La Facultad de Veterinaria (Fvet) de la Universidad de la República (Udelar) dejará su edificio, construido en 1910 en el barrio Buceo, para pasar a los 20.000 metros cuadrados de modernas instalaciones que la Udelar está construyendo en un predio en la intersección de la ruta 8 y la 102, entre Zonamérica y el estadio Campeón del Siglo. La inversión total es de aproximadamente 32 millones de dólares y el presupuesto fue aprobado en la última Rendición de Cuentas; contempla el nuevo equipamiento para las distintas instalaciones, algo que será un gran salto cualitativo para la institución, según comentó el decano de la Fvet, José Piaggio. La directora del Plan de Obras de Mediano y Largo Plazo (POMLP) de la Udelar, Adriana Gorga, estimó, en diálogo con la diaria, que en octubre se podría empezar a levantar la estructura y, según los planes, en 2022 se cortaría la cinta inaugural.

El proyecto se divide en dos etapas: la primera ya se completó y para comenzar la segunda se necesita terminar el proceso licitatorio por la construcción, que aún está en trámite. La maquinaria comenzó a moverse en marzo de 2016 y hasta ahora se ha hecho mucho, pero los resultados no se ven a simple vista. “El trabajo es más complejo que otras obras: el terreno en total ocupa unas diez hectáreas, es más grande que todo el predio del Hospital de Clínicas. Por el momento se ha avanzado bastante, terminamos la primera etapa de trabajo bajo tierra, se hizo la limpieza del terreno, abastecimiento de agua, saneamiento, calles internas y paisajismo”, explicó Gorga.

Para Piaggio, lo primero a destacar del futuro edificio es “el nuevo hospital de pequeños y grandes animales con las condiciones e infraestructura necesarias, con las particularidades que corresponden a los hospitales veterinarios”. El decano resaltó que los arquitectos visitaron instituciones similares de la región y los docentes también participaron en el proceso. Además de las estructuras adecuadas, como los quirófanos, Piaggio señaló los nuevos instrumentos que tendrá el servicio y puso como ejemplo que se contará con equipos para realizar tomografías computadas; “está previsto más y nuevo equipamiento que permitirá mayores técnicas de diagnóstico”.

Otro de los espacios innovadores que aportarán a la mejora de la Fvet es el bioterio, un espacio destinados a la cría de los animales de laboratorio utilizados como reactivos biológicos. Hasta el momento no se cuenta con “las condiciones de producción de animales de experimentación, lo que sí tenemos son instalaciones para su uso; en la nueva facultad vamos a tener un área mucho mayor y vamos a poder desarrollar mucho más la parte de bioterio”, remarcó el decano. Asimismo, resaltó que el nuevo predio se ubica frente al laboratorio de la Dirección General de Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. “Es un laboratorio de referencia en muchas cosas y muy bien equipado, donde tenemos mucho para complementarnos, tanto para prácticas de estudiantes como para trabajos de investigación. Vamos a tener una posibilidad muy grande con el laboratorio oficial cerca”, afirmó.

La nueva facultad seguirá la lógica de otros proyectos arquitectónicos universitarios: se desarrollará como un solo campus con varios edificios independientes. El más grande de ellos es el aulario, un espacio que contiene ocho salones diseñados para albergar entre 25 y 200 personas; también contará con aulas especializadas como laboratorio, microscopia e informática. Esa va a ser “la mejora más importante para el día a día: tener nuevas aulas mejoradas, adecuadas, grandes, que contemplen a muchos estudiantes, así como todas las instalaciones para los estudiantes que también son muy importantes, como la cantina, varios lugares de recreación como canchas de fútbol y distintos espacios verdes para aprovechar las diez hectáreas; es el doble de lo que tenemos ahora”, comentó Piaggio.

El proyecto está pensado para lograr la mejor utilización del espacio teniendo en cuenta la cantidad de usuarios. Según estimaciones del POMLP, el complejo “estará destinado a las actividades de 4.200 personas con proyección de crecimiento a 6.900 personas a 2025”. Según datos del decanato, la cantidad de estudiantes que se matriculan año a año en la Fvet da cuenta de un crecimiento constante, por lo que además de viejo, el actual edificio empieza a quedarles chico.

Después del aulario, la segunda obra más importante es el área donde van a estar los cuatro institutos de la Fvet; actualmente el Instituto de Investigaciones Pesqueras está separado del resto, en un predio sobre la rambla. Para el decano, la unión de todos los institutos en un solo terreno “va a permitir trabajar la coordinación, que se puedan compartir y mejorar algunos recursos”. También podrán disfrutar de otros servicios generales, que incluyen un comedor para 120 personas, múltiples espacios de estacionamiento, garaje y una parada de ómnibus dentro del predio.

Según detalló Gorga, las empresas que participan en la licitación por la construcción ya presentaron sus ofertas el año pasado; actualmente una comisión asesora analiza las propuestas y en marzo se resolverá y pasará al Tribunal de Cuentas, y por eso la fecha de inicio de la segunda etapa se calcula recién para octubre. La construcción comenzará por los dos edificios más importantes y luego se avanzará con el resto para llegar con todos finalizados al mismo tiempo. Saber si los estudiantes, docentes y funcionarios podrán usar las nuevas instalaciones antes de que la obra esté totalmente terminada dependerá de las decisiones del servicio; teniendo en cuenta que son 40 minutos de viaje entre la actual sede y la próxima, la arquitecta estima que se mudarán con las obras finalizadas o en una etapa muy avanzada.

Lo que queda | El predio de Buceo donde está la Facultad de Veterinaria será vendido luego de la mudanza. El POMLP y la Intendencia de Montevideo (IM) ya acordaron el próximo proyecto urbano de detalle que se desarrollará en ese terreno. A este tipo de proyecto lo define una normativa específica, que entre otras cosas busca conservar especies vegetales únicas y hacer un buen aprovechamiento del espacio público sin perder la oportunidad comercial: “Queremos que ese terreno se venda, que sea de valor para la ciudad y que a su vez le aporte valor a la universidad, porque con eso continuamos nuestras obras”, agregó. “Básicamente van a ser edificios de mayor altura sobre la calle Alberto Lasplaces, algunos más bajos en el medio, donde se van a mantener los de valor arquitectónico especial, como el decanato y el pabellón de anatomía, que son edificios muy interesantes de la primera época; ahí se van a hacer algunos equipamientos universitarios, y después, sobre Margariños Cervantes, algunos edificios más bajos”, explicó Gorga.