Luego de 12 años de dictadura, Joaquín Marques, director del Centro Universitario Regional Este (CURE) de la Universidad de la República (Udelar), ingresó a la universidad como docente honorario de Psicología Social en el Centro de Investigación Formación y Asistencia en esa materia, en la que se había formado al estilo de las escuelas argentinas de Enrique Pichon-Riviére. Actualmente, es grado 5 del Instituto de Psicología Social.

En otro momento clave de la historia, la crisis de 2002, se postuló a la maestría de Desarrollo Rural Sustentable en Agronomía. “Me interesaba la psicología rural”, dijo. No está del todo de acuerdo con esa denominación, pero en Argentina y Brasil la especialidad se desarrolla con ese nombre, contó. Eso lo llevó a Canelones, a Bañados de Medina, en Cerro Largo, a la Quebrada de los Cuervos, en Treinta y Tres. También al norte de Rocha, donde se practica la agricultura familiar, en la que, a diferencia de lo que ocurre con las empresas agropecuarias, no predomina la rentabilidad del negocio, sino la radicación en la tierra y la soberanía alimentaria.

Además de ser uno de los responsables del Departamento de Sistemas Agrarios y Paisajes Culturales del CURE, Marques trabajó diez años en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de la Dirección Nacional de Medio Ambiente, entre 2008 y 2018. Allí participó en los procesos de declaración de áreas protegidas de Laguna de Rocha, Cerro Verde y Laguna Garzón. Dejó esa tarea para asumir el cargo de director del CURE, institución que el 17 de julio cumplió 15 años.

En ese marco, la diaria conversó con Marques sobre el proceso de descentralización de la Universidad, el vínculo del CURE con las instituciones públicas, y los desafíos que enfrentará en caso de que no se modifique el proyecto de Ley de Rendición de Cuentas, que no prevé incrementos presupuestales para la Udelar.

¿Cómo observás el proceso de descentralización de la Udelar en estos 15 años?

La Udelar tiene 200 años de historia y nosotros estamos cumpliendo 15 años. Posiblemente, este proceso de descentralización y de construcción de actividad universitaria en las regiones va a llevar mucho más que eso. Toda la universidad está implicada en la descentralización. Me parece importante entenderlo así, porque, si no, reeditamos –a veces lo hacemos sin querer– esta división del interior y Montevideo.

Podemos señalar como una etapa fuerte de la descentralización los rectorados de Rodrigo Arocena, con los conceptos de la segunda reforma universitaria, incluido el de “universidad de cercanías”. No sólo en el sentido de la descentralización geográfica, sino que se le dio fuerza a la extensión, que también está asociada con la descentralización. A partir de esto, en estos 20 años se desarrolló el concepto de regionalización. Así se generó la figura de los Cenures [Centros Universitarios Regionales]. El primer Cenur es el CURE, con Maldonado, Rocha, Treinta y Tres y Lavalleja, que se creó hace 15 años, el 17 de julio.

Pero el proceso de la descentralización de la Udelar se puede pensar en etapas. Quizás los primeros momentos son de principios del siglo XX, con el rectorado de Eduardo Acevedo y con la instalación de espacios en el interior del país. La segunda es bajo los rectorados de Óscar Maggiolo y Mario Cassinoni, en la mitad del siglo XX, con las estaciones experimentales en las distintas regiones. Una tercera etapa empezó con los planes estratégicos de desarrollo de la Universidad, a principios de este siglo, con el rectorado de [Rafael] Guarga, que implicaba los lineamientos de la descentralización.

¿Qué balance hacés entre los logros y lo que falta?

Estamos cumpliendo el segundo período del CURE, porque la estructura de cogobierno de los Cenures la tenemos desde hace ocho años. Antes había comisiones directivas. Somos una unidad ejecutora desde 2016, eso significa que tiene un presupuesto asignado que lo administra el propio servicio, que luego da cuenta a la centralidad. Es decir, llevamos pocos años como unidad ejecutora, con la supervisión de la Dirección General de Administración Financiera Central de la Universidad.

Se está dando un proceso que tiene que ver con el fortalecimiento tanto de la estructura administrativa del CURE como de la académica. Doy esta explicación porque nosotros recién estamos empezando: la cantidad de cargos se definen a nivel central. Los Cenures tienen una estructura básica que se estableció en 2012 y después hubo un ajuste en 2016. Pero el CURE creció tanto en este poco tiempo que tenemos la mitad de funcionarios que tendríamos que tener. Sigue creciendo.

Tenemos una potencialidad que no se puede plasmar. Podríamos ir por mucho más, porque hay algo del orden del crecimiento.

Actualmente son unos 5.000 estudiantes sólo en el CURE.

