Un grupo formado por 17 paleontólogos y paleontólogas de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República y del Museo Nacional de Historia Natural manifestó su “preocupación respecto al Proyecto Neptuno” y decidió hacer pública la misiva que enviaran el pasado mes de agosto a la subsecretaria del Ministerio de Educación y Cultura, Ana Ribeiro, al director general de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación, William Rey, a la directora nacional de Aguas del Ministerio de Ambiente, Viviana Pesce, y al presidente de OSE, Raúl Montero, dado que frente a “la falta de una respuesta clara por parte de las autoridades pertinentes ante las cuales nos contactamos”, se ven “en la necesidad de recurrir a la prensa como forma de hacer escuchar” sus inquietudes.
“La zona suroeste del país, en particular Arazatí y alrededores, es de gran valor cultural y patrimonial por sus características paleontológicas y geológicas”, plantearon. Afirmaron que esa zona “es periódicamente relevada desde hace décadas para la prospección y colecta de fósiles de diversos grupos de animales de muy diferentes edades geológicas, los cuales permiten reconstruir cómo ha sido la evolución de la biodiversidad en el territorio”, y sostienen que muchos de estos restos pertenecen a animales que se encuentran sólo en esa “zona del planeta, lo que los hace únicos para la ciencia, con gran impacto en la comunidad académica y claramente representativos de nuestra identidad nacional”.
En efecto, allí se ha encontrado fósiles de aves del terror, el primer mamífero carnívoro del país y el herbívoro Pseudobrachytherium breve. Si alguien duda sobre la importancia de esta zona en nuestra identidad, alcanza como muestra la descripción reciente de una nueva especie que fue bautizada Charruatoxodon uruguayensis. No se trata sólo de la importancia de estos animales, sino que afirman que los fósiles de Arazatí “han sido sustrato de múltiples estudios, involucrando el desarrollo de tesis de grado y de posgrado y publicaciones científicas en medios internacionales de primer nivel”.
Finalmente, reconocen que es su “deber puntualizar que en la redacción del estudio de factibilidad del proyecto (RD N.º 195/21, vol. 3, rev. 1, de marzo de 2022), presentado por el Consorcio Aguas de Montevideo y aprobado por parte de OSE, la referencia que se hace sobre estos temas geológicos-paleontológicos es muy escueta, por no decir casi nula”. Dejan constancia también de que “no se ha dejado en manifiesto que haya sido solicitada la opinión de expertos en paleontología para brindar asesoramiento a tales fines, ni existe un estudio de impacto paleontológico-geológico para la zona de influencia de las obras proyectadas”.