Hasta que Gabriel Lagos regrese de su licencia, los apuntes de la semana estarán a cargo de Marcelo Pereira.

En la última semana del 2021 hubo balances y propósitos de año nuevo, pero las noticias no se adecuan a esa clasificación simple: algunas muestran el desenlace de procesos anteriores y otras son pura proyección hacia el futuro, pero en muchos asuntos está claro que, más allá de los simbolismos asociados con la fecha 31 de diciembre, no hay solución de continuidad entre lo que pasó antes y lo que seguirá pasando. En otros, lo que se creía superado vuelve; y en otros la gran duda es si volveremos atrás o seguiremos adelante.

En materia de continuidades, la pérdida de salario real en el sector público persiste y el Poder Ejecutivo sólo asume el compromiso de que los niveles previos a la crisis se restablezcan al final del actual período de gobierno. Los abusos sexuales en campings y boliches del este ocurren todos los años, pero al comienzo de esta temporada las políticas de prevención en Maldonado y Rocha dejan mucho que desear, en un marco general preocupante acerca de la violencia de género.

Por estas fechas del año, las altas temperaturas e imprudencias varias se combinan para producir numerosos incendios, y la nueva temporada veraniega no es, lamentablemente, una excepción](https://ladiaria.com.uy/politica/articulo/2021/12/se-desataron-incendios-forestales-y-de-campo-de-magnitud-que-activaron-protocolo-de-coordinacion-general-del-sinae/).

Con todos los problemas pendientes en lo relacionado con el período de terrorismo de Estado, lo que menos necesitaba el país era un replanteo de la “teoría de los dos demonios”, pero se produjo.

Hay avances en el reconocimiento de la presencia y la labor de las científicas uruguayas, pero retrocesos en la promoción de la actividad científica.

En el Frente Amplio, la rotunda victoria de Fernando Pereira en la elección de presidente de este partido cierra una etapa y abre otra, tanto en lo interno como en las relaciones con el gobierno nacional, que a la vez estará muy condicionada, al inicio, por la campaña hacia el referéndum del 27 de marzo sobre 135 artículos de la ley de urgente consideración y el resultado de esa consulta popular.

Para el oficialismo, muchos de los momentos más difíciles del año (si exceptuamos el éxito de la recolección de firmas por el referéndum), tuvieron que ver con problemas originados en sus propias filas, entre ellos los vinculados con la gestión de Germán Cardoso en el Ministerio de Turismo y la difícil relación con Cabildo Abierto, que tuvo un punto crítico en la aprobación y el veto de la ley forestal. Esto abre interrogantes sobre la coalición de gobierno, que también dependerán mucho del resultado del 27 de marzo.

La crisis de Casa de Galicia fue el resultado de un largo proceso, y en los últimos días el Ministerio de Salud Pública amplió sus denuncias al respecto, pero gran parte de las preocupaciones de afiliados y trabajadores se refieren, como es lógico, a las perspectivas de sus coberturas de salud y sus fuentes de trabajo.

El futuro asoma con cambios electorales como el de Chile y las perspectivas de una crucial elección presidencial en Brasil. También en el proceso de cambio de la matriz energética uruguaya. Ancap, con un pie en las fuentes tradicionales y el otro en la apertura a las nuevas, tuvo un año agitado por motivos diversos, desde cuestiones laborales hasta lo relacionado con el precio de los combustibles, pero una entrevista con su presidente, Alejandro Stipanicic, muestra que la situación es más compleja que un enfrentamiento entre privatizadores y estatistas.

Hay una mezcla de cuestionamientos a lo hecho e incertidumbres sobre lo que vendrá en torno al cambio de director técnico de la selección uruguaya de fútbol, y algo similar sucede con lo vinculado a la pandemia de covid-19, al cierre de un año que tuvo meses terribles, mostró luego una clara mejoría vinculada con la vacunación y se cierra con el ingreso a Uruguay de la variante ómicron.

Feliz año nuevo y hasta la próxima.