Tal como lo han sostenido el presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, y el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, la reforma educativa que tienen entre manos no se detendrá, a pesar de las múltiples protestas, manifestaciones y pedidos de negociación que se han sucedido en los últimos meses. Tan es así, que este miércoles el Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP aprobó un nuevo plan educativo que cambia el concepto de educación primaria y secundaria y comenzaría a aplicarse el año que viene.

Según informó este jueves El Observador, la reforma aprobada implica que los escolares que terminen sexto grado no pasen al primero de educación media, sino que continúen en un ciclo que implique hacer séptimo, octavo y noveno y luego pasar directamente al bachillerato, que por el momento se mantendrá sin cambios en 2023.

Los equipos técnicos deberán trabajar hasta noviembre en definir los programas y contenidos que tendrá la nueva estructura recién votada, y luego eso deberá ser analizado por las Asambleas Técnico Docentes (ATD), que rápidamente, al conocerse la noticia, se pronunciaron. Por ejemplo, la Agrupación Pedagógica Autonomía, Cogobierno y Participación Crítica, de la ATD de Secundaria, escribió en su cuenta de Twitter: “Nos enteramos por la prensa de un nuevo Plan educativo, sin participación ni consulta a las y los docentes ni a estudiantes o familias. Es imposible llevar adelante políticas educativas de espalda a los actores directos de la educación”.

Otras voces también cuestionaron la nueva estructura y el hecho de que la información se haya filtrado a la prensa. El dirigente sindical de docentes de secundaria Emiliano Mandacen cuestionó en la misma red social: “Vergonzoso filtran un documento a la prensa desconociendo la ley de Negociación Colectiva. La falta de seriedad, responsabilidad de las jerarquías electas por el gobierno es alarmante”.

En la misma línea se expresó el exdirector de Primaria Héctor Florit: “Sin participación ni debate, sin acuerdos, dando la información a la prensa antes que a los docentes y familias, desconociendo a las ATD... así es difícil instalar cualquier reforma sostenible, cualquier política de Estado”.

La nueva estructura

Hasta ahora lo que se aprobó es la estructura de la malla curricular, pero no sus contenidos. La educación básica comenzará a los tres años y se extenderá hasta noveno grado. Sin embargo, desde nivel tres a sexto, estará bajo la órbita de la Dirección General de Educación Primaria y de séptimo a noveno será responsabilidad de las direcciones generales de Secundaria y UTU, tal como hasta ahora. El objetivo de este cambio es que “se deje atrás la fragmentación y que se apueste a una educación continua y centrada en el estudiante y su aprendizaje”, según un resumen del documento al que accedió El Observador.

El Plan de Educación Básica Integrada propone tres ciclos, cada uno de ellos dividido en dos tramos. El primer ciclo nuclea la educación inicial y un segundo tramo que contiene primero y segundo de escuela. El segundo ciclo tiene un primer tramo con tercero y cuarto de escuela, y otro tramo con quinto y sexto. El tercer ciclo, que ya no estará a cargo de Primaria, contiene un tramo con séptimo y octavo grado y otro con el noveno grado.

Uno de los objetivos de esta nueva estructura es que los docentes trabajen coordinados por tramos y ciclos. Además, introduce cambios en el sistema de repetición: sólo será posible al término de un ciclo o un tramo, pero no a mitad de camino. Cuando un estudiante no alcanza los objetivos de aprendizaje de cada curso, se le brindará apoyo y tutoría, en vez de generar una repetición automática.

Otra línea que podría definirse, aunque aún está en discusión, es que la calificación también sea al final de cada tramo y no todos los años.

Se buscará también la integración de los estudiantes de distintos tramos para que trabajen por proyectos de forma colaborativa, rompiendo los esquemas tradicionales de trabajo.

Otro de los cambios anunciados son nuevas modalidades, como la de talleres opcionales y prácticos, y nuevas asignaturas como Ciencias Ambientales, Mundo Contemporáneo, Comunicación y Sociedad, y Ciencias de la Computación, que implica programación y robótica.