio y de diálogo entre sindicatos y empresas donde se van canalizando con la ayuda de los profesionales del ministerio los distintos planteos hasta llegar a acuerdos que eventualmente, si no se atendieran en un tiempo adecuado, capaz que sí llegaban a un conflicto. Esto es lo que hacen los negociadores todo el año.
Previo a la ronda de Consejos de Salarios, el Poder Ejecutivo tiene que presentar los lineamientos con las pautas salariales. ¿Ya empezaron a trabajar con el Ministerio de Economía y Finanzas [MEF] en ese tema? Y Castillo dijo que habrá una batería de medidas para dar respuesta al medio millón de personas que ganan menos de 25.000 pesos por mes y que una de las herramientas es incidir en la negociación colectiva en ese sentido. ¿Cómo se puede implementar eso?
Sí, con relación a empezar a pensar los lineamientos, tuvimos una reunión de intercambio con el MEF, pero más bien para hacer el listado de los temas que teníamos en común y los temas que teníamos que ir ordenando, los sectores que había que ir mirando, pero no empezamos a trabajar específicamente en cuáles son los lineamientos. Dentro de este primer semestre es uno de los temas que tenemos en la agenda, y la idea es llegar con tiempo a tener los lineamientos antes de iniciar la ronda para presentarlos al Consejo Superior Tripartito, hacer las capacitaciones con los negociadores y dar todos esos pasos tranquilos y con tiempo. Eso en relación con los lineamientos estrictamente salariales, después hay otros lineamientos que pensamos introducir como Poder Ejecutivo que son aspectos más vinculados a las condiciones de trabajo, que se pueden abordar en ese ámbito en tanto las partes entiendan. La competencia del Consejo de Salarios es negociar salarios y categorías, pero si las partes entienden que se pueden incluir otros temas, se pueden discutir. Nosotros tenemos la idea de introducir con fuerza lo que es la corresponsabilidad, licencias por corresponsabilidad, por cuidados, que se puedan proyectar centros entre sindicatos y empresas para cuidado de primera infancia, generar beneficios vinculados a licencias para cuidado también de niños y niñas y adultos mayores a cargo. Distintas cosas que puedan [hacerse], según el sector y según lo que puedan negociar, pero [el objetivo es que] que se puedan ir encontrando distintas soluciones al tema de los cuidados, las licencias.
Eso es lo que presentan este miércoles, tomando como ejemplo los centros Siempre.
Sí, vamos a firmar un acuerdo con el Mides [Ministerio de Desarrollo Social], que tiene un paquete de distintas cosas: capacitación de los funcionarios del ministerio, de los actores sociales, porque ha pasado que se negocian temas que lo que hacen es reforzar el rol de que las mujeres son las que cuidan, y capaz que las licencias no necesariamente tienen que ser para las mujeres, sino para todos los trabajadores, o que haya determinada herramienta o determinado beneficio para el trabajador o trabajadora y no acordar cosas que refuercen los estereotipos de género. Ahí hay toda una parte que es capacitar a los negociadores del Poder Ejecutivo, y también sensibilizar y capacitar en la medida en que quieran los actores sociales para que quienes vienen a la mesa entiendan qué implica la responsabilidad.
En relación con los 25.000 pesistas, entiendo que va a haber una política general del gobierno de incrementar los salarios mínimos, y también obviamente en las mesas de negociación tendrá que haber, o debería haber, aumentos diferenciales para los que ganan menos de determinado rango y ahí ayudar a impulsar esos salarios. Algunas empresas podrán dar un poco más, otras capaz que no tanto, pero sí va a haber una política fuerte del gobierno de por lo menos los mínimos subirlos por encima, atacar específicamente a los que ganan menos de 25.000 pesos.
¿Cuándo la titular de la Dinatra tiene que intervenir directamente en una mesa de negociación?
No hay, por lo menos todavía, un protocolo que sea tan claro. Lo que sí hay es un uso y costumbre de que la negociación se inicia en el grupo de consejo de salario y en algunos momentos, cuando el profesional que está actuando entiende que necesita algún apoyo más político, alguna decisión más política o que puede haber temas que tengan que ver con otros organismos del Estado, ahí se pide la intervención. A veces las partes también lo piden. Un sindicato o una empresa puede decir: “Entendemos que este ámbito ya se agotó” y buscar un ámbito superior, y ahí sería venir a que la dirección participe del conflicto, de la negociación. Hay algunos problemas que tienen dimensiones que pueden eventualmente afectar al país, entonces hay que imponerle como una carga mayor de intensidad, incluso en la negociación. Por ejemplo, en el transporte, en el puerto. Pero no todas las negociaciones que hay se hacen acá, el 90% las hacen en los grupos.
