Claudio Iturra

A Uruguay sí le importa si Assange “es borrado del mapa o es destruido”, porque su libertad nos compromete como Estado que quiere poder mirar a los ojos a los demás estados.

En Estados Unidos, ante organismos de gran incidencia política y militar, los altos responsables utilizan conceptos más precisos y acordes a la estrategia de seguridad nacional vigente en ese país.

El gobierno de la coalición neoliberal ha profundizado la dependencia y la desigualdad, con el correspondiente apoyo abrumador de los medios de comunicación hegemónicos

El cambio de pisada estratégica es indispensable para que una “matriz productiva digital” nos ponga en el siglo XXI.

A esta altura de la emergencia hídrica, parece aconsejable que la responsabilidad la asuma el presidente de la República, asesorado por un equipo similar al GACH.

La “guerra a las drogas” no empieza ni termina en sí misma. Está articulada con otros instrumentos de la geopolítica de Estados Unidos que buscan la dominación territorial, económica y política.

Las estrategias implementadas por los países más poderosos durante la pandemia han profundizado la desigualdad haciendo más ricos a los ricos y más pobres a los pobres, desatando la inflación, la desocupación y la inseguridad.

La historia de más de medio siglo de “guerra contra las drogas” muestra que no fortalece la democracia, ni la seguridad ciudadana, ni la salud pública.

A fuerza de tesón y lucha, con muchas bajas, el pueblo chileno persiste en cantar “todos juntos seremos la Historia”

La obcecación presidencial por cumplir la estrategia privatizadora de Washington no sólo perjudica a una empresa pública ejemplar, sino que pone en peligro la soberanía e independencia de Uruguay.

La crispación de la vida política mediante el enchastre, la negación al diálogo y la manipulación del monopolio mediático es un instrumento de la “estrategia del caos” que desde hace varios años está presente en nuestras latitudes.

En su estrategia de “guerra a las drogas”, Estados Unidos ha creado en forma unilateral una normativa internacional, ajena a la ONU, en virtud de la cual sanciona y castiga a algunos gobiernos y empresas que no la acatan.