Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
La situación sanitaria se complica día tras día, y es un hecho que la última serie de medidas preventivas no logró llevar a niveles manejables la propagación del virus causante de la covid-19. Ayer el Sistema Nacional de Emergencias informó sobre el registro de 1.078 casos nuevos, con una proporción de 14,1% de positivos en el total de testeos, 8.024 casos activos y 113 personas en cuidados intensivos.
No sorprende que el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) haya hecho suya la reiterada demanda de nuevas medidas para lograr “una franca disminución de la interacción física” entre las personas. O sea, lo contrario de lo que ha hecho este mes el Poder Ejecutivo, absteniéndose de establecer nuevas restricciones a la circulación social y flexibilizando varias de las que se impusieron a fines del año pasado.
El SMU agregó que el Ministerio de Salud Pública tendría que fiscalizar las decisiones de todas las instituciones de asistencia sobre el manejo de lo relacionado con la covid-19. Es muy obvio por qué resulta inconveniente que cada una se maneje como le parezca en esta materia, y si el sindicato médico considera necesario subrayar la necesidad del contralor estatal, no ha de ser porque ya se esté realizando en forma rigurosa.
El semanario Búsqueda publicó ayer que, según “fuentes oficiales”, el Ejecutivo ya está trabajando en la redacción de acuerdos con la empresa estadounidense Pfizer y la china Sinovac para comprar vacunas, y la administración de las primeras dosis se realizaría en el mes de marzo, empezando por trabajadores de la salud. La noticia no fue confirmada ni desmentida por las autoridades, pero en todo caso para llegar a marzo falta un mes y medio.
A su vez, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió, también ayer, que quedan muchos meses de tapabocas, distanciamiento físico y lavado frecuente de manos, porque la inmunización recién comienza en pequeña escala, y es previsible que hasta el segundo semestre de este año no llegue a los niveles necesarios para que la propagación del virus cambie en forma relevante.
La OPS destacó además la necesidad de que los gobiernos actúen con transparencia para que la población de cada país pueda entender las decisiones y los datos científicos en que se basan, propiciando así la unidad de las sociedades y evitando el riesgo de “politizar las vacunas”.
Todo lo anterior está en el contexto del encuentro de ayer entre el presidente Luis Lacalle Pou y el médico Marcos Carámbula, ex director de ASSE, y de la reunión que mantendrá hoy el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, con Ricardo Ehrlich y Miguel Fernández Galeano.
La propuesta de Carámbula, Ehrlich, Fernández y otros referentes frenteamplistas en temas sanitarios y científicos incluye lograr un amplio acuerdo para enfrentar la pandemia, fortalecer las condiciones de trabajo del personal de salud, establecer por algunas semanas medidas que reduzcan la posibilidad de contagios, con apoyo económico para las personas y empresas afectadas, y buscar acuerdos regionales para acceder a vacunas cuanto antes. El Ejecutivo tiene ahora la palabra.
Hasta el lunes.