La Dirección General de Educación Técnico-Profesional (DGTEP), más conocida como UTU, presentó los datos de su monitor educativo correspondientes a 2021. Según muestra el informe, la matrícula de la institución en educación media básica (EMB) -de primero a tercero- viene en caída y pasó de 36.214 en 2021 a 33.210 este año, pese a que se había duplicado entre 2008 y 2019. 

En comparación con secundaria, la presencia de UTU en la matrícula total de la EMB venía en aumento, pero también sufrió una caída en los dos últimos años: en 2019 era 25,2% de la matrícula total y en 2022 representa 23,1%, cuando en 2008 constituía sólo 12%. En el caso de la educación media superior (EMS) -de cuarto a sexto-, la matrícula registraba la misma tendencia de aumento y en 2020 cayó de 52.729 estudiantes -32% de toda la EMS- a 49.341 este año -30,2% de toda la matrícula-. Según dijo en rueda de prensa el director de la DGETP, Juan Pereyra, ello se debe en parte a que muchos estudiantes que antes iban a la educación media a especializarse ahora se anotan directamente en la oferta de cursos terciarios de UTU, que tuvo un aumento de 4.000 estudiantes.

Según explicó Tania Biramontes, una de las técnicas de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) que presentó el informe, la caída de matrícula a partir de 2020 se explica principalmente por motivos demográficos. De todas formas, dijo que en la educación técnico-profesional esta caída se comenzó a sentir después que en la globalidad de la educación media, que comenzó a caer en 2017.

Por su parte, en 2021 la promoción cayó de primero a tercer año, pese a que se mantuvo un reglamento de pasaje de grado con flexibilidad para los estudiantes, que podían pasar de año con más materias pendientes que las habituales. De hecho, la flexibilización de 2020 generó un salto importante de la promoción ese año -pasó de 63,2% a 83%-, pero puede haber generado un efecto rebote en 2021: volvió a caer a 76,9%, que de todas formas está por encima de los niveles prepandemia.

No obstante, Pereyra valoró este cambio como “positivo”, dado que “UTU atiende una población bastante carenciada en algunas zonas, a la que le costó mucho estar dentro del sistema educativo”. Según explicó a la diaria, ante las circunstancias de la pandemia se entendió “que había que flexibilizar un poco” para que “el alumno no se cayera”. “Preferíamos tenerlo en el centro educativo estudiando”, planteó.

Foto del artículo 'En 2021, UTU empeoró promoción de primero a tercero y mejoró de cuarto a sexto, pero se incrementó desvinculación de estudiantes'

Si se analiza por tipo de plan, desde 2021 se está revirtiendo el crecimiento de la propuesta de Formación Profesional Básica (FPB), que venía ganando terreno en relación al tradicional Ciclo Básico Tecnológico. En 2008, el FPB era 6,7% de la matrícula en ese tramo y llegó a 40% en 2020. No obstante, en 2021 cayó a 32,7% y este año bajó a 27,8%. A partir de 2022 comenzó a regir un nuevo plan de FPB que elevó la edad admitida para ingresar, por lo que es posible que la tendencia continúe a la baja.

De cuarto a sexto año, después de una leve caída en 2019, la promoción mantiene una tendencia de aumento y respecto a 2020 subió cuatro puntos porcentuales hasta ubicarse en 70,4%. Si se comparan los tipos de curso de UTU en ese tramo, la educación tecnológica presenta un mejor rendimiento, con 73,1% de promoción, contra 64,5% en la educación profesional, que cuenta con menos de la mitad de estudiantes. Por su parte, el año pasado 52,4% de los estudiantes de sexto año egresaron, valor que se mantuvo constante. Si bien la matrícula de UTU cuenta con más varones que mujeres, esta proporción se invierte en los egresos.

Otro dato importante presentado por el monitor es la desvinculación interanual de estudiantes (ver gráfico), que, según explicó Yonatthan Montesdeoca, otro de los técnicos, mide los estudiantes que cursan y al año siguiente no están anotados en una propuesta de ANEP. En el caso de la EMB, dicho indicador presentó un aumento de seis puntos en 2021 respecto al año anterior, ya que 19,1% de los estudiantes de primero a tercero se desvincularon. En la EMS, por su parte, la desvinculación el año pasado fue de 36,1%, por arriba del 31,1% de 2020 y 28,7% de 2019.