Competir en las Olimpíadas Internacionales de Matemática con países que tienen escuelas especiales para el certamen, con preparaciones diarias y por horas, muchas veces con programas subvencionados por el Estado, no es tarea fácil para los jóvenes uruguayos, que se preparan en base a su trabajo voluntario. A pesar de las dificultades, las últimas generaciones han logrado posicionar a Uruguay en el plano mundial, con su participación en competencias regionales e internacionales. Este año, un equipo uruguayo vuelve a viajar, esta vez a Cluj-Napoca, en el noroeste de Rumania, donde estarán del 8 al 13 de julio junto con participantes de 116 países.

Los montevideanos Santiago Irurtia (Instituto Juan XXIII), Marcelo Pérez (PREU), Hernán Puschiasis (Divina Providencia) y Alejandro Seré (The British Schools), junto con los fernandinos Agustín y Juan Lorusso (Woodside), conformarán la delegación que viajará a Europa junto con el ex olímpico Guillermo Stock como tutor. En diálogo con la diaria, Stock marcó como una posible ventaja de los uruguayos el hecho de que cuentan con varios participantes que ya han estado en experiencias internacionales. De hecho, tanto Pérez como Irurtia estuvieron en la Olimpíada de 2017 en Brasil [link a ]. No obstante, señaló que aspirar a una medalla en este nivel es “complicado” por la amplia preparación con la que llegan jóvenes de otras partes del mundo. Sus expectativas son hacer una “olimpíada acorde a lo que viene siendo Uruguay, que últimamente ha sacado menciones”.

Seré también viaja con expectativas “mixtas”, según detalló el joven a la diaria: “Los ejercicios serán muy complicados y la competencia es muy difícil. Sin salir de América Latina ya hay países que preparan mucho mejor a los participantes, con gran apoyo en los centros de educación y del propio gobierno. Brasil, Perú y Argentina sacan a los participantes un mes del colegio para prepararse, nosotros lo hacemos en nuestro tiempo libre. En Uruguay no hay un apoyo fuerte en horas o en recursos, fue complicadísimo lograr financiar los pasajes de nuestra delegación, para poner un ejemplo”. De todas formas, aclaró que “más allá del resultado, estoy convencido de que será una experiencia excelente, no sólo por los aprendizajes, sino por lo que compartiremos como delegación y la responsabilidad de representar al país en una competencia mundial, donde nos medimos con los mejores del mundo”.

La competencia a nivel nacional es organizada por la Com-Partida de Matemática, un proyecto educativo que se encarga de distintas actividades en torno a la resolución de problemas matemáticos. Antes de emprender viaje, los jóvenes coincidieron en que este año las pruebas previas fueron “más difíciles que en años anteriores”. Para llegar a formar la delegación uruguaya, los seis jóvenes tuvieron que pasar por tres pruebas de resolución de problemas y obtener los mejores puntajes.

Hablando en horas

El entrenamiento matemático es arduo, porque las horas de clase en el liceo no son suficientes. Seré explicó: “A partir de tercero y cuarto de liceo ya no podés competir sólo con lo que aprendés en el liceo, eso no alcanza. Hay temas que no son muy complicados pero no se enseñan, como combinatoria, inducción completa, desigualdades y aritmética modular. Yo sigo por mi lado, con apoyo específico con una profesora especializada en esto y con metodologías que aceleran los avances”. El resto de sus compañeros coinciden y aseguran que también le dedican muchas horas a la preparación por su cuenta. Pérez, que compite desde hace cuatro años, comentó: “Lo más importante es practicar uno mismo, ahí es donde se hace la diferencia; resolver muchos problemas y agarrarle la mano. Yo estudio tres o cuatro horas por semana pensando en las olimpíadas”.

A las clases particulares y el estudio por su cuenta, con libros de ejercicios y videos en Youtube, los olímpicos le suman el entrenamiento en los seminarios que organiza la Com-Partida. Todos los viernes se reúnen en la Universidad de Montevideo o en la Universidad de la República y allí practican durante horas con profesores y con los ex olímpicos que siguen en contacto con la organización. A pesar de que los seminarios son abiertos para todos los niveles, la delegación que viajará tuvo una preparación separada de cara a los ejercicios que podrán enfrentar en la competencia.

Durante su paso por Rumania, los uruguayos tendrán dos días de competencia, en los que deberán resolver de la mejor manera la mayor cantidad de problemas posible en el tiempo que les dan. Luego están planeados dos días de conferencias y de excursiones por el país europeo, donde tendrán la posibilidad de hacer turismo y de confraternizar con otros jóvenes, algo que está planteado en los objetivos de la organización internacional.