Activos son 5.000, hay una inscripción anual de 1.500 estudiantes. Hay sedes con más volúmenes que otras: Maldonado en primer lugar, luego Rocha, Treinta y Tres y Lavalleja. Estamos avanzando como podemos, pero, obviamente, el presupuesto universitario está requiriendo más apoyo para sostener el crecimiento. Estamos en un momento de Rendición de Cuentas, y nos preguntaban qué es lo que no vamos a poder hacer si no hay aumento. Hay muchos proyectos, por ejemplo, el llamado a nuevas ofertas, que se están aprobando a nivel central. Para todo el interior son seis nuevas carreras, más el fortalecimiento de las existentes. Pero se propusieron por lo menos 20 nuevas carreras. Tenemos una potencialidad que no se puede plasmar. Podríamos ir por mucho más, porque hay algo del orden del crecimiento. ¿Por qué es importante que cada presupuesto en cada Rendición tenga un plus, una asignación de más? Voy a hacer una extrapolación un poco burda: a un niño no le podés decir que deje de crecer, a un adolescente y a un adulto tampoco. Es cortar el envión. Hay muchas cosas que no vamos a poder hacer, pero hay una noción más fuerte, que es la de crecimiento, y es la que no se puede cortar.

Hubo una reducción presupuestal de 6% el año pasado y en la Rendición de Cuentas el Poder Ejecutivo plantea derogar el adicional por el pago del Fondo de Solidaridad, que iba para la Udelar, sin compensación en el presupuesto. La ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, dijo que sí hay una adjudicación de fondos para la Udelar a través de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), ya que 75% de los investigadores del Sistema Nacional de Investigación son de la Udelar. ¿Qué opinás al respecto?

Retomo el trabajo de Arocena sobre el vínculo entre la enseñanza superior y el desarrollo de un país: cuanta mayor población pueda acceder a la enseñanza terciaria, mayor será el desarrollo del país. Esto lo podemos considerar válido para muchos momentos históricos, pero especialmente para este, porque es la sociedad del conocimiento la que prevalece. La ANII es una propuesta país, no sólo de la universidad. Esto de que favorecer a la ANII es favorecer a la Udelar es un derivado. Entiendo que el tema central es la relevancia que tiene la investigación y la innovación como desarrollo del país. Se tendría que tener en cuenta que los investigadores sean los que orienten el desarrollo de las políticas públicas. Entendemos que la experiencia de estos dos años ha sido muy importante para el país, quedó patente que se pudo jugar en un momento de dificultad mundial, algo que dio cuentas de años de trabajo en la formación de investigadores, en la generación de conocimiento y del relacionamiento internacional de los investigadores. El concepto es seguir creciendo. Entiendo que la apuesta tiene que ser la de fortalecer los ámbitos de investigación y darles las mejores condiciones a los jóvenes.

Se ha comprendido la importancia de las sinergias entre el desarrollo de la Udelar y el desarrollo local. Es una apuesta del país que no puede hacerla la universidad sola, sino que implica a otros actores públicos y privados en un camino de muchísimos años.

El rector señaló que el adicional del Fondo de Solidaridad, cuya recaudación ronda los 15 millones de dólares, tenía entre sus principales objetivos la construcción de infraestructura en el interior. ¿Cuál es tu proyección para los Cenures en caso de que no se modifique el proyecto de Rendición de Cuentas?

Si nosotros no adecuamos el presupuesto al movimiento de crecimiento, se va a ver afectado. Creemos realmente que este proceso de descentralización país de la Udelar ha generado cambios en las regiones, cambios significativos. Los gobiernos locales, sobre todo, lo tienen claro, y por eso apoyan. Se ha comprendido la importancia de las sinergias entre el desarrollo de la Udelar y el desarrollo local. Es una apuesta del país que no puede hacerla la Universidad sola, sino que implica a otros actores públicos y privados en un camino de muchísimos años. Parece relativamente claro que es por ahí que se puede avanzar y mejorar las condiciones del país, que es a lo que se debe la Universidad, según el Artículo 2 de la Ley Orgánica.

¿Cómo percibís el vínculo entre el CURE y las instituciones del Estado? ¿Hay un ida y vuelta entre los investigadores y las instituciones públicas?

Hace años que el CURE tiene convenios con las instituciones públicas, con las intendencias, hoy con el Ministerio de Ambiente. Convenios de trabajo y de investigación, como el monitoreo de aguas. Hay una vocación de trabajo conjunto en el que el aporte de la academia a la política pública está.

Entonces, hay una buena relación.

Cada uno en lo suyo. Lo que aporta la academia es la investigación, y el resultado de la investigación y las orientaciones que derivan de eso. Después, las decisiones políticas son las decisiones políticas.

Creemos realmente que este proceso de descentralización país de la Udelar ha generado cambios en las regiones, cambios significativos. Los gobiernos locales, sobre todo, lo tienen claro, y por eso apoyan.

En el caso de Maldonado, en el último tiempo se han hecho denuncias por obras que atentan contra el medioambiente, casos como el de extracción de arena ilegal o la rambla de Punta Colorada. ¿Hay participación de la academia?

Desde el punto de vista de la academia y la investigación, entiendo que hacen los aportes pertinentes desde los instrumentos académicos. Luego pasan a ser parte de la ciudadanía, de asociaciones civiles. Es parte del desarrollo social de cada lugar. Hay contribuciones técnicas y después sociales.

¿Creés que los aportes de la Universidad son tomados en cuenta por los gobernantes?

Creo que se tienen en cuenta en el sentido de entender que hay fundamento para determinadas cosas, que hay investigación. Se pueden tomar decisiones que no van en la línea de lo que los resultados de investigación indican. El aporte de la universidad es de amplio espectro: es para la propia universidad, pero también es para la comprensión pública de los problemas. Los frutos de los trabajos de los universitarios quedan a disposición del colectivo social.