Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
Pocas dudas cabían de que la conferencia de prensa realizada anteayer por el presidente Luis Lacalle Pou iba a tener repercusiones críticas de gran importancia. No es sólo que la oposición frenteamplista reitere y profundice sus cuestionamientos al manejo de la pandemia. Crujen los vínculos del Poder Ejecutivo con la comunidad académica y con los trabajadores de la salud, ambos cruciales para hacerle frente una situación que se agrava día tras día (ver, por ejemplo, lo relacionado con el trabajo de las enfermeras).
El Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) señaló con claridad el 7 de febrero sus recomendaciones para una situación como la que comenzó a plantearse una semana después. Pasó febrero, pasó marzo y ya estamos a 10 de abril sin que esas recomendaciones hayan sido aceptadas, mientras todos los indicadores aumentaron en forma acelerada, hasta colocarnos entre los países del mundo más castigados por la enfermedad.
En tres conferencias de prensa sucesivas, Lacalle Pou no anunció siquiera restricciones de la movilidad similares a las que dispuso al declarar la emergencia sanitaria, el 13 de marzo del año pasado, cuando la situación era muchísimo más manejable. El presidente insiste en que basta con las medidas vigentes y el plan de vacunación en curso, y en que la responsabilidad de la crisis sanitaria recae sobre quienes incumplen esas normas e ignoran las exhortaciones gubernamentales a cuidarse.
Anteayer afirmó, además, que en estos días deberían verse los efectos beneficiosos de las decisiones que anunció el 23 del mes pasado, y que ya el mes que viene empezarán a ser notorios los efectos de la vacunación. Estos pronósticos, lamentablemente, no se apoyan en las opiniones de especialistas, sino que las contradicen.
Se ha señalado incluso que vacunar en un período de alta circulación social del virus, sin un corte drástico de la movilidad, podría resultar contraproducente, por el riesgo de que se desarrollen variantes más resistentes a la inmunización.
Además, el propio ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, dijo no hace mucho que, sin complicaciones inesperadas, podríamos empezar a sentirnos más seguros recién en la primavera de este año, que estará muy lejos de comenzar el mes que viene.
Ayer el Consejo Directivo Central (CDC) de la Universidad de la República se reunió con el GACH y escuchó exposiciones de su coordinador Rafael Radi, así como del médico intensivista Arturo Briva. Ambos indicaron que el aumento de los fallecimientos no es sólo una consecuencia directa de la cantidad creciente de casos, sino que además se debe a que ese aumento de los casos sobrecarga el sistema de salud y deteriora la calidad de la atención a los pacientes.
Briva explicó, además, por qué el esfuerzo por aumentar la cantidad de camas de CTI no es suficiente. Sobre esto se extendió, en diálogo con la diaria, el presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva, Julio Pontet, y el panorama que describió es alarmante.
El CDC reclamó, tras la reunión con el GACH, más diálogo, restricción drástica de la movilidad y apoyo a los sectores afectados. Está por verse si quienes deberían escuchar lo hacen.
Hasta el lunes.