A instancias del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) de las Naciones Unidas, desde 1972 se considera que el 5 junio es el Día Mundial del Medio Ambiente (que la celebración tenga ya más de medio siglo explica que se siga usando la idea de “medio” ambiente, cuando hoy sería más adecuado decir lisa y llanamente “Día Mundial del Ambiente”).

Con motivo de sumarse a esa celebración, desde hace años la diaria edita un suplemento dedicado a temáticas ambientales. En 2025 tenemos el placer de compartir una entrevista en profundidad con el ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, primer frenteamplista en ocupar ese cargo, ya que la cartera fue creada hace sólo cinco años durante la presidencia de Luis Lacalle Pou. Ortuño adelanta algunas de las líneas que guiarán la política ambiental del actual gobierno y no rehúye a dar respuesta a algunos de los tantos puntos conflictivos para la protección ambiental, como la idea de aumentar la superficie forestada del país, la hidrovía de la laguna Merín y el proyecto asociado a esa cuenca, la prospección de hidrocarburos, una eventual nueva papelera, la ley de riego, la modificación de los estándares con los que se mide la calidad de agua, entre otros.

En línea con la importancia que da tanto el ministro de Ambiente como el gobierno al acceso al agua potable y la salud de nuestros cuerpos y cursos de agua dulce, incluimos en este suplemento tres notas de Camila Méndez que hacen foco en distintos aspectos clave sobre el agua que no suelen abordarse. Los tres artículos se desprenden de los avances del proyecto interdisciplinario Agua y salud: pérdida de calidad de agua potable, sus causas y sus consecuencias sobre la salud humana en Uruguay que reúne a investigadoras, investigadores y docentes de varios servicios de la Universidad de la República (Centro Universitario Regional del Este, Facultad de Ciencias, Facultad de Veterinaria, Facultad de Ingeniería) y del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE), así como a representantes de organizaciones de importancia en la temática del agua en Uruguay, como la Federación de Funcionarios de OSE (FFOSE) y la Comisión Nacional en Defensa del Agua y la Vida (CNDAV), al que se sumó también la sección Ambiente de la diaria.

De esta manera, ahondamos en los riesgos y amenazas que presentan los sistemas de agua subterránea de Uruguay y presentamos mapas de vulnerabilidad de nuestros acuíferos, información de gran importancia para la gestión del agua en momentos en que se promueven las perforaciones y se piensa que el agua subterránea está libre de los problemas que afectan a las fuentes de agua superficial. Otro de los artículos se centra justamente en uno de los grandes desafíos del agua superficial: las constantes y cada vez más recurrentes floraciones de cianobacterias. ¿Qué tan problemáticas pueden ser las cianobacterias para el servicio de agua potable? La investigación halló que varias plantas de OSE en el país dejaron de tomar agua superficial debido a la imposibilidad de tratar las cantidades de cianobacterias que presentaban.

Vista del río Santa Lucía a la atura de la represa de Paso Severino.

Vista del río Santa Lucía a la atura de la represa de Paso Severino.

Foto: Ernesto Ryan

Por otro lado, la situación delicada de nuestros cuerpos de agua dulce nos permite también pensar en cómo podrían ser las cosas no sólo para mejorar su estado, sino también para pensar en cómo la educación ambiental permitiría que la ciudadanía defienda con más información su derecho al agua. De esta manera, el colectivo pensó cómo sería una recibo de OSE que, además de decir cuánto se le debe al ente, nos tenga al tanto sobre el estado del agua que tomamos.

Así las cosas, celebremos el Día Internacional del Ambiente mientras cruzamos los dedos porque encontremos las formas colectivas de salvaguradar nuestros ya deteriorados cuerpos de agua dulce. Si hacemos bien las cosas, el año que viene podríamos mirar con más optimismo esta temática.