El coordinador del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), Rafael Radi, advirtió en una entrevista con el semanario Búsqueda que “estamos lejos de que la epidemia se termine” y que “cada uno de nosotros tiene muchas chances de infectarse y pasarla mal”, por lo que “tendremos que seguir resignando calidad de vida en pos de, ojalá, una primavera mejor”.
Consideró que en la situación actual tenemos “un número excesivamente alto de casos, excesivamente alto de personas en CTI y de muertes”, y opinó que “algo de la estrategia de control no está funcionando”.
El científico reiteró que el grupo mantiene las recomendaciones del 7 de febrero, que apuntan a disminuir el nivel de circulación y “generan una disrupción importante, son disruptivas”. Pero argumentó que en la situación actual “no es tocando una cosita u otra cosita u otra cosita. Si se quiere hacer esto hay que apagar. Chau. Porque hoy es tan grande la circulación que si cerrás una cosa y no la otra, lo que bloqueás por acá se te traslada por allá. Si bien nosotros en un momento planteamos que las medidas podían ser escalonadas, hoy lo que hay no es suficiente. No fue suficiente”.
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Radi también comentó sobre la estrategia del gobierno nacional de apuntar, principalmente, a la vacunación de la población. Según indicó el científico, en base a la realidad de otros países la baja en los casos activos “lleva mucho tiempo”, de ahí la importancia de “enfriar” la situación de movilidad en abril.
Aseguró que al gobierno no le faltó esta información, sino que se le indicó “la inestabilidad de la situación y la dificultad de obtener resultados rápidos de la vacunación en un escenario como el que se estaba viviendo”. De todas formas, advirtió que las autoridades evalúan otras consecuencias de carácter político que no tienen que ver con sus informes: “Nuestro grupo llega hasta donde llega”, dijo, y agregó: “La gente prácticamente quiere que seamos un actor político. Si nosotros le avisamos al gobierno, dos o tres veces, ya está”.
En este sentido, también apuntó que como colectivo han moderado su presencia a nivel público para “evitar al máximo” que sus palabras sean utilizadas “partidariamente”.
Consideró que el gobierno “sí nos ha escuchado y nos sigue escuchando. Lo que pasa es que la epidemia es de una virulencia y de una complejidad tan grande que pequeñas acciones que se tomen o se dejen de tomar pueden generar grandes impactos”, y opinó: “Seguro a nosotros nos podía haber ido mejor en estas últimas etapas. Ahora, alerto: nos puede ir mucho peor todavía”.
“Es un escenario posible: que nos vaya peor por un tiempo”
En un análisis de lo que se hizo hasta el momento, Radi insistió en que se debería haber tomado más medidas restrictivas de la movilidad en abril. De todas formas, indicó que desde el GACH no son “enamorados del confinamiento” y recordó que insistieron en que las playas se mantuvieran abiertas con un uso responsable.
Sin embargo, para el científico es necesario que haya al menos un momento durante la epidemia en que se diga: “Ahora bajo la térmica”, y, a su entender, ese momento era abril: “Nosotros dejamos la pelota picando en el área chica. Lo que pasa es que, bueno, después hay que hacer el gol”. En este sentido dijo que la responsabilidad de perder la oportunidad era del gobierno y de la sociedad, aunque admitió que “faltó una capa adicional de medidas por unas tres semanas”.
Con respecto al desarrollo de la epidemia en las próximas semanas, aseguró que existe la posibilidad de seguir aumentado el número de nuevos contagios porque el efecto de la vacunación aún es muy lento. Para Radi, más allá de evaluar lo que no se hizo en otro momento, hay que evitar cometer esos mismos errores, a fin de que no empeore la situación.
“Es un escenario posible: que nos vaya peor por un tiempo. Ya tenemos experiencia internacional con vacunados a virus inactivados que han tenido crecimientos de infectados muy grandes. Inclusive podría superar este crecimiento que tenemos ahora nosotros. Cualquier perturbación adicional, ya sea por aumento de interacciones o por el ingreso de variantes más contagiosas, puede llevar a escenarios más complejos y más duros que los que tenemos hoy”, advirtió el científico.
También manifestó sus dudas sobre la posibilidad de alcanzar la inmunidad de rebaño con la estrategia de vacunación que planteó Uruguay. Argumentó que es una discusión a nivel internacional, ya que con un escenario de circulación mundial y nuevas cepas que se desarrollan no es seguro que se pueda obtener una respuesta inmune total.
Eso también se relaciona con las vacunas que Uruguay está administrando. Tal como explicó el coordinador del GACH, con la estrategia del gobierno se logrará una inmunidad de 42%, ya que se espera vacunar a 70% de la población con una vacuna que tiene en el entorno de 55% a 60% de efectividad, Coronavac. En este sentido apuntó que una posible solución sería que Uruguay aplique una tercera dosis con Pfizer, algo que “se está discutiendo”, para que de esa manera se provea “de una eficacia que esté en la zona del 95% y no en la zona del 55%, que es la que tenemos ahora”.
En resumen, para Radi “va a ser difícil conseguir inmunidad de rebaño con la plataforma de vacunas que tenemos nosotros y pensando en escenarios de posibles nuevas variantes”, sentenció. No obstante, considera que es posible que haya un control de la circulación viral que logre disminuir los casos graves, dejando brotes recurrentes cada tanto y que permita que vuelva a funcionar el sistema de rastreo y testeo, como en setiembre u octubre del año pasado.
“Resulta contraintuitivo ver las escuelas cerradas”
Como lo hizo en otras oportunidades, Radi insistió en la importancia de las clases presenciales; de hecho, afirmó que “considerando que hay otras actividades que están abiertas, resulta contraintuitivo ver las escuelas cerradas” y agregó que “los impactos de la no presencialidad son muy complejos. Hay impactos en el área de la salud mental, física, de la socialización, de la violencia doméstica”.
En su opinión, es necesario “reivindicar la escuela como un lugar seguro en términos generales y pedirle a toda la comunidad educativa los máximos cuidados”. Según indicó el coordinador del GACH, “las escuelas no son promotoras de infección, las escuelas más bien son reporteros de lo que está pasando en la comunidad. Es muy incómodo ver otros sectores de actividad abiertos y las escuelas vacías”.