Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
Hoy a las 21.00 se realizará un caceroleo y apagón convocado por la Intersocial que integran el PIT-CNT y otras organizaciones sociales. Al respecto, el Secretariado Ejecutivo de la central sindical hizo ayer una declaración pública, en la que señaló que esta medida se debe a la ausencia de respuesta del presidente Luis Lacalle Pou a la nota que se le envió el viernes 20, para demandar medidas adicionales ante la emergencia sanitaria. No se trata de una manifestación “en contra del gobierno” ni de “la unidad nacional”, aclaró el Secretariado Ejecutivo, sino de hacerse ver y oír, como se puede en estos días, para reclamar lo que se entiende “necesario para nuestra población en general y en particular para los sectores más desposeídos”.
Llama la atención que el Poder Ejecutivo no haya querido dialogar acerca de esas demandas. El funcionamiento institucional está –razonablemente– muy acotado, pero eso no significa que la tarea del gobierno nacional deba limitarse a tomar decisiones y anunciarlas mediante conferencias de prensa, junto con las informaciones que considere pertinentes, y responder mejor o peor a preguntas de periodistas.
En la conferencia de prensa de anoche, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, no tomó la iniciativa de referirse a las demandas de la Intersocial, pero le preguntaron si estaba previsto “generar algún ámbito de diálogo” con el PIT-CNT, o con el Frente Amplio acerca de su planteo de “gran acuerdo nacional”. Delgado respondió que se mantiene un “diálogo permanente” con diferentes actores políticos y sociales, y que si bien “todo el mundo tiene derecho a opinar” y a “no coincidir”, al Ejecutivo le corresponde la “responsabilidad de gobernar”, y lo está haciendo con “todos los instrumentos fundados, pensados y definidos en el marco del intercambio con todo el gabinete de ministros, liderado por el presidente de la República”.
Si no se reconoce siquiera la posibilidad de que algún actor externo ayude a tomar mejores decisiones, o por lo menos haga ver algo que no se había tenido en cuenta, sólo se les dejan tres caminos abiertos a quienes discrepan: acatar en silencio, ejercer sin consecuencias el “derecho al pataleo”, o tratar de hacer algo que obligue a reconocerlos y respetarlos como reales interlocutores. En tiempos de crisis, no es sabio empujar a nadie hacia la tercera opción.
Es posible actuar de otra manera, y hay quienes lo hacen. Una de las preocupaciones expresadas por el PIT-CNT se refiere al aumento de la violencia intrafamiliar, en el actual marco de distanciamiento social, y ayer se reunió el Consejo Nacional Consultivo por una Vida Libre de Violencia de Género, en el que participan, junto con organismos del Estado, representantes de decenas de organizaciones de la sociedad civil.
De la necesidad de instalar un ámbito de diálogo entre todos los partidos habla, entre otras cosas, el candidato frenteamplista a la reelección en la intendencia de Canelones. De que las medidas adoptadas hasta el momento no alcanzan habla, a su vez –o grita–, la multiplicación de ollas populares en Montevideo y varios otros departamentos.
Hasta mañana.