Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
Dos reuniones más en el proceso de transición tuvieron características bastante distintas. La realizada entre la actual vicepresidenta, Lucía Topolansky, y la electa, Beatriz Argimón fue distendida y sin complicaciones, mientras que no puede decirse lo mismo de la mantenida por el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Álvaro García, y la futura ministra de Economía, Azucena Arbeleche.
En esta última, Arbeleche pidió explicaciones acerca de la decisión de no aumentar las tarifas públicas en lo que queda del mandato de Tabaré Vázquez, que se anunció anteayer y fue cuestionada por Luis Lacalle Pou, alegando que le trasladaría un adicional inesperado de déficit fiscal. García señaló, luego del encuentro, que la estimación de ese impacto manejada por el presidente electo, de unos 400 millones de dólares, es muy excesiva, ya que corresponde a la recaudación que no se realizaría si las tarifas permanecieran sin aumento durante un año entero. De todos modos, a esta altura está claro que la previsión del candidato nacionalista y su equipo era manejarse durante unos cuantos meses con una suba dispuesta por las actuales autoridades.
Tampoco hubo novedades en cuanto a la integración del próximo equipo de gobierno. Ayer Lacalle Pou se entrevistó con Edgardo Novick, quien reiteró que su Partido de la Gente no ocupará ningún cargo ministerial, y durante casi tres horas con Isaac Alfie, ex ministro de Economía, cuyo nombre se manejó en los últimos días para la OPP, pero que, a juzgar por sus declaraciones tras el encuentro, no parece tener en sus planes el regreso a un cargo político.
Tienen que ver con los criterios para la transición las reacciones de algunos dirigentes de la actual oposición ante el anuncio de los legisladores frenteamplistas se proponen aprobar algunos proyectos de ley antes de que asuma el nuevo Parlamento. Obviamente, estaría fuera de lugar que los oficialistas tomaran decisiones efímeras, casi como una provocación, y obligaran a la futura mayoría parlamentaria a derogarlas, pero es muy discutible que sea una “falta de respeto a lo que decidió la ciudadanía” en las recientes elecciones, como dijo el diputado nacionalista Gerardo Amarilla, la intención de convertir en ley el proyecto de ley que busca prevenir el alcoholismo.
A todo esto, se dio a conocer un nuevo informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), y en la actual coyuntura política fue más evidente el sesgo político de algunos comentarios (y de algunos titulares en medios de comunicación). Así, se destacó que los resultados de los estudiantes uruguayos estuvieron entre los mejores de América Latina o que fueron inferiores al promedio en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos; y que “se mantuvieron” o que “no mejoraron” los desempeños en Matemáticas.
En todo caso, hay problemas relevantes que no se solucionarán mágicamente, entre ellos el de la elevada repetición y las notorias diferencias vinculadas con los contextos socioeconómicos.
Hasta mañana.