La memoria de la colonización que estamos escribiendo en el siglo XXI precisa un giro étnico. Porque, y además de todo, recordar es también una forma de reparar.
Nos preguntamos si los políticos son conscientes de que la falta de escucha real puede destruir todo atisbo de ilusión y movimiento social incluso para acompañar sus propuestas moderadas.
A 20 años del primer debate nacional sobre defensa, parece interesante promover otro para que pueda haber una actualización en tiempos de incertidumbre, con la arquitectura internacional de posguerra en cuestionamiento.
Tal vez exista una causa que sirve de trasfondo al progreso y al retroceso que hemos experimentado y que solo sea una ilusión mejorar el todo por la intervención en sus márgenes.
No es algo nuevo, y no por eso menos preocupante, la nula disposición de los institutos armados uruguayos para admitir o tolerar ser observados por otras miradas que no sean las propias.
El “Programa de sustentabilidad de +Colonia” es vago, incompleto, repetitivo y no está dimensionado ni adaptado a la envergadura del plan-proyecto presentado públicamente.
Las fechas que una comunidad elige para conmemorar un episodio trascendente no siempre coinciden con acontecimientos cuya importancia puede ser considerada central en tanto el devenir de los hechos posteriores.