La LUC es revanchismo conservador que quiere borrar los avances progresistas no sólo del Frente Amplio, sino de todo el Uruguay batllista, liberal, estatista.
No hay desarrollo económico y social sin crecimiento de la actividad a largo plazo. Dicho crecimiento supone siempre cambios institucionales importantes.
El ingreso de los tupamaros cambió al FA, pero también el FA cambió a los tupamaros. A su vez, el MPP cambió mucho desde 1989 y sigue cambiando. Ahora afronta un período crucial: el regreso junto con el resto del FA a la oposición se combina con el relevo generacional y con el desafío cercano de no contar con Mujica.
60 años después, los democratacristianos seguimos comprometidos con nuestra visión centrada en la dignidad de la persona humana que alcanza su máximo desarrollo en comunidad.
Necesitamos hacer visible la enfermedad renal para que la brecha en su conocimiento comience a cerrarse. Hacerla visible no es difícil y es costo-efectivo en términos de políticas de salud.
La LUC somete a la educación pública al riesgo del desprestigio cuando dispone que para ejercer como maestro no se requiere titulación, o que para dirigir la educación no se necesita ser educador.
¿Dónde está la libertad de elección tanto tiempo reclamada? ¿Por qué esas cuatro instituciones? ¿Cuál es la razón para que no pueda el usuario de Casa de Galicia elegir libremente el prestador que desea?
Si la sociedad brasileña no es consciente del tamaño y los significados del desmantelamiento promovido durante el gobierno de Bolsonaro, no podremos ni barrer los escombros.