Luego de la presentación de los números macroeconómicos de 2023 por parte de la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, el expresidente del Banco Central del Uruguay (BCU) y actual senador y precandidato del Frente Amplio (FA) Mario Bergara criticó al gobierno y sostuvo que el atraso cambiario “es el más grande del siglo XXI” y un problema de política económica.
Con relación a la primera parte de su frase, el senador brindó los datos que tomó por parte del BCU y los cuadros que elaboró para analizar las variables:
la diaria Verifica cotejó los datos en las estadísticas del BCU, y resultan ser correctos. Según se exlicaba en el artículo titulado Se profundiza el atraso cambiario, “el análisis nominal de los movimientos del dólar no es suficientemente informativo para aproximarnos a la dimensión que reviste la problemática de la competitividad, dado que no incorpora la evolución del resto de los precios”. Añade además la relevancia del tipo de cambio real utilizada por Bergara en el cuadro: “Por eso es relevante, a la hora de dimensionar los problemas de precios relativos, considerar la trayectoria del tipo de cambio real (TCR), que nos muestra cuál es la evolución de los precios domésticos medidos en términos de una moneda extranjera respecto de la evolución de los precios internacionales (TCR global) o de una economía puntual (TCR bilateral)”. Si bien el análisis del atraso cambiario tiene sus bemoles y distintas formas de calcularse (por valores históricos o por atributos fundamentales que lo componen).
Además, en la siguiente tabla del BCU se observa la tendencia histórica del atraso cambiario uruguayo -en este caso desde 2005- aun utilizando las distintas metodologías para su cálculo.
“El gobierno y el BCU deberían tener una participación más activa en el mercado para reducir ese desalineamiento, que el propio BCU estima en 13%. Hace más de dos años que no compra dólares en el mercado”, sostuvo Bergara en diálogo con la diaria, dado los desacoples que provoca en materia productiva en Uruguay. Desde 2021 el BCU decidió mantenerse al margen del mercado de cambios.
Arbeleche, por su parte, aseguró en una entrevista con El Observador que la caída del valor del dólar se debe al excedente de reservas producto de exportaciones uruguayas y de inversión extranjera directa, y que esperan que la tendencia se normalice en los próximos años, descartando la intervención en el mercado cambiario “salvo que observemos volatilidad”.
“El BCU habla de un desfasaje entre el tipo de cambio real observado y el que tendría que darse en equilibrio, y lo ubica aproximadamente en un 16%. En el ministerio hacemos un análisis más simple, y si comparamos con Estados Unidos, el tipo de cambio real hoy está un 15% por debajo de ese promedio histórico. Uno esperaría una normalización en los próximos años de ese tipo de cambio real y que vaya disminuyendo ese porcentaje de diferencia”, señaló la ministra.
Desde el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), que sigue desde hace años la evolución del dólar y de la relación del tipo de cambio con el atraso cambiario y los efectos sobre productividad y competitividad regional y global, a mediados y a finales de 2023, señalaron los problemas que el atraso cambiario acarrea. En una nota de la diaria, el director ejecutivo del Ceres, Ignacio Munyo, explicó: “Hace años que nosotros monitoreamos estos indicadores y yo nunca había visto un diferencial tan grande de precios con todos los principales mercados a los que Uruguay vende”.