“No nos falta agua, nos falta cuidar la que tenemos y gestionar el recurso desde un punto de vista sostenible”, se expresó en la invitación a la asamblea por la “defensa de los territorios del agua”, que tendrá lugar este viernes en Rafael Perazza, San José. Según adelantaron los participantes, durante la reunión se tratarán temáticas como el proyecto Neptuno -propuesta presentada por las empresas Saceem, Berkes, Ciemsa y Fast, reunidas en el Consorcio Aguas de Montevideo, para crear una nueva planta potabilizadora de agua-, el posible “megabasurero” en la zona de Cerros de Mosquitos, cerca de la localidad de Soca, Canelones, y los 17 años de la reforma constitucional que otorgó al Estado la distribución del agua potable y saneamiento, junto con la participación de los usuarios y la sociedad civil.

Silvia Martínez, integrante del Frente de Lucha Ambiental Delia Villalba, dijo a la diaria que también se abordará la “falta de continuidad en las denuncias y la organización vecinal” por fumigaciones con agroquímicos en Rafael Perazza. “Tuvimos noticias desde 2006 por parte de un sacerdote que hizo las primeras denuncias por fumigaciones sobre la propia ciudad, casas y escuelas”, señaló y agregó que las fechas coinciden con el “boom de los cultivos transgénicos”.

La ambientalista planteó que las denuncias “siguieron hasta 2009” y después las vieron “desaparecer” hasta que se retomaron en 2011, año en que integrantes de la zona se unieron a la Asamblea Nacional Permanente en Defensa de la Tierra y los Bienes Naturales. “Ahí volvimos a tener noticias muy graves”, acotó.

Martínez destacó la necesidad de tratar “la contaminación vehiculizada por el agua”. “Es realmente un ciclo donde se hace daño; el daño no desaparece y se encuentra en todo el ciclo del agua, en sus diversas formas”, indicó. También señaló que la sociedad debe “tomar cartas en el asunto”: “Hemos permitido que se llegue a un nivel grave; nada justifica el extractivismo, la contaminación del agua, de la tierra, de los seres vivos y humanos”, manifestó.

Nelson Altieri es miembro de la Comisión Nacional por el Agua y por la Vida, una de las organizaciones que convocaron a la asamblea. Adelantó que también se hablará sobre la relación entre “las moléculas de agrotóxicos y de arsénico que interactúan y van formando un tóxico mucho más importante”. “Ya se ha dicho que el acuífero Raigón está con altos niveles de arsénico”, afirmó. El arsénico puede llegar al agua mediante formas naturales o como consecuencia de las actividades humanas.

Algunos estudios en curso están intentando dilucidar el origen en este caso -que se presume relacionado con las rocas que forman el acuífero- de manera de buscar posibles soluciones, como la mitigación y reducción de riesgos.

En diálogo con la diaria, Altieri también se refirió al proyecto Neptuno, iniciativa privada que busca crear una nueva planta para potabilizar el Río de la Plata y abastecer a parte de la zona metropolitana. Tendría una infraestructura que incluye una estación de bombeo de agua tratada, una nueva tubería aductora de 80 kilómetros de longitud hacia Montevideo y el establecimiento de una nueva toma de agua bruta en la zona de Arazatí y Bocas del Cufré, en San José.

“El Río de la Plata no es fácil de potabilizar; hay aspectos ambientales, sociales y de salud pública. ¿Qué agua nos van a dar? En Buenos Aires hay 2.000 industrias que vuelcan todos sus metales y desechos en el río”, apuntó. Desde su perspectiva, al ser un proceso complejo, le surge la pregunta: “¿Los costos quién los va a pagar?”. “La empresa privada que posiblemente tenga la concesión no se va a hacer cargo y OSE no está en condiciones. Sin dudas el costo va a caer sobre la ciudadanía”, argumentó.

El ambientalista señaló que es un “proceso de privatización del agua”. “Del agua no podés prescindir nunca, es vida y de todos. Es tan necesaria como el aire, no se puede vivir sin agua. Al privatizarla están jugando con la necesidad de toda la población, de sus cultivos y de sus alimentos”, remarcó. Altieri expresó que se les está dando prioridad a los intereses del agronegocio y el cultivo de soja transgénica. “Se les está dando agua de los ríos y a nosotros nos van a dar agua que es el resumidero de un montón de desechos juntos”, finalizó.