Opinión

No debemos caer en la trampa de considerar a América Latina como un todo monolítico. Seguramente encontraríamos infinitas diferencias si comparamos el comportamiento de los sectores populares en Colombia y Argentina.

Las organizaciones sindicales y sociales le impusieron al Frente Amplio una agenda, pero sin este actor político no se hubiera alcanzado la meta.

Haremos un llamado al gobierno nacional, y a los gobiernos departamentales de Paysandú y Río Negro a instalar una “Mesa de Coordinación del Litoral” que nos permita establecer protocolos comunes en materia de turismo.

Las medidas enunciadas en la Rendición de Cuentas son inconsistentes con el tamaño del problema que deben enfrentar, parecen curitas frente a una apendicitis.

No permitamos que nos metan en corrales de ramas en la discusión y agreguemos inteligencia a la gran cuota de fe que, sustentada en 800.000 firmas, tenemos para darla.

La militarización del gobierno, de la administración pública y de la política amenaza la democracia y los propios derechos humanos, como demuestra la gestión militar de la pandemia de covid-19 en Brasil.