Mujica tiene la capacidad de tomar distancia de su actividad como gobernante para darle una mirada crítica a su accionar y al de su fuerza política, como gobernante. Lee, estudia, opina críticamente, y no pocas veces intervino lúcidamente en la esfera pública nacional e internacional. Es decir: Mujica hace varias de las cosas que hace un intelectual. Tal vez pueda ser considerado uno de nuestros más influyentes intelectuales públicos. Sin embargo, parece no gustarle que otros se dediquen de manera sistemática o profesional a hacer lo que él hace.