¿Qué pensás que podés hacer desde este cargo para mejorar la incorporación con equidad de la mujer al mercado de trabajo, para achicar la brecha salarial, entre otras?
Es un desafío muy grande porque siento que a veces a las mujeres se nos mira distinto en determinados lugares; por más que haya un discurso de que eso no pasa, yo siento que sigue pasando. Y que cuando las mujeres cometen un error muchas veces se tiende a poner el foco en que era mujer y cuando un varón comete un error nadie piensa que le pasó tal cosa porque era varón. En todos los lugares donde las mujeres ocupan lugares y emprenden cosas en la vida pública es bastante común que se presente eso de mirar distinto, de tener que demostrar la capacidad con más frecuencia de lo que les ocurre a los varones.
Con relación a estar en este cargo, creo que tanto ser mujer como ser del interior pueden aportar, como podrían aportar otras sensibilidades u otras características de otras personas. Pero creo que eso puede aportar al rol, a la función y al equipo del ministerio porque hay temas que a las mujeres nos atraviesan el cuerpo, a las mujeres que somos madres, que tenemos hijos, que los dejamos para ir a trabajar; el entender con más claridad o más desde adentro lo que implica la doble jornada. Creo que también en el tema del interior hay otra mirada [que permite] entender las realidades del interior, la realidad de las oficinas del interior, de los trabajadores del interior, creo que también es otro aporte al equipo. Y después lo otro que me pasó durante la transición es estar en reuniones donde soy la única mujer o donde hay muy poquitas mujeres. Eso tanto a nivel de las dirigencias de los sindicatos como a nivel de las dirigencias de las cámaras empresariales. Yo no lo había percibido tanto en las reuniones que ocurren a nivel de los Consejos de Salarios, las reuniones de empresa, porque en el Poder Ejecutivo hay muchas profesionales que actúan en esas mesas que son mujeres negociadoras, y también porque vienen las negociaciones por empresa y viene el comité de base de la empresa y siempre hay muchas mujeres. En el mundo del trabajo las mujeres están presentes, pero en las reuniones con direcciones de sindicatos o direcciones de cámaras empresariales, en varias, yo era la única mujer.
¿El tema de los cuidados también estará presente en el diálogo por la seguridad social que está pensado implementarse este año?
Sí, está dentro del espíritu del ministerio y supongo que de otros ministerios que el diálogo por la seguridad social esté atravesado por la perspectiva de género, porque hay todo un tema de la seguridad social directamente para atacar ahí y que involucra a las mujeres. Lo que vamos a firmar hoy con el Mides es más bien para meter en la negociación colectiva. Sabemos también que no es hacer centros Siempre para todo el mundo, por eso hablamos de cosas a medida. En algún caso será el centro Siempre, en otro caso será tener una partida para pagar un centro de cuidado, en otro serán prestaciones para cuidar adultos mayores, convenios, etcétera, porque también todas las empresas son distintas, las plantillas; capaz que en algún momento necesitan más ayuda para cuidar a los padres que a los hijos, o sea, es introducir en la negociación colectiva distintos factores que puedan ir ayudando a resolver la carga de cuidado que tienen los hogares.
¿Están pensando en alguna iniciativa legal que implique modificar leyes aprobadas en el período anterior o presentar normativa nueva?
Sí, se está pensando en algunas adecuaciones normativas, algunas correcciones.
¿La regulación del trabajo en plataformas digitales, alguna modificación vinculada a la ley de urgente consideración [LUC]?
Plataformas, sí. Temas vinculados a la inteligencia artificial y al avance de la incorporación de nuevas tecnologías. Después algunas cosas de revisión de normas, actualización de normas. Algunas modificaciones de la LUC. Después, el tema de la limitación de la jornada laboral. En Uruguay las jornadas son de 48 horas, sobre todo para la industria, y está en el programa del FA y en nuestros objetivos trabajar para disminuir la jornada laboral. En principio, la idea es hacerlo mediante la negociación colectiva y no mediante una ley, pero es otro tema que iría modificando leyes existentes.