El año pasado, 508 personas estudiaron alguna de las carreras que ofrecen las Escuelas de Formación Artística del SODRE; para 2019 fueron más de 1.000 los que se presentaron en el período de inscripciones. El organismo cuenta con la escuela Nacional de Arte Lírico y la Escuela Nacional de Danza, que cuenta con las divisiones de Ballet, Danza Contemporánea, Folclore y Tango. Ayer en el auditorio Vaz Ferreira se llevó a cabo el balance de 2018 y se lanzaron los cursos de este año. Martín Inthamoussú, director general de las escuelas, comentó a la diaria que una de las mayores expectativas para 2019 es concretar una revisión curricular de la oferta actual y el diseño de nuevos cursos, proceso necesario para que finalmente se reconozca al SODRE como un centro de formación de nivel terciario no universitario.

“Queremos empoderar al estudiante, eso es lo principal. En este momento, la educación artística en las escuelas es disciplinar: si un estudiante elige estudiar folclore, durante cuatro años tendrá un plan de estudios que tiene que cumplir. Queremos darle la posibilidad de cumplir con ciertas materias pero que, a su vez, tenga otras para elegir entre la oferta de las escuelas, que es muy vasta. La idea es que el estudiante haga una trayectoria muy personal, siempre con una tutoría, y así pueda hacer la carrera de Folclore pero pasando por materias de Contemporánea o Canto”, explicó el director. Además, enfatizó que la interdisciplina es lo que se necesita para el desarrollo futuro de la institución; “no sé si un estudiante disciplinar tiene tanto futuro”, consideró.

Actualmente, los estudiantes que aprueban los cuatro años de formación en cualquiera de las carreras reciben un título de intérprete otorgado por el SODRE, que no está homologado como instituto educativo. Desde hace un par de años, una mesa de trabajo integrada por diferentes actores de la educación y encabezada por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) trabaja en torno al pasaje del SODRE a una institución educativa. Según Inthamoussé, el proceso avanza muy bien y, en su opinión, “con la gestión de la ministra [del MEC, María Julia Muñoz], quien ha apoyado mucho este proyecto, se puede desarrollar un trabajo que nos permita ser educación terciaria no universitaria”. La esperanza está puesta en alcanzar este nivel a fines de 2019. En cuanto a la titulación a otorgar, el director dijo que le gusta pensar que en las escuelas del SODRE “se crean bailarines, intérpretes y creadores”, y que “hay que ver qué título abarca todo esto”.

A su entender, la formación de las escuelas del SODRE es de muy alto nivel: “Creo que la formación uruguaya está muy bien, especialmente cuando veo a nuestros egresados entrando a compañías de todo el mundo; las posibilidades laborales están y la formación es buena”. De todas formas, comentó que “hay cosas que ajustar, por supuesto”. “Tenemos un problema edilicio; de verdad nos encantaría tener más estudiantes, pero no tenemos más espacio”, comentó. Sobre este punto, detalló que están obligados a hacer una prueba de admisión “muy exigente” todos los años, que busca un perfil específico en cada carrera, ya que sólo se puede habilitar un grupo de cada grado en cada carrera.

Otro proyecto que aún no se ha logrado concretar es el de generar un solo edificio que concentre una escuela, un liceo y las escuelas del SODRE. De esta forma, se evitaría el ida y vuelta de los estudiantes más jóvenes, que continúan su educación formal paralelamente a la artística. En su gestión, el ex director del Ballet Nacional del SODRE (BNS) Julio Bocca sugirió utilizar el predio abandonado que está a la vuelta del SODRE, por la calle Uruguay, mientras que Muñoz ha dicho que se podría destinar a esa función el predio de la Estación Central de AFE.

Expansión

Durante la presentación de los cursos de este año hubo varias performances a cargo de los propios estudiantes y se proyectaron los videos de difusión de las carreras, en los que los futuros artistas cuentan cómo su historia de vida está atravesada por la disciplina que estudian. Inthamoussú fue el encargado de hacer un balance de lo realizado hasta el momento, y sostuvo que en todas las áreas las escuelas del SODRE están mejorando. El año pasado se volvió a batir el récord en la cantidad de estudiantes y en la cantidad de horas de clase dictadas, teniendo en cuenta la ampliación de la oferta de talleres extracurriculares, que pasó de 27 en 2015 a 53 en 2018.

En los últimos tiempos la institución también ha experimentado un crecimiento territorial. El año pasado, los alumnos hicieron 112 funciones, 53 en Montevideo y 59 en el interior; se calcula que entre los espectadores y los participantes de los diferentes talleres, en 2018 32.228 personas fueron beneficiarias de las escuelas del SODRE en 28 localidades. La presencia internacional también aumentó considerablemente, con presentaciones de las diferentes divisiones en Brasil, Cuba, Finlandia, Perú y Suecia. Para 2019 se proyecta aumentar el trabajo en territorio uruguayo y en el resto del mundo.